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SERPIENTES Y ESCALERAS

El conflicto en la Cámara de Diputados está dejando salir los secretos mejor guardados de la legislatura. Poco a poco conocemos de actos irregulares y acciones abusivas narradas por los propios representantes populares. La crisis económica está dando vida a una crisis política.

 

La crisis económica del Congreso Morelos está convirtiéndose en un problema político que amenaza con afectar la gobernabilidad del estado y exponer a varios legisladores. Lo que comenzó como un asunto doméstico y de operatividad legislativa es ahora un conflicto mayor en donde los actores involucrados se acusan mutuamente, lanzan amenazas, denuncian corrupción y advierten procesos jurídicos y actos de resistencia civil. Las diferencias económicas rompieron la estabilidad parlamentaria y afectarán los acuerdos políticos rumbo al 2018.

La toma de las instalaciones parlamentarias lleva más de una semana; en este tiempo el congreso no ha podido sesionar y los inconformes no han encontrado un punto de coincidencia con su contraparte. La demanda inicial fue por el pago de sueldos atrasados a más de 150 trabajadores de los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PES, Humanista y NA; ahora la exigencia es la revisión a fondo del manejo del gasto en el congreso y la forma como los coordinadores reparten los recursos.

La crisis que enfrenta el poder legislativo se va complicando día a día sin que las partes muestren disposición para resolver el problema. Unos y otros exponen sus razones, fijan posturas y no ceden. El problema de fondo es económico: no hay dinero para mantener el mismo ritmo de gasto, porque los recursos del poder legislativo se ejercieron anticipadamente desde el 2016 y se manejaron con profunda irresponsabilidad.

Veamos las cosas desde éste ángulo:

La legislatura pasada (la 52) ejerció un gasto anual de 395 millones; con esos recursos se cubría la nómina (trabajadores sindicalizados, de confianza y diputados) y se mantenía la operatividad parlamentaria. El pago de sueldos, prestaciones y compensaciones del congreso representaba una erogación anual de 152 millones de pesos. Al final del último periodo del tercer año legislativo, los diputados dejaron en la cuenta del congreso 96 millones de pesos, suficientes para cubrir la operación y los compromisos económicos hasta el último día del 2015.

Cuando llegó la nueva legislatura (la 53) los diputados denunciaron que sus homólogos salientes habían ejercido anticipadamente el presupuesto del 2015 y les habían entregado en ceros la cuenta del Congreso. Por esa razón debían solicitar un adelanto de participaciones, dijeron, para poder cerrar el año y cumplir con el pago de la nómina de todos los trabajadores. Corruptos, irresponsables, abuso de confianza y desviación de recursos, fueron algunas de las acusaciones que la 53 legislatura lanzó contra la 52.

El 2016 fue un año de tropiezos económicos en el Congreso. El presidente de la mesa directiva de la cámara de diputados, el priísta Francisco Moreno Merino, estableció nuevas reglas de actuación, lanzó fuertes acusaciones contra la perredista Lucía Meza y el panista Javier Bolaños y reiteradamente los acusó de manera pública de un quebranto millonario. Su reto principal como nuevo administrador de la cámara, decía, era solventar los adeudos heredados, reducir las nóminas infladas de los diputados anteriores y pagar los impuestos que la 52 nunca pagó.

El problema económico de la cámara se agudizó en el 2016 cuando repentinamente se acabaron los recursos económicos y hubo que solicitar varios anticipos de participaciones. Moreno Merino firmó los documentos enviados al Poder Ejecutivo en donde pedía ampliaciones presupuestales, pero la respuesta siempre fue que el recurso extraordinario no llegaría como una “ampliación”, sino como un “anticipo”. Ese detalle nunca incomodó al priísta: cambiaba los oficios y sustituía el concepto; lo importante era recibir el dinero.

Fueron varios los adelantos que en el 2016 pidió Paco Moreno con cargo al presupuesto del 2017; en diciembre recibió un último apoyo de 60 millones, aunque unos meses antes obtuvo de manera casi secreta un depósito por 25, del cual muy pocos se dieron cuenta y casi nadie sabe su destino.

La irresponsabilidad con que Paco Moreno manejó las finanzas del Congreso dio como consecuencia lo que hoy estamos viendo en la cámara de diputados. Con el dinero del Congreso el priísta intentó pavimentar su reelección y lo logró, pero no contaba que ese mismo aspecto, el dinero, provocaría su destitución un mes después de haber sido ratificado en el cargo.

Hoy la cámara de diputados enfrenta una crisis que no tiene precedente y ello obliga a la presidenta Beatriz Vicera Alatriste a tomar decisiones muy duras. Lo que desbalanceó las finanzas de la cámara de diputados no fue la operación o el gasto corriente, donde se hizo el boquete a las finanzas legislativas fue en las nóminas. Ahora para estabilizar las cosas se deben tomar medidas duras, pero inevitables, justo en el punto que provocó la quiebra de la cámara: la nómina.

En los días siguientes la tensión en el Congreso del Estado seguirá incrementándose, porque ninguna de las partes parece estar dispuesta a dar un paso atrás en su postura. Unos y otros entienden el fondo del problema, saben que el boquete económico creado por Paco Moreno (repartido entre todos) es el origen de la crisis actual, pero nadie parece estar dispuesto a hacer algo para resolver el trabuco. Todos hablan de una auditoría, pero ninguno da el primer paso.

En Moreno Merino se ha desatado una especie de nerviosismo y miedo frente a lo que está ocurriendo. El priísta sabe el tamaño del problema en el que se ha metido, entiende las implicaciones legales de su actuar y como abogado está consciente que, aunque puede aludir que repartió el dinero, el único responsable del manejo financiero es él y el único que enfrentará un proceso legal será él.

Moreno Merino anda desesperado: llama, pide ayuda, ofrece apoyos, presume tener grabaciones, afirma tener documentos y amenaza. “Sólo quiero que me dejen en paz” insiste, al tiempo de solicitar a los diputados pasados que no declaren más sobre el asunto para “bajarle” presión al problema. A pesar de las amenazas y solicitudes la presión no baja; Moreno Merino entiende el tamaño del problema que enfrenta, sabe que la crisis económica tiene implicaciones legales y políticas y que está a un paso de que lo expulsen de su partido. El único refugio que tiene Moreno Merino ahora es su grupo parlamentario y este ya le dejó claras las condiciones para no sumarse a las voces que piden su dimisión.

No se hasta donde va a llegar este problema, es probable que la crisis se prolongue por más tiempo, pero al final tendrán que pagar a los trabajadores. Eso, empero, es ahora el menor de los problemas; la crisis que se ha desatado ya no concluye con el sueldo de 150 empleados, el problema económico del Poder Legislativo es real y va más allá de esta inconformidad. Para que el Congreso pueda seguir adelante es necesaria una reingeniería financiera en las nóminas, porque de no hacerlo al final del año el congreso no podrá cumplir ni con el pago de los trabajadores sindicalizados.

Dos cosas hay que destacar sobre lo que estamos viendo en el congreso de Morelos: 1- El problema económico es real y para resolverse se necesita de la disposición de todos los diputados; la clave de la crisis está en las nóminas. 2- El boquete financiero en la legislatura 53 es enorme, nunca antes visto y representa una gravísima falta que no puede quedar impune. Resolver el problema sin castigar a quien lo provocó, confirmaría una enorme complicidad en un acto de corrupción de proporciones épicas.

En el Congreso de Morelos se está abriendo la Caja de Pandora.

  • posdata

La semana pasada Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD, dijo que su partido no iría solo a las elecciones del 2018: con MORENA o con el PAN, dijo; “primordial con MORENA”.

La respuesta a esa postura la dio este domingo el propio López Obrador: “No podemos ir en alianza con el PRD por la inmoralidad de sus dirigentes que están coludidos con un personaje tan corrupto como Miguel Ángel Yunes y en el Estado de México se exhibieron como paleros”.

A pesar de que la semana pasada el Sol Azteca insistió en la necesidad de unificar las izquierdas y construir un frente electoral rumbo al 2018, AMLO reiteró su desprecio al PRD. La segunda opción que tiene el Sol Azteca para sumar sus votos a un proyecto con posibilidad de ganar es el PAN; la última alternativa son los partidos emergentes. Cualquiera que sea el caso, tienen hasta octubre para registrar sus alianzas o coaliciones.

Estas circunstancias inciden en Morelos: si MORENA abriera sus puertas a un acuerdo con el PRD, se reconfiguraría el mapa de los aspirantes locales para incluir las fórmulas perredistas. Si esa circunstancia no se da, el camino del PRD es con el PAN, y ahí el Sol Azteca puede concretar un acuerdo para ir a la cabeza en la gubernatura y en la primera senaduría, lo que dejaría a los candidatos naturales de AN a un lado.

Pero dado el enfrentamiento actual entre panistas y perredistas, aunque la orden venga de México, localmente habrá resistencia y en lugar de sumar votos, la alianza encontrará un fuerte rechazo. Si el PRD espera construir un acuerdo electoral con AN, necesita trabajar localmente y convencer a la dirigencia, a la militancia y a los simpatizantes. Nada fácil.

  • nota

El manejo de los recursos en la cámara de diputados de Morelos se hizo de una manera tan discrecional que Javier Duarte se quedaría perplejo al ver lo ocurrido. No hay manera de entenderlo: en 2016 Francisco Moreno Merino ejerció un presupuesto superior a los 550 millones de pesos y solicitó más de 100 millones extras como adelanto de participaciones. ¿Cómo se los acabó? ¿En qué los gastó?

Entendamos de qué hablamos: El Congreso NO hace obra pública ni tampoco presta ningún tipo de servicio público a la comunidad; el dinero que reciben (+500mdp) es sólo para cubrir la nómina y el gasto corriente. ¿Cómo se pudo acabar Francisco Moreno Merino más de 500 millones de pesos en sueldos?

Ítem más: aunque el priísta argumenta que los responsables del quebranto son todos y que tiene documentado y grabado del momento en que repartió el recurso legislativo, el único legalmente responsable del dinero es él. En castellano: Quien firmó los cheques y ordenó las transferencias fue él y quien deberá dar la cara por el manejo de los recursos públicos del Congreso es únicamente Francisco Moreno Merino.

Cuando se retome la normalidad parlamentaria y reinicien los trabajos legislativos, vendrán nuevas votaciones en las que se verá el impacto que esta crisis ha tenido en los 30 legisladores. A partir de ahí podremos tener más claridad sobre lo que sucederá al interior de la cámara y de lo que vendrá en el futuro electoral de Morelos.

El desgaste de esta crisis legislativa es para todos los diputados.

  • post it

Cuernavaca es una pieza clave en el rompecabezas electoral del 2018. El candidato a la gubernatura es importante, pero su acompañante en el municipio capital es fundamental por el impacto en votos que representa la zona metropolitana.

Los partidos aún no han iniciado esa discusión, aunque ya hay varios interesados en buscar el espacio. Muchos actores han externado su interés de competir, pero pocos están trabajando en las calles y fortaleciendo su estructura social.

En este plano hay que observar a un personaje: Carlos Alaníz. Aunque las diferencias entre el diputado y su dirigencia son evidentes, en su distrito Alanís ha ido ganando liderazgo por su cercanía con la gente; Carlos no tiene apoyo institucional, pero sí respaldo de social y los votos para competir.

  • redes sociales

Paco se equivocó, pensó que Graco era Marco y trató de sacarle dinero bajo presión, cuenta un diputado que observó a detalle lo que pasaba en las reuniones de los Adrianos. A pesar de su experiencia, el chaparrito no consideró importante que los documentos que validaban la llegada de nuevos fondos económicos dijeran “anticipo” en lugar de “ampliación”; pensó que teniendo contentos a los diputados salvaría cualquier crisis, añade.

Paco fue arrogante, soberbio y omiso, no cuidó las formas y pensó que todos los morelenses eran pendejos a su lado. “Tengo instrucciones del señor” decía insistentemente a los diputados, refiriéndose  al presidente de la República.

Ahora que está metido en un problema Paco insiste en presumir su interlocución con la Presidencia de la República. “Pregúntenle a Memo” él les confirmará lo que les digo y entenderán el porqué de mi actuación y mi silencio.

El tiempo y sus errores han acabado con la credibilidad de Moreno Merino. Sus presunciones y sus amenazas, incluidas las que hace a través de los chats grupales de WhatsApp, han dejado de impactar y por el contrario, sólo generan burlas.

“Está desesperado, llama y no le contestan, amenaza con hacer públicos los documentos y las grabaciones, pero ya sabemos que no tiene nada”.

Como siempre: Paco Moreno fue víctima de sí mismo y de sus excesos.

Comentarios para una columna alegre: eolopacheco@elregional.com.mx

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