¡CON GRACO RAMÍREZ, NADA QUE CELEBRAR EN ESTE “DÍA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN”!..
Por: Felipe Villafaña
La relación prensa-gobierno en los últimos cinco años es de lejanía, de constantes enfrentamientos y hasta de burlas por parte del Ejecutivo, hacia los trabajadores y algunos editorialistas.
La realidad que como buen nativo de tierras ajenas a las de Emiliano Zapata, el gobernador Graco Ramírez mantiene un desprecio por los reporteros locales y hasta fobias demasiado personales.
El contacto con algunos medios locales por parte del gobernante es solamente a través de inserciones publicitarias, en su mayoría con grandes adeudos a la mayoría de las empresas, excepto una que es propia y la otra, tremendamente desprestigiada por sus imberbes propietarios y que editan lo que hoy se conoce como la gaceta oficial del gobierno.
Los excesos del gobernador y su ausencia del estado, sin embargo, son un asunto que suele ser evidenciado de manera cotidiana, porque aun y cuando no hay la publicación de lo que sucede en la entidad, las redes sociales han ocupado el lugar de los medios de comunicación locales, e incluso nacionales.
El que no sea nativo de la tierra donde nació la revolución agrarista y se peleó con fuerza la independencia de México, es un asunto que Graco Ramírez poco le interesa y plantea más su programa de gobierno como un asunto meramente personal.
Y es por lo anterior que para la base laboral de los medios de comunicación locales hoy deja de ser un día de festejos, de conmemoraciones y también como pasa con otros sectores es de protesta.
Hay enojo por parte de los representantes de los medios de comunicación por la excesiva soberbia, humillaciones y hasta –en algunos casos- amenazas veladas del propio Ejecutivo por quitarles el pan de cada día, al solicitar su renuncia a los editores.
Esto ha dejado como consecuencia que las redes sociales sean el espacio de los reporteros para emitir sus quejas, mismas que han sido consideradas por organismos nacionales e internacionales como actos de violencia hacia el trabajo reporteril.
Pero como Graco Ramírez es candil de su casa y farol de la calle, prefiere más la palestra y el gasto en los medios de comunicación nacionales en los que dibuja un Morelos inexistente, sobre todo en materia de inseguridad pública.
Después de muchos años, este 7 de junio será un día diferente y complicado para el estado, porque la libertad de expresión quedó cancelada por algunos editores locales que a cambio de la censura reciben trato preferencial.
La diferencia entre la base laboral de los comunicadores estatales y los discursos de apertura del gobernador Graco Ramírez es abismal, tanto que las últimas protestas de reporteros fueron hace menos de un par de semanas.
Y es que para el comisionado estatal de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra, quienes informan sobre la excesiva inseguridad en la entidad suele asegurar que son “reporteros inmiscuidos con la delincuencia organizada”.
No es el único servidor público con salir en descalificaciones hacia quienes realizan profesionalmente su labor de informar, también está el médico-partero metido a política Matías Quiroz Medina, que suele responder a preguntas “incómodas” tachando de ignorancia o falta de conocimiento a quienes suelen cuestionarlo.
Para cualquier tipo de información ahora hay varios servidores públicos estatales que prefieren “informar” sobre hechos a través de videos, que los presentan desde las redes sociales para evitar las preguntas del reportero.
Por ello es que la celebración del Día de la Libertad de Expresión será diferente, en la que habrá diversas manifestaciones de quienes diariamente caminan, sudan y están en el acontecer de los hechos.
La queja más que el desprecio de un gobernador alejado de la sociedad morelense, será el de exigir –como el resto de los sectores sociales- seguridad, misma que sigue sin darse a pesar de haber programas y protocolos especiales que en la entidad solamente son de discurso.
¿Qué celebrar hoy?, nada, solamente para muchos de los reporteros de a pie será un día de protesta y no de alabanzas hacia un gobierno que ha fallado, que está lleno de soberbia y falta de respeto a la libertad de expresión.
Lo bueno es que ya falta menos para que Graco Ramírez al concluir su administración huya de Morelos, como pasó con Javier Duarte, de Veracruz, porque casualmente sus “administraciones” son iguales, no similares.
Es cierto, algunos llorarán porque termine un gobierno que nunca lo fue en el estado, pero el 99.9 de los morelenses aplaudirá que haya un cambio de fondo en el rumbo y ahora si venga el desarrollo del estado.
También hay algunos presidentes municipales que por ignorancia y hasta soberbia desconocen el valor de la información, pero afortunadamente pronto terminarán su gestión para bien de sus comunidades.