, y el aspirante perredista Juan Zepeda tuvieron un encuentro privadísimo. El 7 de mayo, don Andrés Manuel insistió al jefe de Neza que declinara a favor de la candidata morenista Delfina Gómez y, por si fuera poco, que lo hiciera el día del segundo debate, el 9 de mayo. A cambio, nos relatan, AMLO ofreció a don Juan un escaño en el Senado y puestos en el gabinete de doña Delfina, de ganar la elección mexiquense. Con un tono directo, nos comentan, y sin hablarle de usted, como le gusta al tabasqueño, Zepeda se montó en un no, no y no, con el argumento de que López Obrador había sido muy rudo y hasta majadero en su trato con el PRD. Al final de la contienda electoral, nos explican, Zepeda hizo que el líder morenista pagara el costo por el hecho de que las izquierdas no pudieron vencer a la maquinaria priísta en suelo mexiquense. Esa es parte de la historia de aquella reunión secreta.

 

Sacan los cuchillos contra traidores perredistas

En el Partido de la Revolución Democrática miden a sus militantes con doble rasero, pero ni duda cabe de que van a sacar los cuchillos. Nos recuerdan que aún queda en la memoria cuando se exigía la expulsión de Guadalupe Acosta y Fernando Belaunzarán por andar haciendo campaña a favor de candidatos ajenos al perredismo. Ambos se defendieron con uñas y dientes a pesar de tener en contra los estatutos del partido, pero mucho pesó que se trataba de cuadros muy grillos a quienes acabarían haciendo un favor si los echaban de las filas amarillas. Pero nos dicen que la Comisión Nacional Jurisdiccional ahora sí afiló la navaja y va a cortar cabezas de los amarillos que han apoyado a Morena en los últimos meses. En la lista se encuentra la senadora Luz María Beristáin y el secretario de Políticas de Alternativas de Seguridad Pública, Rey Morales Sánchez, por firmar un pacto en público con Andrés Manuel López Obrador. Se acabaron las complacencias, dicen perredistas.

 

Ponen lupa al sistema anticorrupción

Después de las diversas irregularidades denunciadas en el seno de la Comisión de Selección para la integración del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, SNA —pues hicieron valer más la cuota de género que otros aspectos como la capacidad técnica—, ahora un grupo de contadores y ciudadanos preocupados con el tema crearon el Observatorio del SNA, que encabeza Gerardo Lozano Dubernard, uno de los candidatos a quien desestimaron para el comité. Nos comentan que el objetivo de estos ciudadanos es poner lupa a las acciones y políticas que salgan del nuevo mecanismo para combatir los actos de corrupción, y aunque señalan que es con ánimo constructivo, para ayudar a mejorar las acciones de fiscalización, lo cierto es que buscan que el SNA haga bien su chamba, “sin cuotas ni cuates”.

Congreso y la política del avestruz

En la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se olvidó el asunto de Venezuela, en el cual el canciller Luis Videgaray promovió sin conseguirlo una resolución de la OEA, adversa a Nicolás Maduro, y a favor de la normalidad democrática en el país sudamericano. A Videgaray le faltaron votos de la asamblea general que se llevó a cabo en Cancún, y ante esa carencia, diputados y senadores optaron por guardar silencio y llevan dos sesiones sin tocar el punto. En el Senado registraron, incluso, como se ha dicho, que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, prefirió irse a departir con el ex presidente Felipe Calderón. Y, mientras, los problemas se agudizan en Caracas. No se sabe cuándo el Poder Legislativo asumirá una postura frente al expediente venezolano, nos comentan.

 

***En la foto: Andrés Manuel López Obrador y Juan Zepeda. (ARCHIVO. EL UNIVERSAL)