En cinco años, la primera generación que reciba su pensión a partir de las Afore estará en problemas aseguran expertos, principalmente porque esta será baja, lo que causará descontento.
El sistema actual de pensiones de México va directo al colapso, advirtió la OCDE.
Por ello, más allá de analizar si se puede o no elevar la contribución, lo que urge es reformar todo el esquema, alertó Pablo Antolin Nicolás, economista de la Unidad de Pensiones Privadas del organismo.
Desde París, dijo que los cambios deben elevar las contribuciones, aumentar el salario, promover el ahorro voluntario, mejorar programas de asistencia a la vejez y homogeneizar el sistema de pensiones. Ya que de no ser así “habrá una especie de desilusión completa sobre el sistema que lo llevará al colapso”, mencionó.
Además, consideró que para elevar las pensiones de los trabajadores mexicanos no es suficiente incrementar las aportaciones obligatorias, se necesita una reforma del sistema que incluya todo un paquete de acciones, aunque los resultados se verán en el largo plazo.
El actual sistema de pensiones de México entró en vigor el 1 de julio de 1997 y con una aportación obligatoria de 6.5 por ciento derivará en una pensión o tasa de reemplazo de apenas 26 por ciento para el trabajador promedio.
Mencionó que no se trata sólo de subir las contribuciones para el retiro, sino atajar el problema de pobreza en la jubilación, donde el sistema de pensiones tome en cuenta a toda la población y sea igual para todos.
PROPUESTA DE REFORMA
Con el nivel de contribuciones actual se encararán dos problemas: será imposible tener una tasa de reemplazo de al menos el 70 por ciento y quienes se jubilan con el sistema de pensiones anterior a 1997 obtendrán una alta tasa de reemplazo, pero a costa de un déficit público.
Para elevar las aportaciones, la OCDE propone integrar la cuenta del fondo de ahorro para la vivienda, promover el ahorro voluntario e introducir un mecanismo gradual de incremento de las contribuciones conforme se apliquen alzas al salario de los trabajadores.
“Si el salario aumenta en tres puntos porcentuales, que un punto se vaya a la aportación para la pensión y los dos restantes signifiquen que el trabajador lleve más dinero a casa”, mencionó.
Antolin señaló que México tiene uno de los sistemas de asistencia menos generosos respecto al resto de países de la OCDE, por lo que debe primero coordinar todos los que hay a nivel federal y local, así como aumentar la cantidad de ayuda a los individuos que están por debajo de la línea de la pobreza.
TRABAJADORES INDEPENDIENTES
Un reto que tiene la mayoría de los países miembros de la OCDE es incorporar al sistema de pensiones a los trabajadores independientes, para lo que hay dos formas: implementar alguna ley de obligatoriedad o vía autoregistros, ya sea a través del sistema impositivo, o por domicilio, según se considere más oportuno, señaló el especialista.
Esto, porque la incorporación a la actividad laboral de las nuevas generaciones más afines al trabajo independiente, los esquemas laborales de subcontratación y el empleo informal, hacen que un porcentaje muy grande de la población económicamente activa del país se quede sin una pensión para su retiro, por lo que hay que integrarlos.
Mencionó que el organismo ha planteado para los trabajadores por cuenta propia la opción del auto registro vía el sistema tributario o de su residencia, pero que haya un estímulo del estado.
“Es decir, si yo contribuyo un 10 por ciento y el estado me pone un cinco por ciento, si no lo hago estoy perdiendo ese cinco por ciento y eso crea fuertes incentivos”, dijo.