¿Por qué Del Mazo prefiere que voten pocos?
Los analistas estadunidenses llevan meses preguntándose cómo es que Donald Trump está en la Casa Blanca. Qué hizo en su campaña, qué no hizo la de Clinton, dónde estuvo el error de encuestadores y analistas de datos.
Hoy tenemos muchas respuestas, varias versiones de qué pasó, y cómo pasó.
Las explicaciones pasan por lo que hizo Brad Parscale, buen amigo de Jared Kushner y el líder de estrategia digital en la campaña de Trump. Por cierto, el texto más reciente que intenta explicar el rol de Parscale y la empresa Cambridge Analytica, se puede encontrar aquí (https://goo.gl/2lwOaJ).
Parscale ha explicado que una de las claves fue identificar a grandes segmentos de la población —personas que estaban enojadas y descontentas— que en el pasado no habían votado y, por lo mismo, ignoraban los encuestadores tradicionales y los principales medios de comunicación. Los científicos de datos de Parscale y Cambridge Analytica cambiaron sus modelos para reflejar esto, y la agenda y discurso de la campaña se transformó para atacar ese demográfico. “La estrategia de [Clinton] era ... ‘si saco a suficiente gente en las áreas urbanas, los republicanos no pueden compensar esos números en las áreas rurales’, ha explicado Oczkowski, de Cambridge Analytica. Poco sabía ella que casi todos los votantes rurales del país iban a votar en estas elecciones”.
En el caso de Estados Unidos, la correcta utilización de Facebook fue clave para llegar a esos votantes y movilizarlos. Por otro lado, la supuesta certeza del triunfo de Clinton, más los defectos propios de la candidata, desmovilizó a sus votantes.
En el Estado de México, el resultado del próximo domingo tendrá mucho que ver de cuántos votantes acuden a las urnas.
Hay testimonios de que el PRI lleva semanas utilizando su maquinaria para desmovilizar votantes pidiendo, por ejemplo, la credencial con pretexto de algún programa social para “perderla” hasta después de la elección. Aquí lo explica Jorge G. Castañeda (https://goo.gl/jn5elW).
Las elecciones donde gana la oposición tienden a ser aquellas de mayor participación y en las que participan votantes indignados que en otras situaciones se han quedado en su casa.
Hoy la lista nominal es de 11 millones 258 mil. Si la participación fuera la misma de 2011, votarían unos 5 millones 300. Con un millón 700 mil votos se puede ser gobernador. Que ese sea el número es lo que más importa a los priistas.