I. Lo que no se oyó. El secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, John Kelly, concluyó su visita a México con un encuentro con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, para revisar los acuerdos que el estadunidense abordó antes con Salvador Cienfuegos y Francisco Soberón, titulares de la Defensa y la Marina, respectivamente. Al parecer, hubo quien pudo escuchar a Kelly y Osorio platicar sobre la polémica que desató el “absolutamente” que se le adjudica al presidente Donald Trump cuando le preguntaron si México pagaría el muro. Cuentan además, que el visitante puso cara de “ya ni modo, así es, ya qué”. Lo dicho, a Trump lo subsanan sus propios funcionarios y diplomáticos con acciones y acuerdos. Punto para México.
II. Desesperada. Margarita Zavala, aspirante a la candidatura de Acción Nacional a la Presidencia de la República, afirmó que su partido sí puede ganar, pero tendría que hacer alianza con la ciudadanía. “El PAN sí podría ganar solo, porque le daría tiempo de ir con los ciudadanos y sumar fuerzas con otros partidos políticos, necesitamos claridad y que no se subestime”, argumentó. Visitó Guerrero, donde falsamente presumió que los albiazules son la primera fuerza en el país, pero dijo que necesita una definición respecto a la política de alianzas. Su gira Voy Por México concluye este domingo en la capital del país. A Zavala le gusta cualquier fórmula, la única condición es que ella esté en la boleta.
III. Va en serio. Las cifras son alarmantes. En el combate a la corrupción, el Gobierno de la Ciudad de México ha sancionado ya a tres mil funcionarios en cuatro años, de los cuales 700 son de 2017. Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno, presentó el libro Mejores prácticas en el combate a la corrupción, elaborado con el apoyo de la embajada británica y las Naciones Unidas, además, informó que su administración redujo de cinco mil a dos mil 500 los trámites que se realizan en las dependencias, lo que reduce el campo para ejercer la corrupción. Sí, el número de corruptos es de escándalo, pero lo es más no hacer nada para acabar con ellos. Y entonces, ¿qué hacen los gobernadores?
IV. Hora cero. Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, se reunió con expresidentes del tricolor para conocer sus experiencias rumbo a la XXII Asamblea Nacional Ordinaria, el próximo 12 de agosto. Asistieron la secretaria general, Claudia Ruiz Massieu, y el secretario técnico del Consejo Político Nacional, Ernesto Gándara Camou, las expresidentas Rosa María Sauri, María de los Ángeles Moreno y Cristina Díaz, así como los exdirigentes Ignacio Pichardo Pagaza, Humberto Roque Villanueva, Pedro Joaquín Coldwell y César Camacho, entre otros. Tres horas intercambiando experiencias. “Estamos abiertos a la discusión crítica y autocrítica, por la construcción del futuro de México”, dijo Ochoa Reza. Todos ellos han sabido sacar adelante el trabajo, pero 2018 pinta oscuro para todos los emblemas políticos. Las promesas no serán suficientes.
V. En problemas. Quien ya no puede con el fuego cruzado es Roberto Sandoval, gobernador de Nayarit. No ha logrado sacudirse la amistad y supuestas complicidades con Édgar Veytia, exprocurador estatal, preso en EU, acusado de vínculos con el narcotráfico, y ahora sus ciudadanos pretenden su salida. El próximo 17 de agosto presentarán ante la XXXII Legislatura solicitudes de juicio político contra el gobernador, para que sea desaforado. Son los mismos que lo denunciaron ante la PGR por enriquecimiento inexplicable, y buscan crear la Comisión de la Verdad, pues, aseguran, han obtenido más pruebas contra el mandatario, quien sería propietario de dos caballos, de 135 que existen en el mundo, pura raza española. Otro gobernador que no la libra. ¿Alguien lleva la cuenta?