La propuesta de Alejandra Barrales de llevar al PRD a un Frente Amplio, generó las primeras resistencias al interior del sol azteca.
Dolores Padierna, que es coordinadora parlamentaria en el Senado gracias al respaldo de Barrales, pidió a los militantes “desobedecer” a la dirigente nacional.
El Frente Amplio es una simulación para aliarse con el PAN, dijo Padierna. Con esta declaración el grupo bejaranista se ubicó en franca rebeldía.
No es la primera vez que lo hacen, ni la primera vez que se habla de que podrían irse con sus ligas a Morena. ¿Por qué no lo han hecho?
Por una razón sencilla y contundente: López Obrador los recibiría pero no les daría nada a cambio. Por eso mejor se quedan en el PRD.
Sin trampas
Ante los resultados de la más reciente encerrona panista, de la que emergió zarandeado el grupo Calderón-Zavala, Margarita ha tenido que ajustar su estrategia.
No se opone de manera frontal al Frente Amplio, pero pide dos cosas: que Ricardo Anaya ponga fecha a su salida de la dirigencia nacional del partido, y que no le hagan trampa.
Dos peticiones lógicas, pero muy difíciles de concretar.
Anaya se aferrará a la dirigencia nacional porque es la fuente central de su poder para decidir sobre la nominación. Desde ese cargo controla la estructura.
Lo de no hacer trampas es una quimera en el PAN y los demás partidos, Margarita lo sabe.
Curul para el cártel
Conforme avanzan las investigaciones del caso de Lucero Sánchez, conocida como la Chapodiputada, se consolida la versión de que no sólo tenía una relación sentimental con el capo.
Se habla de conspiración para traficar mariguana y lavado de dinero.
Lo importante del caso no es la cuestión personal, sino que Sánchez haya sido cómplice de las actividades delictivas del Chapo con una curul en el Congreso de Sinaloa, al que llegó, por cierto, abanderando al PAN.
Una irregularidad inadmisible que lleva a preguntar ¿quién la propuso, y cómo fue que pasaron por alto su relación estrecha con uno de los criminales más peligrosos del orbe? ¿Habrá otros legisladores en el Congreso estatal bajo sospecha de operar a favor del Cártel de Sinaloa?
Pegasus sin frontera
El caso del supuesto espionaje a periodistas y activistas mexicanos navega en aguas internacionales.
Lo colocó sobre la mesa The New York Times. Ahora, la PGR anunció ayer que el FBI y la Unión Internacional de Telecomunicaciones coadyuvarán en las investigaciones para conocer su origen. Diversas empresas de telefonía también tendrán que declarar.
El FBI posee artilugios que podrían arrojar luz sobre el caso, pero se trata de un organismo de seguridad de un país extranjero. El Departamento de Justicia de Estados Unidos sería parte de una investigación delicada que involucra al gobierno mexicano.
¿No bastaba con el apoyo técnico a la investigación de la Escuela Superior de Ingeniería del IPN?