El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, resumió ayer el papel que corresponde, por una parte, a familiares de víctimas y organizaciones civiles y, por la otra, a los responsables de procurar justicia.
A los primeros: confiar en las instituciones y transitar por la vía del derecho en las investigaciones. Y a los segundos: realizar su trabajo de manera expedita, ética y profesional.
Y es que, observó, hay familias que, en su desesperación, se ven orilladas a pretender sustituir en su trabajo a la autoridad.
González Pérez habló así ante representantes de organizaciones, académicos y parientes de personas desaparecidas en Morelos, decepcionados todos de la fiscalía de esa entidad frente a sus reclamos de justicia.
Parece obvio lo de confiar en las instituciones pero, cuando no satisfacen o fallan las que se tienen a mano, existen otras en niveles superiores (nacionales e internacionales) a las que vale la pena acudir.
De lo contrario solo hay dos aguas: tratar de tumbar al gobierno, o cambiar de país.
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