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OBSERVADOR POLÍTICO

Sin lugar a dudas que el talón de Aquiles de la administración graquista, más allá del desempleo, la falta de inversiones, el despido de personal del gobierno y las escasas obras  no es otro que la inseguridad, que vuelve a colocar en el quinto lugar a nivel nacional en cuanto al número de asesinatos registrados. La violencia, es la cara y el reflejo de este gobierno que ha logrado el rechazo social generalizado pese a los insistentes mensajes alegres y las cifras maquilladas que evidencian las maravillas que ha representado el Mando Único. Hoy la sociedad ya no se traga esos cuentos del “vamos bien”.

LAS MARCHAS DE CATÓLICOS.- Desde su llegada a Morelos, El Obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, jamás encontró respaldo con el gobernador Graco Ramírez. Jamás hubo coincidencia entre ambos personajes, puesto que la ideología es diametralmente opuesta y por ello, desde siempre se generó un enfrentamiento político.

Y es que el representante en Morelos de su santidad el Papa Francisco, durante sus homilías de los domingos en la Catedral, siempre se ha pronunciado a favor de la unidad familiar, del matrimonio entre hombre y mujer; del rechazo a los matrimonios igualitarios y en contra de la legalización de la droga. Mientras que estos tres puntos en particular, han sido el slogan y la bandera de Graco Luis en los últimos tres años, al buscar insistentemente que aprueben las reformas a las iniciativas que envió al Congreso del Estado, por lo tanto, tanto el jerarca católico como el titular del Ejecutivo, no tienen una coincidencia como para llevar una buena relación. Y sí a esto le agregamos los nulos resultados en prácticamente todas las áreas pero sobre todo en la seguridad, a nadie sorprendería la manifestación pacífica que ha realizado de constantemente ha venido realizando el Obispo con sus caminatas y marchas en las que ha pedido a Dios que
ilumine (sin lograrlo) a nuestras autoridades de Morelos.

Para Graco Luis, Capella Ibarra y Javier Pérez Durón, las cosas van bien porque ellos andan con camionetas blindadas y con ejército de guardaespaldas por lo que jamás andan solos, eso es impensable y mucho menos, recorren la calles de la entidad de noche. A diferencia de los pastores, de los sacerdotes que reciben todos los días las quejas de la grave situación de los diferentes delitos de los que son presa sin que nadie, absolutamente nadie les haga caso. Es ahí donde incluso, se han percatado que las personas que han ido formando parte de las
estadística de ser presas del hampa, en su gran mayoría deciden no presentar las respectivas denuncias por miedo a los malhechores y a la propia policía por temor a la filtración de información y vinculación con la delincuencia organizada.

MILES LOS SEGUIDORES DEL OBISPO.- El representante de la iglesia católica en Morelos, realizó dos movilizaciones multitudinarias en el año 2014: la primera en Cuernavaca y siete meses después hizo lo propio en Cuautla, luego de que los secuestros, las extorsiones y el derecho de piso aumentaron alarmantemente en estas dos zonas del estado.

En febrero del año 2014, y ante la crisis de inseguridad que ya estaba haciendo de las suyas, provocó que al menos 20 mil personas hayan salido a las calles para hacerlas suyas y participaran en la caminata por la paz a la que convocó el obispo Ramón Castro Castro, quien exhortó sin pronunciar su nombre, al gobernador Graco a dar resultados ante la ola de violencia. “Hay políticos e incluso religiosos que se preguntan por qué el pueblo no los comprende, ni los sigue si sus
propuestas son tan lógicas y claras, posiblemente sea porque se instalaron en el reino de la pura idea, y redujeron la política o la fe a la pura retórica; otros
olvidaron la sencillez e imploran desde fuera una racionalidad ajena a la gente”.

En Cuautla, fueron más de 10 mil las personas que participaron en la caminata que presidió Ramón Castro Castro, quien pese a los intentos del gobierno perredista por boicotearla y señalar que tenía tintes políticos y desestabilizadores, la manifestación fue pacífica y tuvo un éxito en medios nacionales aunque en los locales prácticamente desapareció.

Los secuestros fue el principal problema generado en ese tiempo en el oriente y por ello los católicos pidieron resultados en esa materia, además de cuestionar al Mando Único que sólo sirve para reprimir a la sociedad, extorsionar a los jóvenes y amedrentar a los ciudadanos, pero fue concreto cuando puntualizó que la violencia no se termina con políticas formales sino reales.

LA MARCHA POR LA PAZ ESTE 21 DE MAYO.- La vocación del obispo Ramón Castro Castro ha sido el de estar cercano de la gente y de atender, los reclamos y solicitudes de auxilio que los feligreses le han estado haciendo todo, siempre, relacionado principalmente con la violencia que se ha desatado desde hace más de tres años en el gobierno de Graco Ramírez y que desafortunadamente no disminuye, sino por el contrario, se incrementa día con día como se lo hacen ver los católicos que semana tras semana acuden a oír misa.

Por ello, se vislumbra de nueva cuenta otra manifestación pacífica con la participación de miles de familias quienes cansados por la grave situación que padecen por delitos como los asesinatos, secuestros, derecho de piso, extorsiones, amenazas, robo de vehículos y a casas habitación, entre muchos otros, consideró prudente volver a salir a las calles para como ha sido su costumbre, vestidos de blanco y de manera pacífica, se pida porque llegue la paz que tanto se anhela.

Nuevamente, los católicos volverán a manifestarse en la Marcha Por la Paz, sin importar si se inicia una persecución en su contra por parte del ejecutivo Graco Luis Ramírez, porque en su momento afirmó Castro Castro: “Cuando se hace este tipo de cosas desde el alma, no seremos aceptados por todos aunque no se busca ni herir, no criticar a nadie, pero es parte de la manifestación y se tiene que hacer".

Y finalmente dejó en claro el motivo: “La marcha se realiza porque el pueblo lo ha pedido. Y por ser la oportunidad de orar juntos, con el deseo que se consolide la paz, lo quiere el pueblo, es que se haga desde el corazón y así se será”.

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