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Los sensores, un negocio de exfuncionario; conflicto en contaminómetros

CIUDAD DE MÉXICO.

Un exfuncionario de la Ciudad de México impulsa los contaminómetros que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) pretende instalar en el Valle de México, para cazar a los conductores de autos que más contaminen.

José Antonio Mejía García, representante en México de Opus Inspection Corporation, empresa de los sensores móviles, trabajó hasta junio de 2014 en la Secretaría del Medio Ambiente del entonces Gobierno del Distrito Federal.

Ahí laboró bajo las órdenes de Sergio Zirath Hernández Villaseñor, cercano de Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Semarnat.

Lacy Tamayo también trabajó, entre 1989 y 1997, en la Dirección General de Proyectos Ambientales y en la de Prevención y Control de la Contaminación Ambiental del gobierno capitalino.

Ahora los tres involucrados desarrollan la Norma Mexicana para avalar los contaminómetros.

Fotomultas ambientales: exfuncionario suministra sensores

José Antonio Mejía laboró en la Sedema; hoy representa a la proveedora de los radares.

La empresa estadunidense Opus Inspection Corporation, que fabrica el sensor móvil para los radares que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) pretende utilizar para aplicar fotomultas a vehículos contaminantes en circulación, tiene como representante en México a un exfuncionario de nombre José Antonio Mejía García.

Ingeniero químico de profesión, Mejía García laboró hasta junio de 2014 en la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), donde trabajó bajo las órdenes de Sergio Zirath Hernández Villaseñor, uno de los hombres más cercanos a Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Semarnat.

Este funcionario federal también pasó por la Sedema entre 1989 y 1997. Ahí ocupó la Dirección General de Proyectos Ambientales y la Dirección General de Prevención y Control de la Contaminación Ambiental.

Hernández Villaseñor, amigo y en su momento subordinado de Lacy Tamayo, llegó a ser director de Programas de Transporte Sustentable y Fuentes Móviles de la Sedema hasta 2013 para después convertirse en director de Investigación sobre la Calidad del Aire y los Contaminantes Climáticos de Vida Corta del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.

En tanto, Mejía García ocupó la jefatura de la Unidad de Seguimiento Técnico de Verificación Vehicular de la Sedema y luego se convirtió en representante de Opus Inspection Corporation, dueña de la patente de los sensores móviles.

Hoy, los tres exfuncionarios de la Sedema elaboran la Norma Mexicana  que busca dar validez a los equipos remotos, dos como funcionarios públicos federales y otro como representante comercial. Eso lo confirma una lista de asistencia a una reunión de trabajo, de la que este diario tiene copia.

Excélsior dio a conocer ayer que la falta de lineamientos técnicos para la operación de los sensores, que debe emitir el Centro Nacional de Metrología, abre la puerta para que los automovilistas que sean sancionados por contaminar puedan interponer un amparo.

Además, el dispositivo de Opus Inspection Corporation es único en su tipo, por lo que incurriría en prácticas monopólicas.

La Comisión Federal de Competencia Económica emitió el 11 de febrero una opinión contra el contaminómetro, al considerar que “puede impedir o distorsionar el proceso de competencia y libre concurrencia”, porque sólo hay un proveedor del equipo en el país y la Norma Mexicana que se elabora toma elementos técnicos del manual del usuario creado por el propio fabricante.

 

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Nacional
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