Debido a que no han encontrado "buena voluntad" en la presidenta del Congreso, Beatriz Vicera Alatriste, para resolver la demanda del G-10 que exige el pago salarial de sus colaboradores, el coordinador de la bancada priísta, Alberto Martínez González le solicitó su renuncia.
Ayer, en una improvisada conferencia de prensa, dijo que la petición que hacía era respaldada por los diputados del G-10, integrado por priístas, panistas, la coordinadora de Nueva Alianza, del PES y Humanista, quienes desde el jueves de la semana pasada, mantienen "tomadas" las oficinas del Congreso en demanda del pago salarial de sus colaboradores, que en algunos casos llevan más de dos meses sin cobrar, según lo que han informado.
Con un tono de desesperación, el legislador consideró que lo mínimo en un conflicto, es el diálogo "y aquí no lo hay".
"Ojalá pueda haber una interlocución ya no sé con quién, no sé si tengamos que hablar con el gobernador del estado, Graco Ramírez para poder distensar toda esta situación", dijo.
Asimismo, el diputado Martínez González denunció que hay una evidente intención de desarticular el movimiento de protesta del G-10; muestra de ello es que el dirigente estatal del PRD, Rodrigo Gayosso ofreció al diputado priísta, Aristeo Rodríguez pagar la nómina de sus empleados a cambio de que se retirara de la "toma" de oficinas del Congreso.
"Es lamentable que en un conflicto en el cual somos diputados, haya una interlocución de una tercera persona que es ajena al Legislativo", resaltó.
El coordinador de la bancada priísta también aprovechó para desmentir que el
G-10 este fracturado como se ha querido "hacer creer"; aseguró que están firmes en su postura de continuar con la "toma" pacífica de oficinas hasta lograr los pagos quincenales de todos sus colaboradores.
Por último, consideró "de mal gusto" que en el afán de 'romper' la protesta que mantienen, se les haya informado que ayer se fumigaría la sede legislativa, acción que al final no ocurrió.