Coahuila: ¡votantes idiotas y corruptos!
Como saben, muchos opinócratas se sumaron a la “cargada” de que en Coahuila se cometió “un fraude histórico”, descomunal.
Peor aún, sin una investigación elemental —a veces sin leer lo básico—, los opinócratas validaron la doble moral de los perdedores, partidos y candidatos que por su incultura democrática —de no saber perder— lanzaron a la pira del descrédito a las instituciones democráticas.
Más, la misma incultura democrática llevó a políticos y opinócratas a ofender a los votantes de Coahuila, ya que —según los opinadores— los ciudadanos cometieron el “pecado capital” de votar por el PRI.
Es decir, esas mentes brillantes no entienden el voto a favor del PRI en Coahuila, si no es porque los corruptos votantes aceptaron dádivas y porque casi 15 mil ciudadanos funcionarios de casilla hicieron trampa. Coahuila vive entre votantes idiotas y corruptos, manipulados por órganos electorales tramposos. ¡Maniqueísmo puro y duro!
Pero lo que no dicen las mentes brillantes es que, por ejemplo, la de Coahuila es la elección estatal más compleja de la historia, en la que se eligieron un gobierno estatal, 25 diputados locales, 38 alcaldías; participaron 15 partidos políticos —todos los nacionales y seis locales—, quienes hicieron dos coaliciones —una total y una parcial—, lo que provocó que existieran más de 150 formas distintas de votar.
Esa complejidad provocó equivocaciones no solo entre votantes, sino entre funcionarios de casilla. Tal problema provocó errores en las sumas, la asignación de votos a las coaliciones, la duplicidad de votos, mal conteo y hasta campos sin llenar en las actas. Esas inconsistencias se presentaron en 494 actas, de un total de 3 mil 628; inconsistencias corregidas en el conteo final y el recuento.
Tampoco dicen que existen videos que confirman que no fueron violadas las bodegas donde se resguardaron las actas de escrutinio y que el instituto electoral realizó un recuento voto por voto, que confirmó el triunfo del PRI y la derrota del PAN.
Pero resulta más curioso que PAN, PRD y Morena no impugnaron las elecciones de diputados locales y alcaldías. Es decir, la oposición al PRI en Coahuila obtuvo mayoría en el Congreso y ganó algunas de las más importantes alcaldías, pero en ninguna de esas elecciones hubo fraude.
Es decir, los mismos 15 mil ciudadanos que contaron los votos para gobernador, contaron los votos para diputados locales, alcaldes y candidatos independientes. Y el PAN y sus aliados solo ven fraude en la elección de gobernador.
¿Es creíble? ¿O asistimos a la doble moral del jefe nacional del PAN, Ricardo Anaya, quien miente y destruye la confianza en las elecciones, a causa de su ambición de ser candidato presidencial?
Doble moral que aplaude la opinocracia.
Al tiempo.