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SERPIENTES Y ESCALERAS

La clave en las elecciones del 2018, dicen algunos, será la estructura. Falso. Lo que definirá al próximo gobernador de Morelos será el ciudadano. El candidato y el manejo de su imagen son la clave.

 

De manera informal, la sucesión en Morelos ya comenzó en todos los partidos. Legalmente el proceso electoral arranca el 01 de septiembre y en enero iniciará la selección de candidatos, pero desde ahora hay movimientos en busca de los diferentes espacios de representación popular, particularmente la gubernatura. Nadie tiene la victoria asegurada, aunque hay algunos partidos que tienen mejores condiciones para competir. La mezcla de partido y candidato es clave para ganar en las urnas.

Históricamente se ha considerado que las estructuras son la clave de los partidos para ganar las elecciones. Grupos operativos, número de afiliados, representantes en colonias y municipios… son una especie de red humana que ayuda a hacer promoción, allegar ideas, convencer y comprar simpatías.

El problema que hoy enfrentan los partidos es el enorme descrédito de la política y los constantes abusos de sus representantes en el poder; poco a poco el mito de las estructuras ha ido perdiendo fuerza y deja de ser la clave para ganar elecciones. Las elecciones del año pasado en 12 entidades del país expusieron que las estructuras y el dinero de los partidos ya no es suficiente para ganar las elecciones con cualquier candidato; en Morelos eso mismo vimos en el 2015.

Pero a pesar de que las estructuras han dejado de ser determinantes, son parte de un esquema de poder que sirve para mostrar músculo político en eventos masivos y da a sus operadores la oportunidad de ganar mucho dinero. Quienes están encargados de las estructuras son personajes que mueven recursos en efectivo y en apoyos, los reparten de manera discrecional, lo reportan como una buena inversión, aunque al final no se garantizan resultados.

Hay gente tiene muy bien identificada esa fórmula, líderes sociales que viven de ella y personas que han prostituido el tema al grado de que en una misma elección mueven gente para diferentes partidos. Ahí está el primer fallo del sistema y por ello las estructuras son cada día menos efectivas. Más claro: la ruta del dinero pasa por varios filtros, la gente recibe sólo un poco de la inversión millonaria y al final cada quien vota como quiere.

Las estructuras se han vuelto la parte más engañosa de la estrategia electoral en los partidos. A los políticos cada día les cuesta más trabajo mover gente y aunque eventualmente llenan plazas con sus eventos, no pueden garantizar que esas mismas personas votarán por ellos. El ciudadano recibe los apoyos, corea en los eventos, pero vota como quiere.

Recordemos que en los actos masivos de los partidos se reúnen miles de personas que vitorean, pero no siempre votan por ellos. La perversión de los procesos electorales no es atribuible sólo a los dirigentes políticos, se ha propagado hacia todos los espacios de las campañas y se focaliza en los “líderes” que ofrecen movilizar gente sin distinción se siglas o ideología. La gente misma está consciente de ello y juega con sus representantes: toman lo que les ofrecen, van a los actos, pero no comprometen de verdad su voto.

En el 2018 en Morelos veremos una elección que va a nutrirse de muchos factores.

Está por un lado la estructura operativa que presume el PRD, con un padrón de miles de afiliados y una capacidad económica para operar que no tiene ninguno de sus adversarios. Los perredistas tendrán el apoyo del gobierno estatal, del congreso local y de varios ayuntamientos, pero también cargarán con el desgaste de Graco Ramírez, el descrédito del poder legislativo y el deterioro municipal. El PRD es en Morelos el partido con más alto rechazo social, acumula un resentimiento público que en algunos sectores se puede traducir en odio y no tiene un candidato que nulifique o al menos matice esa situación. Los recursos del Sol Azteca le ayudarán a tener con qué movilizar, pero no la gente que deberá movilizarse.

El PRI es un partido que tampoco llegará al 2018 en las mejores condiciones. Localmente el Revolucionario Institucional es un partido sin rumbo, sin dirigencia, sin agenda social y sin estructura. Los priístas no tienen recursos económicos para hacer una campaña intensa, ni tampoco la simpatía que en el 2012 les dejaba su candidato presidencial. Esta ocasión veremos a un partido grande, pero de papel, desfondado en lo social, sin líderes ni tampoco una estrategia que llame la atención. Para acabarla de joder, entre quienes aspiran a la gubernatura por ese partido no hay un solo personaje que genere simpatía ciudadana.

Acción Nacional parecería el mejor de los tres grandes, pero también enfrenta problemas locales. Como partido es el mejor posicionado, no paga el desgaste de los gobiernos estatales y ni el federal, pero igual que el PRI carece de una dirigencia inteligente y con estrategia. El PAN tiene en Javier Bolaños a su mejor candidato y con él podría recuperar la gubernatura, pero no es claro aún si competirán solos o serán parte de una alianza en donde quedarán como relleno. El PAN puede ganar sólo, pero con el PRD pierde.

Morena puede aprovechar el Obradorismo de Morelos y meterse de lleno en la lucha por la gubernatura; son un partido que genera esperanza, que no tiene desgaste nacional y provoca simpatías en muchos sectores. El problema de Morena, igual que en el PAN y en el PRI es su dirigencia estatal: no tiene rumbo, carece de estrategia y está alejada de la sociedad. Item más: aunque parece que el candidato de Regeneración Nacional será Rabín Salazar, el senador está alejado de Morelos desde hace varios años, no tiene estructura política, ni tampoco imagen pública. En Morena la apuesta es absoluta a López Obrador y esperan que por él caigan todos los votos.

El factor sorpresa de la elección será Cuauhtémoc Blanco. El alcalde de Cuernavaca representa a un partido pequeño (PES) poco conocido, sin estructura ni imagen pública, pero la fama del futbolista es suficiente para meterlo a la contienda y colocarlo encima de todos en las preferencias electorales. Mientras PRD, PRI, PAN y Morena apuestan a las siglas, en el caso del PES la fuerza está el candidato. El futbolista no ha hecho un buen papel en Cuernavaca, pero la estrategia de sus opositores de golpearlo constantemente lo ha victimizado y le concede la posibilidad de echar a otros las culpas de su fracaso. Como político Blanco es igual que como jugador: tiene talento callejero, es entrón, carece de estilo, pero anota goles. La propuesta del alcalde es simple: no soy corrupto y meteré a la cárcel a Graco y a su familia. Con eso tiene para ganar simpatías.

El mapa para el 2018 ha comenzado a delinearse. Hay cuatro partidos y un candidato que buscarán la gubernatura y una sociedad muy molesta con la clase política y sus representantes populares. Las estructuras sirven para llenar eventos, pero no garantizan el triunfo en las urnas.

El miércoles hablamos de los demás precandidatos.

  • posdata

Aunque desde la dirigencia estatal del PRD ven amplias posibilidades de concretar una alianza estatal con el PAN, en el congreso se mueven en sentido contrario.

Lo ocurrido la semana pasada en el parlamento antes y después de la votación de las leyes secundarias de la Reforma Electoral muestran que no existe ánimo local para ir de la mano con el PRD en las próximas elecciones. Es más: aunque desde la Ciudad de México ordenaran a los panistas formalizar un acuerdo con el Sol Azteca, lo que en realidad ocurriría es que desde el PAN se haría una muy fuerte contracampaña contra ese pacto.

Algo que no han revisado los estrategas del Sol Azteca es que dentro del congreso no hay estrategia política ni visión de largo plazo. La dirigencia vio desde hace varios meses la posibilidad de un pacto electoral con Acción Nacional y consecuentemente ha tratado de generar acuerdos con ese partido; en contraparte en el congreso se han cansado de golpear a los panistas, de evidenciarlos, de humillarlos y de crearles un anti perredismo personal.

Como van las cosas en el parlamento, es imposible pensar en una alianza real entre PAN y PRD, aunque lo ordene la dirigencia nacional. Los golpes del perredismo a sus adversarios legislativos (incluyendo al PRI) ha destruido los acuerdos que en otro nivel hizo la dirigencia y boicotean el plan que trazó Rodrigo Gayosso.

El dirigente perredista ha tratado de recomponer el rumbo, de cambiar la estrategia y de negociar con todos para tener un proceso electoral más terso y menos trompicado. Contrario a ello en la cámara se han cansado de golpear y de generar un encono que ha unido a los grupos con sus partidos y que puede dar vida a un gran frente en contra del PRD y su dirigente.

La formación del G10 en el congreso no es poca cosa. Si los integrantes de ese bloque se aplican, operan y retoman una agenda social, pueden ganar simpatías y focalizar el desgaste legislativo en el PRD.

La dirigencia que más trabaja en Morelos es la del PRD. El problema del PRD es que en su interior hay muchos tontos con iniciativa bélica.

  • nota

La nota se difundió la semana pasada, fue resultado de un estudio y nuevamente Morelos volvió a aparecer. Desde hace años hemos visto que nuestra entidad ocupa los primeros lugares en delincuencia, inseguridad y violencia y los últimos en desarrollo, empleo y paz. Ahora la medición fue sobre la corrupción y los resultados son penosos.

Así se ve la entidad gobernada por Graco Ramírez en una nota publicada por El Heraldo de México:

“De acuerdo con el estudio “Descifrando la corrupción en México”, realizado por el Centro de Desarrollo de Políticas Públicas, Ethos, Morelos es la entidad donde sus ciudadanos sufren más este delito.

El estudio logra la ubicación geográfica de la corrupción en el país. El segundo estado es Sinaloa, seguido Chihuahua, Michoacán y la Ciudad de México son las entidades en las que más actos de este tipo sufren sus habitantes, en proporción con el tamaño de su población.

Inmobiliarias: el monstruo de la corrupción

El estudio destaca una tendencia importante: Los tramites realizados ante los gobiernos estatales resultaron ser donde se presentan mayores niveles de corrupción. Los más comunes son pago de tenencia, en el Registro Civil, permisos relacionados con la propiedad, tramites ante el Ministerio Público, así́ como para abrir una empresa, entre otros.

Los sectores donde más actos de corrupción se presentaron son: corporaciones policiacas, partidos políticos, Gobierno Federal, gobiernos estatales, y Poder Legislativo.

Además de afectar al sector público, la corrupción también limita la capacidad de crear negocios. El estudio de Ethos hace referencia a la Encuesta Global sobre Fraude 2016, la cual revela que 82 por ciento de los empresarios encuestados sostienen que el soborno y la corrupción son prácticas habituales para hacer negocios.

La corrupción en las prisiones es generada por los carceleros

También hace referencia a una encuesta realizada por la empresa Enterprise Surveys, que revelaba que el 46% de los empresarios mexicanos encuestados afirmó ser testigo o haber incurrido en algún acto de corrupción.

Estos actos son: transferencias monetarias, favorecimiento de algún proveedor, contratación de algún empleado poco calificado, entre otros.

José Luis Chicoma, director de Ethos, dijo que la modernización de los servicios gubernamentales es una de estrategias más prometedoras para reducir la corrupción”.

  • post it

Carlos Alaniz votó en contra de lo que mandató su grupo parlamentario en la pasada sesión legislativa. Su postura provocó una agria reacción y la inmediata separación de la bancada, como orden directa se su dirigente.

El reclamo al diputado es por su indisciplina partidista, aunque se trata de un partido que no tiene línea política. El vacío que ha dejado la dirigencia de Juan Carlos Martínez Terrazas ha lastimado  mucho al grupo parlamentario y al proyecto azul en su conjunto.

Al diputado Alaniz se le puede reprochar que no atendió la orden de su dirigente, pero no el sentido de su voto. Lo aprobado en materia electoral es en su mayoría bueno y no va en contra de las políticas que el PAN ha seguido a nivel nacional.

¿Cómo pueden los panistas castigar a uno de sus diputados por aprobar una reforma que sí responde a una demanda social? Más aún: ¿Con qué cara la dirigencia de Acción Nacional recrimina el voto de uno de los suyos cuando a nivel nacional panistas y perredistas están unidos en varias elecciones?

Lo que ocurre en Morelos entre Alaniz y Terrazas es un asunto personal que afecta al partido y desestabiliza al grupo parlamentario. Los diputados azules obedecieron las órdenes de su dirigente, pero saben que esa misma línea se las van a aplicar a ellos en cualquier momento.

Reitero: Juan Carlos Martínez Terrazas es un mal dirigente que esta hundiendo a su partido en Morelos.

  • redes sociales

La pasión trolera se desató la semana pasada en una encuesta de Twitter. Unos y otros se pusieron como locos a meter votos en un ejercicio que no representó absolutamente nada.

Ese ejercicio no tiene ninguna validez, ni mayor impacto que el de un tuit cualquiera. ¿Se imaginan cómo se van a poner cuando estemos en proceso electoral?

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco www.facebook.com/Eolopachecomx

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