Dr. Hertino Avilés Albavera
2017-06-21
El 4 de diciembre del año 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió la resolución 55/76, por la que se decidió que a partir del 2001 el día 20 de junio fuera el día Mundial de los Refugiados. Como es costumbre con los días internacionales de la Organización de las Naciones Unidas, cada año hay un tema diferente para abordar la problemática en cuestión; el tema de 2017 lleva por título “Con los Refugiados.”
Este año, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha decidido invitar a la sociedad internacional a participar mediante la firma de una petición, la cual tiene como objetivo recordar a los líderes que cumplan los compromisos adquiridos en septiembre del año pasado, a través del Pacto Mundial sobre los Refugiados. En la petición, se pide a los líderes mundiales que aseguren que cada niño refugiado reciba educación, que cada familia refugiada tenga un lugar seguro dónde vivir y que cada refugiado pueda trabajar o aprender nuevas habilidades para mantener a su familia.
El documento original del 19 de septiembre de 2016, la llamada Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes, contiene lineamientos y compromisos más extensos que la petición, entre ellos: Proteger los derechos humanos de todos los migrantes sin importar su estatus; prevenir y responder en casos de violencia sexual y basada en el género;apoyar a los países que rescatan, reciben y albergan grandes números de refugiados y migrantes; condenar fuertemente la xenofobia contra los refugiados y los migrantes; fortalecer las contribuciones positivas hechas por los refugiados al desarrollo socioeconómico de los países anfitriones; mejorar la entrega de ayuda humanitaria a aquellos países más afectados; etc.
Este tema cobra mayor relevancia y urgencia al momento que la Agencia de la ONU para los Refugiados revela que se alcanzó una nueva cifra récord con 65.6 millones de personas refugiadas, desplazadas o en busca de asilo político, lo que significa un incremento de 300,000 personas tan solo de 2015 a 2016. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados calificó esta situación de desalentadora a la vez que comentaba que el mundo parece haberse vuelto incapaz de lograr la paz.
Los datos del informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) muestran que los tresprincipales países de origen de los refugiados son Siria, Afganistán y Sudán del Sur. En cuanto a la población de desplazados internos, encabezan la lista Colombia, Siria e Irak. Según el reporte, México cuenta con 6,202 refugiados y 2,647 solicitantes de asilo pero no aparece ningún dato sobre desplazados internos. Es importante aclarar, que el reporte se elabora con los datos enviados por los gobiernos a Naciones Unidas.
Según datos de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C. (CMDPDH), en México hay unas 310,527 personas desplazadas. Tan sólo en el año 2016, se reporta un incremento de 23,169 personas. Sin embargo, si el gobierno mexicano no reconoce nienvía estos datos a ACNUR, entonces la población vulnerable mexicana no puede recibir ayuda de la comunidad internacional.
En cuanto a la legislación aplicable a la materia de refugiados y desplazados se encuentra la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, la cual da directrices a los Estados Contratantes como la prohibición de discriminar a esta población, la de facilitar documentos de viaje, la de libre acceso a los tribunales de justicia, la de otorgarles los mismos derechos que a sus nacionales en cuestiones de trabajo, educación, tributación y seguridad social. México cuenta con dos leyes en la materia, la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de 2011 y la Ley General de Víctimas de 2013. La primera aborda temas de extranjeros que teman por su vida en su país de origen, estableciendo los principios de no devolución, no discriminación, unidad familiar, confidencialidad, etc. La segunda, busca garantizar a los nacionales en condición de desplazamiento interno medidas de protección, ayuda médica y psicológica, alojamiento y alimentación.
En la mayoría de los países, un debate común que se presenta es el relativo al auxilio de los extranjeros sobre el de los nacionales necesitados. Sin embargo, si se piensa en la universalidad de los Derechos Humanos y se toma en cuenta la fragilidad de la paz en el mundo, es fácil advertir que en la medida que el Estado asegure y la población exija el pleno respeto y cabal cumplimiento a los Derechos Humanos, no habrá necesidad de distinción entre derechos de nacionales y extranjeros, toda vez que el ideal de los Derechos Humanos radica en que sean aplicablespara todos y en todas partes sin importar distinción alguna.
Este Día Mundial de los Refugiados nos sirve para estudiar si las leyes y sus mecanismos son suficientes para la protección de cualquier ser humano que caiga en estas situaciones de extrema vulnerabilidad; así como para reflexionar y valorar la paz y condiciones de estabilidad, por relativas que puedan ser, de las que gozamos quienes tenemos la fortuna de vivir en zonas libres de conflictos armados y libres de persecuciones religiosas o motivadas por origen étnico, orientación sexualo por afinidad política.