Con cartulinas, cantos y oraciones, mujeres, jóvenes y niños de Totolapan salieron ayer a las calles del pueblo para pedir paz, a dos días del enfrentamiento que devastó la cabecera municipal, protagonizado por policías estatales e integrantes de la agrupación Antorcha Campesina.
“Nunca, en la historia de nuestro pueblo, Totolapan, se ha visto violentado de la forma en que se ha hecho en este último año y medio, y lo que queremos todos los habitantes, sin distingos de partidos políticos ni de colores, ni de credos ni de nada, es la paz. Queremos seguir transitando por un pueblo que se ha distinguido siempre por ser un lugar pacífico, tranquilo”, expresó Maricela Flores Barona, habitante de la localidad.
La marcha inició en el punto conocido como La Mora, recorrió las calles del centro, pasó dos veces frente al Ayuntamiento y se abrió paso rumbo a la obra que constituye la médula del conflicto de año y medio: la construcción del mercado municipal.
En todo el camino, los participantes no hicieron más que cantar y rezar, apoyados por un sacerdote y varias monjas, pidiendo tranquilidad y paz.
“Tener no nos hace felices; ganar, contra todo y contra todos, no nos hace felices; lo que nos hace felices es el bien del pueblo, la paz del pueblo, la unión y todo el amor de un pueblo de paz, no de guerra, que Dios los bendiga”, expresó la monja Fátima al término de la procesión en el atrio del Ex Convento de San Guillermo.
Al final, las mujeres que participaron negaron que ésta fuera organizada por alguno de los que han formado parte del conflicto, como Antorcha Campesina o el grupo Tepalcates.
“No somos Antorcha, no somos Tepalcates, somos el pueblo que quiere paz”, dijo una de las asistentes, frente al altavoz.
En sus cartulinas, las mujeres extendieron mensajes de unión y diálogo para resolver el conflicto que ha traído consigo la edificación del complejo comercial, sin manifestarse a favor o en contra de la obra.