El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, afirma que el Frente Amplio Democrático (FAD) que se propone para 2018 busca evitar la elección de un “personaje mesiánico”, en alusión a Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con EL UNIVERSAL, sostiene que a quienes les conviene frenar ese frente y dividir el voto es al PRI y al propio López Obrador.
Adelanta que el frente también podría construir un bloque legislativo opositor para sacar adelante las reformas que necesita el país.
Asegura que el PRD no puede aislarse de participar en el Frente Amplio Democrático porque eso sólo dividiría el voto en 2018: “El riesgo para el PRD es quedarse aislado en una elección en la que puede ser un factor importante y decisivo para cambiar al país. Sería lamentable”, explica el mandatario.
Señala de manera categórica que este frente es un jugador antagónico para final de la elección presidencial y el que se rezaga es el PRI, por eso con López Obrador les importa que “no cuaje, porque ellos tienen la misma coincidencia: no al frente”.
El mandatario, uno de los creadores de esta propuesta, afirma que en noviembre pasado, después del triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, junto con algunos liderazgos del PAN, PRD, intelectuales y empresarios, comenzaron reuniones en las que coincidieron que se debía pasar de la alternancia a un nuevo régimen, y evitar la llegada de mesiánicos a Los Pinos.
Sobre su aspiración presidencial, dice que todavía aún no es momento de tomar definiciones, y su esfuerzo está concentrado en concretar la iniciativa inédita de un gobierno de coalición.
¿Cómo se fue tejiendo la idea de un Frente Amplio Democrático?
—En largas conversaciones con actores políticos del PRD y del PAN como de otras expresiones, intelectuales como Enrique Krauze y con empresarios. Fuimos construyendo la coincidencia de que había que pasar de la alternancia a un nuevo régimen político.
Después de la alternancia con Vicente Fox, después con Felipe Calderón y ahora con [el presidente] Enrique Peña Nieto, lo que queda de manifiesto es una profunda crisis del Estado, caracterizada por violencia e inseguridad, que es contradictoria porque se fortalece la economía y se resquebrajan las instituciones políticas.
Lo que buscamos es algo inédito, la conjunción de fuerzas plurales de tal diversidad que crearán los contrapesos para hacer un programa y hacer posible la transición que falta en México.
¿Con qué liderazgos se reunió?
—Me he reunido con los gobernadores del PAN; con Jaime Rodríguez El Bronco [mandatario de Nuevo León] y con uno que otro priísta, con quienes coincidimos en el diagnóstico, pero no en la salida, porque tienen la esperanza de ser ellos.
¿Quiénes son esos priístas?
—Me refiero básicamente a 17 gobernadores que representan hoy una visión diferente a la del partido del Presidente; he platicado con alcaldes del país, como Enrique Alfaro [Jalisco], Pablo Lemus [Zapopan]; miembros de la Coparmex en Morelos y mil 500 empresarios.
En todo esto ya se había elegido a Donald Trump y fui formulando la necesidad de que en México evitáramos un Trump mexicano y que el humor social nos lleve a la elección de un personaje mesiánico que construya una salida autoritaria para el país.
Del PAN, ¿con quién se ha visto?
—Con Santiago Creel; con el ex presidente del PAN Germán Matínez; con el precandidato Rafael Moreno Valle y otros actores, como el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, o Gustavo Madero [ex presidente del partido]. Hemos coincidido en buscar una alternativa diferente que supere la visión de una alianza, reconociendo que éstas han ganado, pero necesitamos más.
“A alianzas les falta gobierno”
¿Las alianzas del PAN y PRD han ganado, pero les ha faltado hacer gobierno?
—Nos ha faltado, a pesar de que se integren compañeros a los cargos; un ejemplo: en el gabinete de Carlos Joaquín [González], gobernador de Quintana Roo, hay perredistas, pero eso no se refleja en un programa. Tenemos que hacer un programa de transición, con una agenda muy precisa, para que el deterioro del país no siga.
¿Cuáles han sido los problemas para concretar el frente?
—Una, las profundas diferencias ideológicas. Yo defiendo los matrimonios igualitarios y los derechos de las mujeres, pero eso choca con la parte más extrema del PAN, que evidentemente no comparte mi agenda; pero eso no obsta para que no acordemos en lo económico. Nos podemos poner de acuerdo, tiene que haber economías de mercado, más control de los órganos reguladores o que vayamos al TLC con mejores condiciones y hacer alianzas en el Pacífico como con China. Hay que decirlo y discutirlo.
Incluso en un gobierno de coalición, en un bloque parlamentario de oposición, se puede hacer una reforma en la que los ministros del gobierno pasen por el Senado, podemos crear la figura de jefe de gabinete o primer ministro, modificar el régimen para quitarle esa visión presidencialista que cultiva Andrés Manuel López Obrador.
¿A qué se refiere?
—López Obrador promete ser un presidente bueno nada más. Para él, el problema de México es que haya un presidente bueno, pero ese no es el problema. Es cómo resolver el tema del presidencialismo que ya se acabó.
¿Está abierto a crear un frente legislativo?
—Sí. Este frente tiene que superar la visión de la alianza electoral e incidir en lo legislativo. Debemos pensar en un gran bloque parlamentario y social.
¿Quiénes deben participar en él?
—Quien quiera, ya sea candidato independiente y vea que sólo llega a ocho puntos o a seis. Que esa aportación la haga para sumarse al frente. El proyecto de Cuauhtémoc Cárdenas, que no tiene la fuerza electoral para hacerlo posible que se incorpore.
¿Quién debe resolver el método de la candidatura presidencial?
—Todos debemos resolver el problema de la candidatura y los partidos no deben poner en competencia a sus precandidatos. Se requiere un acuerdo para que los precandidatos, los independientes, Movimiento Ciudadano o el propio ingeniero Cárdenas nos pongamos de acuerdo en un método en el que se puedan combinar encuestas, elecciones primarias y que se convoque a la sociedad para que no sea un acuerdo cupular, porque eso sería un error.
¿Qué tiene que pasar para la construcción del frente?
—Generar una mesa de trabajo con el PAN y el PRD para establecer relaciones con Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y el Verde, si está interesado; después crear comisiones, acompañadas por intelectuales para elaborar la propuesta de coalición. Formular una sola plantilla de candidatos para todos los cargos de elección popular y generar el mayor consenso para evitar la competencia electoral.
¿Cómo se escogerá el candidato a la Presidencia?
—Debe surgir de un mecanismo en el que participe la sociedad, quien tenga el mayor consenso, sin importar de donde sea, que sea el abanderado.
A usted se le menciona como aspirante del PRD a la Presidencia, ¿declinaría ese proyecto?
—Lo digo con toda sinceridad, toda mi voluntad política la pongo en servicio de este proyecto. Hoy pensar sólo en ser candidato es una aspiración política, pero para mí lo más importante es cumplir con este gran proyecto. En su oportunidad, cuando se abra la discusión, anunciaré si voy o no voy, pero la prioridad es México.
¿Quiénes tienen ese compromiso?
—Ricardo Anaya [presidente del PAN], Rafael Moreno Valle [ex gobernador de Puebla], Miguel Ángel Macera [jefe de Gobierno] y Silvano Aureoles [gobernador de Michoacán] están en ese compromiso. Volveré a reunirme con Jaime Rodríguez, espero convencerlo de que sea partícipe para que en lugar de ser independiente genere los consensos, si así lo considera; Pedro Ferriz, puede ser, hasta Armando Ríos Piter y Juan Zepeda, la revelación del PRD.
Si un candidato del PAN concentra el mayor consenso, ¿le levantarán la mano?
—Por supuesto. Si es perredista, si es panista o si es independiente. Hay que asumir ese compromiso.
Los de Morena dicen que este es un frente contra López Obrador.
—Andrés Manuel es un maestro de la victimización y construye su estrategia a partir de ser víctima.
La maestra Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo dicen que bloque sólo con la izquierda.
—Respeto mucho su opinión, pero que estén pensando en que a pesar de todo lo que ha pasado, sea López Obrador [el candidato] o en su defecto, que vayamos a una estrategia de otro polo que será la cuarta fuerza política, servirá al PRI nada más atomizando el voto.