El diputado Efraín Esaú Mondragón Corrales consideró así la situación y dijo que desde el pasado jueves no ha habido actividad al interior del Congreso local, pues la falta de liquidez ha impedido la funcionalidad de las oficinas de los integrantes del G10, cuyos diputados iniciaron este bloque contra el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Aseguró que desde noviembre su personal dejó de cobrar, bajo el pretexto de que supuestamente habría una reducción en la nómina por la situación económica que vivía el Congreso de Morelos.
Sin embargo, en febrero pasado se le notificó que la suspensión de los empleados es definitiva, luego de indicar que sólo le habían dejado al secretario técnico, lo único que aparece en la ley cuando era presidente de la Comisión del Trabajo, pero como se le retiró de ese órgano también le quitaron a sus colaboradores.
“Con el anuncio de la reducción del 20 por ciento en el personal, pues yo no tengo nada que reducir, pero ahora fueron más allá con la disminución en la dieta a los diputados y en eso sí me opuse, porque de mi propio sueldo pago al personal que me acompaña e incluso los gastos de oficina, ya que no hay agua, hojas ni nada”, exclamó.
El legislador del Partido Encuentro Social reconoció que ni siquiera las rentas de los edificios en donde están las oficinas de los diputados las han pagado.
Mondragón Corrales aseveró que de los 60 mil pesos que gana como legislador, sólo se queda con cinco mil pesos, toda vez que el resto lo destina al mantenimiento de su oficina, al pago de gasolina, personal de apoyo, abogados que requiere para fundamentar los temas jurídicos, entre otros.
Informó que ya se le pidió a la presidente de la Mesa Directiva, Beatriz Vícera, restituir a su personal básico, sin que haya respuesta satisfactoria.
Todo lo anterior, enfatizó, es por la abstención en la votación que se dio en el caso del alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco.
/FOTOS: FROYLÁN TRUJILLO