Más de mil 500 elementos del Ejército, Marina y Policía Federal están desplegados en Los Cabos, Baja California Sur, ante el resurgimiento de la violencia y a unas semanas de que inicie el período vacacional.
Fuentes de seguridad federal atribuyen esta ola de violencia a la disputa entre los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y lo que queda del de Tijuana.
En los últimos siete días, se reportaron al menos 19 personas muertas; entre ellas Carlos Paul Hernández, subdirector del penal local, así como el hallazgo de 14 cuerpos en una fosa clandestina en un paraje entre San José del Cabo y Cabo Pulmo.
Dos hombres fueron acribillados el primero de junio en un domicilio en la Colonia Guaymitas de San José del Cabo y al día siguiente, una mujer fue atacada a tiros en la colonia El Zacatal, en esa misma ciudad.
El martes 6, una persona fue atacada a tiros mientras se encontraba en la sala de espera de un consultorio dental y, apenas el jueves, un menor falleció cuando dispararon en contra del auto en el que viajaba con su padre.
En los primeros cuatro meses de este año suman 100 las averiguaciones previas abiertas por homicidio doloso, el doble de las iniciadas en 2016, de acuerdo con cifras oficiales
En Los Cabos laboran en tareas de seguridad 900 militares, 250 marinos, 300 policías federales, y 50 agentes de Investigación Criminal de la PGR, quienes realizarán tareas de inteligencia y otras de coordinación con las Policías locales.
Se informó que el despliegue federal considera la instalación de al menos 14 puestos de inspección vehicular en los accesos a Los Cabos desde La Paz, el corredor El Triunfo, Los Barriles, Santiago y Miraflores hasta San José El Viejo.