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EL UNIVERSAL: Operan 2 millones de ambulantes en CDMX

Sólo 5% de vendedores ambulantes en la CDMX, de los 2 millones que hay, están autorizados para operar en las calles (109 mil legalizados); pagan unos 2 mil pesos al mes a la delegación o la policía capitalina
El comercio ambulante en la Ciudad de México es la consecuencia de políticas públicas mal aplicadas para generar fuentes de trabajo, consideran expertos en el tema. (LUIS CORTÉS. EL UNIVERSAL)

La Ciudad de México (CDMX) únicamente tiene registrados a 5% de todos los ambulantes que trabajan en las 16 delegaciones que la integran. El último padrón del Sistema de Comercio en Vía Pública (Siscovip) contabiliza, oficialmente, a sólo 109 mil 186 de los más de 2 millones de vendedores informales que, estiman expertos, hay en la capital.

De éstos, 95% opera “bajo el agua”. Y lo hace así porque conseguir la licencia no es sencillo y, en muchos casos, no pueden esperar a completar el trámite.

Rodrigo Meneses, director del Departamento de Ciencias Sociales del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), calcula que el permiso se logra tras aproximadamente seis años de trabajar en la calle. “Tienes un horario, tienes que cubrir ciertos requisitos, tienes que hacer un mapa atrás de la hojita estableciendo exactamente dónde te vas a ubicar, qué vas a vender, cuáles son las medidas que necesitas, los horarios, y anexarlo a una lista de por lo menos 10 firmas que avalen tu experiencia. Horarios, matutino, nocturno y mixto”, externa.

De acuerdo con información de la delegación Cuauhtémoc, esta licencia no tiene costo, pero tiene una vigencia de tres meses. Después, la renovación cuesta 540 pesos por cinco días, y 637 pesos por seis. Los horarios con mayor número de trabajadores informales en las calles de la CDMX son de 10:00 a 18:00 horas.

Saber cuántos comerciantes informales hay en la vía pública es cuestión de sumarle algunas variables. “El número de personas registradas por lo menos lo tienes que multiplicar por cuatro, de ese número además están los chalanes, charolas, aguadores, seguridad. Te va a dar, más o menos, entre los 2 millones de personas”, señala Meneses.

En la delegación Cuauhtémoc no se ha dado ningún permiso nuevo desde que entró la administración de Ricardo Monreal, en 2015. Bajo su gobierno, hasta 2016, se levantaron más de 5 mil puestos de la vía pública y más de 100 puestos metálicos debido a quejas de vecinos de la zona Centro. Estiman que al final del mandato habrán regularizado a 40% del padrón de ambulantes en sus calles.

Opción ante el desempleo

La delegación central de la CDMX es la cuarta en total en población de ambulantes, con 10 mil 956, sólo detrás de Iztapalapa, que tiene 17 mil 998 personas; Gustavo A. Madero cuenta 17 mil 687 personas y Venustiano Carranza 11 mil 137, según el padrón del Siscovip.

“Los comerciantes son estructuras familiares añejas, generaciones que por razones de vulnerabilidad económica y desempleo, recurren a la informalidad. Hay gente mayor, jóvenes. Son personas que necesitan tener flexibilidad en sus horarios, estudiantes, amas de casa que cuidan hijos o familiares, y que buscan complementar su ingreso”, explica Alejandra Silva Londoño, académica de la Universidad Autónoma de México (UAM).

En el análisis de expertos se evidencia que el aumento de trabajadores informales es directamente proporcional a la situación económica del país.

“Hemos tenido crisis económicas recurrentes desde 1982, ocasionando un incremento en el ambulantaje, a eso se añaden factores como la llegada de mercancías de Asia”, destaca la doctora Silva Londoño.

Por lo cual se suma otra variable para el conteo real de comerciantes informales, pues cada día puede surgir uno más.

Esta lectura de la situación laboral también la explica y reconoce el director de Mercados y Vía Pública de la delegación Cuauhtémoc, Herman Domínguez. “El comercio ambulante es la consecuencia de políticas públicas mal aplicadas. Y de la falta de empleo en el país. Son personas que en muchos casos no tienen dónde ir a trabajar. O se dedican al comercio en vía pública o se dedican a asaltar.

“El trabajo es un derecho que está avalado por la Constitución Mexicana, el artículo cuarto lo reconoce como un derecho, entonces, siempre es problemático por lo mismo. Porque si bien los comerciantes no tienen derecho a apropiarse del espacio público, tienen derecho al trabajo”, plantea Silva Londoño.

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Infografía: LUIS CALDERÓN
 

Leyes cambian con el tiempo

Desde que se creó el primer reglamento de comercio semifijo y ambulante en 1931, hasta la Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal en 2004, las definiciones son enredadas, desde que podían vender en el resto de la CDMX mientras no fuera en Centro Histórico, hasta una ley que no reconoce ninguna actividad callejera negativa: prostitución, ambulantaje, grafiti, pero sí reconoce actividades específicas que deben de ser sancionadas.

“A los ambulantes, sin nunca mencionarlos, en el artículo 25, fracción 4-5, se establece que toda aquella persona que impida el libre tránsito y movimiento será acreedora a una sanción. En 2006 lo que hacen es que aumenta dramáticamente el número de ambulantes con permiso, sobre todo en la delegación Cuauhtémoc, casi 50%, en general, pero particularmente en esa demarcación”, explica Rodrigo Meneses, del CIDE.

De 2010 a 2015 se detuvieron a 151 personas, 183 por impedir u obstruir el paso en vía pública (artículo 25, fracción III de la Ley de Cultura Cívica del DF). La delegación donde más se aplicó esta ley fue Cuauhtémoc, con 64% de los detenidos, le sigue Miguel Hidalgo con 11%, y luego Benito Juárez, con 6.6%.

En el registro del padrón del Siscovip, el 2006 es el año con más ambulantes registrados, con un total de 295 mil.

De ahí el número de permisos otorgados disminuyó drásticamente.

“Por ejemplo, se supone que a partir de 2006 la delegación Cuauhtémoc no puede dar permisos para laborar dentro del primer cuadro, entonces los permisos que tuvieran los debían cancelar”, especifica el doctor Meneses.

Como ya explicamos, muchos comerciantes son parte de generaciones que se han dedicado a lo mismo, algunas de estas familias son las que lideran las asociaciones, que, aunque en un inicio buscaban proteger a los comerciantes, hoy les cobran derecho de piso. “Un ambulante al mes debe de estar pagando cerca de los 2 mil pesos desde protección, permisos, otros servicios de basura, vigilancia. Y eso estamos hablando mensualmente”, puntualiza Rodrigo Meneses.

Son estas organizaciones las que muchas veces asignan lugares, pues la delegación les otorga permisos y ellas las fraccionan: si tienen un permiso para un espacio de un 1.20 metros cuadrados, lo dividen en tres y esos están amparados.

Además, ha surgido toda una economía alterna: los traspasos de locales en el mercado informal van desde los 30 mil hasta los 200 mil pesos. Mientras que dentro de los mercados puede alcanzar hasta los 2 millones de pesos.

La especialista Alejandra Silva Londoño explica que, desde la creación del programa de mercados públicos en 1950, han habido oleadas de mano dura o suave con los trabajadores informales en vía pública.

Sean momentos de mayor tolerancia o épocas de intolerancia, el ambulantaje en la Ciudad de México no tiene un conteo real y cada día pueden aparecer más. Trabajar en el ambulantaje es estar en mares de nadie, nadando debajo de un iceberg, y esperando no chocar contra él.

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