Incognitapro

SERPIENTES Y ESCALERAS

Enrique Ochoa, el hombre que reportó un patrimonio de 38.8 millones de pesos, que recibió una liquidación millonaria, que posee una amplia flota de taxis y defendió a nivel nacional la honorabilidad de Paco Moreno, nombró al ex tesorero de Javier Duarte presidente interino del PRI en Morelos. Hay tres maneras de entender esta decisión: 1- Es corrupto y premia la corrupción. 2- El PRI negoció el estado. 3- Ochoa no conoce al PRI.

Perseguido por su pasado en el gobierno de Javier Duarte, señalado como uno de los operadores financieros del ex gobernador de Veracruz e investigado en la PGR por un desvío de varios cientos de millones de pesos, Fernando Charleston es lo peor que le pudo pasar al PRI de Morelos. Su llegada no anticipa nada bueno, por el contrario, cubre al priísmo local con una estela de corrupción y actos criminales. La pregunta flota en el ambiente ¿Ya negoció el PRI nacional a Morelos?

No hay manera de entender la decisión de Enrique Ochoa, que no sea la de regalar políticamente al estado. El nombramiento de un personaje con tan malos antecedentes públicos, y enemistado con el priísmo local no puede comprenderse fuera de un acuerdo nacional para que el PRI vuelva a perder la gubernatura.

Desde hace varios meses el priísmo local reclamaba cambio en su dirigencia, varios personajes hicieron campaña buscando esa posición y dialogaron para tratar de alcanzar acuerdos en ese sentido. Una y otra vez el comité nacional pospuso la convocatoria, Morelos quedó relegado de la agenda nacional y todo el tiempo se reiteró que la tierra de Zapata no pinta en el escenario del partido.

A pesar de ello mandar a Fernando Charleston como presidente provisional es un exceso. Su designación ni siquiera cuidó las formas, muestra el desprecio que le tiene el CEN a los morelenses y la poca importancia que le conceden al estado.

La llegada de Fernando Charleston no solo afecta a los morelenses. En cuanto se hizo pública la decisión de Enrique Ochoa, diversos medios nacionales y algunos internacionales recordaron que el recién designado presidente del PRI en Morelos es un personaje con pasado oscuro, relacionado con Javier Duarte, señalado por diversos actos de corrupción e investigado por el desvío de cientos de millones de pesos del erario. “Premia el PRI al ex tesorero de Duarte” fue la manera como se difundió la noticia.

Desde hace tiempo se hablaba de la intención de Charleston de tomar las riendas del partido en Morelos; en los pasillos de poder se cuenta que desde que llegó a la entidad entabló una buena y muy lucrativa comunicación con el gobierno del PRD y prometió tomar el control del partido hasta el proceso electoral para conceder al Sol Azteca las condiciones necesarias para ganar la elección del 2018. Charleston, dicen, ya negoció la derrota del PRI en el 2018.

Esa historia se ha contado desde hace tiempo, pero ahora parece convertirse en una realidad. Fernando Charleston fue designado presidente provisional del partido, pero sus allegados refieren que la intención es quedarse hasta pasada la contienda del próximo año. “No hay condiciones para renovar la dirigencia, los grupos están enfrentados y ninguno está dispuesto a ceder… por eso vamos a tomar el control y a conducir el proceso”.

Las probabilidades de que el comité nacional haya negociado el estado son altas; el nombramiento de Charleston así lo muestra. Está comprobado que Morelos no le interesa al comité nacional y por ello envían como responsable del proceso de renovación directivo a un personaje tan mal visto. El desprecio del CEN del PRI a los morelenses es tal que históricamente han dejado solo al partido, sin apoyo ni condiciones para ganar. Quienes llegan del comité nacional a Morelos siempre lo hacen con un objetivo: sacar dinero del priísmo local y hacer de la derrota un negocio. ¿Por qué ahora sería diferente?

Las cartas están sobre la mesa, los priístas morelenses han visto una vez más que no están entre las prioridades del comité nacional y que en cualquier momento pueden volver a ser negociados. El futuro depende de ellos: aceptar ser tratados como militantes de tercera o tomar la recomposición del partido en sus manos y luchar ellos mismos por ganar la próxima elección.

Si los priístas locales se ponen de acuerdo, pueden impedir que México los vuelva a entregar a Graco.

  • posdata

Un nuevo elemento salta en la crisis legislativa que agobia al Congreso de Morelos. Lo que comenzó como un problema doméstico por la falta de pago a 150 trabajadores ha expuesto el grave problema financiero en la cámara, producto de la mala administración que tuvo Francisco Moreno Merino.

Hace unos días se conoció la existencia de un contrato millonario celebrado por el entonces presidente de la mesa directiva y una empresa dedicada a la armonización contable. La idea se dio a conocer en la conferencia, ahí el presidente habló de la necesidad de implementarla y las bondades que ofrecía la empresa.

Lo que no se dijo, comentan algunos coordinadores, fue el monto que se invertiría en la armonización contable; “un programa de este tipo cuesta alrededor de medio millón de pesos, dice un diputado que como alcalde ya adquirió un programa de este tipo”.

La sorpresa es ahora que se sabe que el entonces presidente de la mesa directiva de la cámara de diputados, el priísta Francisco Moreno Merino, contrató un software de armonización contable por un monto de 45 millones de pesos. ¡45 millones de pesos!

La falta de liquidez impidió a la cámara cumplir con el pago, pero la empresa contratada por Moreno Merino ya demandó al Congreso y exige el pago de lo acordado. Hoy la Legislatura 53 enfrenta una demanda por el incumplimiento del pago de dicho servicio y existe el documento firmado por el presidente (Moreno Merino) que valida el costo y la instalación del programa.

El tema ha provocado un profundo enojo al interior del parlamento, muchos diputados no conocían de este contrato y los mismos coordinadores, al ser cuestionados al respecto, refieren que se planteó la necesidad de implementar la armonización contable, “pero nunca se mencionó el precio”. “Es un abuso de confianza de Paco Moreno”.

La historia no concluye ahí: además de la rúbrica del presidente de la cámara, dos trabajadores del Congreso habrían firmado como testigos de la operación: Patricia Bandera y Alberto Chamy; lo llamativo es que ninguno de los dos reconoce haber participado de esa transacción y los dos  alegan que sus firmas fueron falsificadas.

El tema es complejo, el enfado de los diputados al conocer del contrato y la demanda de 45 millones contra el congreso de Morelos es enorme y todos señalan como único responsable a Francisco Moreno. Insisten: “la conferencia conoció de la intención de contratar este servicio, sabíamos que en la legislatura pasada se compró el mismo software por 150 mil pesos… nunca esperamos que Paco lo adquiriera por 39 millones (la demanda es por 45)… ¡Es un abuso de confianza!”

Este asunto camina en dos vías: políticamente ha unificado a la legislatura en contra de Francisco Moreno, hay un profundo enojo en contra del diputado y hasta aquellos que hasta hace poco mostraban solidaridad con su persona, ahora expresan su malestar y deseo de que se proceda en su contra. “Poco a poco nos vamos enterando de sus excesos, de la manera como manejó a nuestra espalda muchas cosas y la forma como, sin pasar por la conferencia, hizo fuertes movimientos económicos… y ahora resulta que además de todo lanza amenazas, habla de grabaciones, de documentos, de compromisos personales… ¡Que los haga públicos!”.

Legalmente la historia es otra: la demanda por 45 millones de pesos contra la cámara de diputados se puede prolongar hasta quedar en manos de la siguiente legislatura; ahí el panorama es muy complejo para quien firmó el documento, pues difícilmente los próximos diputados aceptarán cargar con un asunto así y seguramente procederán contra quien firmó un contrato tan abusivo. En ese momento Francisco Moreno ya no tendrá fuero.

El ambiente al interior del Congreso estatal está cada vez más tenso. Por un lado está la molestia del G10 por la falta de pago a sus trabajadores, por otro el enfado del G20 porque se les redujo en 50% su nómina y ahora el enojo de los diputados por los actos abusivos del ex presidente Moreno Merino.

La tensión al interior del parlamento se nota, se escucha y comienza a provocar inestabilidad política. Poco a poco estamos conociendo en dónde quedó el dinero.

  • nota

Las cosas siguen sin salirle bien al ex alcalde de Cuernavaca. Los errores cometidos al frente del ayuntamiento capitalino, pero sobre todo los que sigue cometiendo luego de que dejó el cargo, se convierten en una pesada loza que impide a Manuel Martínez recuperar el capital político que tuvo en otro tiempo.

Hace tiempo quien escuchaba hablar al ex edil podía dar crédito a su versión: fue engañado por sus colaboradores, le mintieron sus amigos y le traicionaron sus correligionarios. Hoy es imposible aceptar esa sola versión.

Manuel Martínez pasó de ser una promesa política a una decepción como gobernante; después de varios años el ex priísta sigue cometiendo los mismos errores que lo hicieron fracasar como alcalde y lo relegaron como político. Garrigós es arrogante, incongruente y le gustan las mentiras; ha hecho una buena defensa legal de su causa, pero no ha sabido recuperar socialmente su credibilidad.

Peor aún: sus últimas acciones públicas lo alejan de la gente, lo muestran inmaduro y lo colocan de nueva cuenta en el ojo del huracán.

Cinco años después de que dejó el gobierno municipal Manuel Martínez no ha sabido recuperarse de sus errores, por el contrario, los repite y se vuelve una figura que ningún partido acepta. MORENA ha sido el último partido que le ha rechazado.

  • post it

La llegada de Fernando Charleston impactará en otros partidos políticos. La presencia en el PRI de un personaje relacionado con Javier Duarte provocará un sentimiento de rechazo hacia las propuestas que haga el Revolucionario Institucional.

¿Y cómo no?

Después de conocer el saqueo cometido en Veracruz resulta imposible aceptar que un operador de Duarte, ahora preso en una cárcel de Guatemala, llegue a Morelos como encargado del partido. ¿En qué estaba pensando Ochoa?

Con Charleston enfrente, el PRD tiene la oportunidad de acusar al PRI de corrupto, de recordarle a ese partido los enormes saqueos cometidos en el puerto y las evidentes complicidades que existen en el partido de los tres colores. Con Charleston en el partido el PRD no solo tiene un Caballo de Troya, también tiene un muy buen argumento público para promover el voto anti PRI en Morelos.  

  • redes sociales

El primer cuadro de Cuernavaca está siendo remodelado… una vez más.

Marco Adame remozó varias calles del centro histórico, quitó el puente del primer cuadro y colocó concreto en diversos sitios; el resultado fue un zócalo más atractivo y con perspectiva de mayor amplitud a un  precio razonable.

Luego llego Graco Ramírez y destinó más de cien millones sólo a cambiar el piso de la plaza de armas, eliminar las jardineras y colocar plantas nuevas; la obra quedó bien, aunque a un precio multimillonario.

Ahora de nueva cuenta hay máquinas en el zócalo: se está removiendo el concreto instalado hace apenas unos años y colocando en su lugar una especie de loza color gris. Se ha reducido sustancialmente el tránsito y ampliado la zona peatonal. Muchos millones más se destinan a este nuevo proyecto.

La remodelación, según la maqueta dada a conocer, quedará muy bien. El problema en las obras es la calidad de los materiales y el poco profesionalismo de las empresas encargadas de realizarlas. A menos de un año de que se hicieron, las remodelaciones en el centro histórico de Cuernavaca lucen viejas y deterioradas.

¿No hay alguien en el gobierno estatal que supervise la calidad de los materiales? ¿A nadie se le ha ocurrido exigir a los contratistas una explicación sobre el rápido deterioro de sus construcciones? ¿No piensan aplicarle la fianza a nadie?

El gobierno de nueva visión paga obras a precios altísimos que nadie en este país pagaría; a pesar de ello, en poco tiempo, las remodelaciones lucen mal porque el material y la mano de obra fueron de mala calidad.

En Morelos la obra pública se adjudica a los amigos, se paga a sobreprecio y se hace de mala calidad. Así es la Nueva Visión.

Comentarios para una columna contenta: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco www.facebook.com/Eolopachecomx

Ámbito: 
Local
Autor(es):