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OBSERVADOR POLÍTICO

 

 

Gerardo Suarez |
2017-07-08

La pasión entre los priístas de cara a la renovación de su dirigencia estatal los está rebasando e incluso los golpes bajos se han intensificado, sobre todo, contra los aspirantes que por su trabajo, trayectoria y relaciones en el Comité Ejecutivo Nacional tienen mayores posibilidades de poder convertirse en presidente del tricolor en Morelos. Maricela Velázquez Sánchez, ex secretaria de Gestión del CEN del PRI, es quien está siendo “bombardeada” a través de videos que se difunden “de mala leche” en las redes sociales. Y lo peor, es que amenazan con incrementarse y subir de tono los señalamientos entre los propios priistas.

EL ENEMIGO DE UN PRIISTA ES OTRO PRIISTA.- Videos bien hechos, con textos y musicalización así como imágenes son las que han estado surgiendo en los últimos días a través del anonimato para tratar de descalificar a quienes política y socialmente están mejor posicionados que otros. Acaso hay una lista que no supera la media docena de aspirantes pero que, ante la ambición de no quedar fuera y negociar para ver que les toca, otra media docena de priistas se han apuntado en la lista sin importarles que sean de relleno. Lo cierto, es que entre los propios priistas es donde está el verdadero problema y por tanto, ha sido el principal problema por el cual, siempre han perdido en los procesos constitucionales después de que en los internos se destrozan entre ellos mismos.

Una forma de cómo desprestigiar y tratar de nulificarse entre los propios priistas, es vincularlos con el Partido de la Revolución Democrática, Graco Ramírez y el propio Rodrigo Gayosso Cepeda, entre los cuáles han sido mencionados y señalados personajes como Amado Orihuela, sin embargo, ahora están tratando de meter a otros en este paquete bajo el argumento de tratar de hacer el trabajo sucio al interior del partido para prepararle el camino al Jr y líder perredista.

LOS MEJOR POSICIONADOS PARA LA DIRIGENCIA.-  Son al menos 12 los aspirantes a competir por la dirigencia tricolor sin embargo, de manera efectiva son cuatro cuando mucho y los demás, son de relleno pero en ese intento de participar para ver que les toca y qué pueden negociar en ese afán de competir aunque sea deslealmente.

Las mujeres levantan la mano y entre ellas están: Maricela Velázquez Sánchez, ex candidata a la alcaldía de Cuernavaca en el 2015 y recientemente ex secretaria de Gestión Social del CEN del PRI; Rosalina Mazari Espín, diputada federal de la zona sur y Lisbeth Hernández Lecona, senadora de la república. De los varones, el único que está en posibilidades de competir por el trabajo realizado a nivel estatal, por su estructura y las relaciones que ha logrado tener en el último año y medio es el legislador federal Matías Nazario Morales. Los demás, con el respeto que se merecen, son únicamente de relleno y sin ninguna posibilidad de competir por el cargo que hoy está de manera provisional en manos del veracruzano Fernando Charleston.

Los aspirantes saben que para poder definir quiénes son los mejor posicionados, aquellos que son bien visto al igual que los que tienen más negativos, es decir, a través de encuestas y sondeos entre militantes y la sociedad así como entre los propios aspirantes. La lista es grande, pero insisto, sin apasionamientos, sin tratar de quedar bien con nadie sino más bien derivado de la situación actual de cada uno de ellos, demuestran que son cuatro quienes están en posibilidades de convertirse en presidente o presidenta del PRI en Morelos. Sin llevar un orden sólo están: Maricela, Rosalina, Lisbeth y Matías. La experiencia, el nivel de conocimiento, los cargos que han tenido y las relaciones que han acumulado son los principales puntos por los cuáles están delante de la larga lista de aspirantes a convertirse en dirigente tricolor.

LOS DE RELLENO.- El propio coordinador de los diputados del PRI en el Congreso del Estado, Alberto Martínez González, a pesar de ser una muy buena persona y pese a su talento político, no ha logrado permear en los 33 municipios pero sobre todo, porque se le relaciona con Amado Orihuela Trejo, quien sigue empeñado en ser candidato a gobernador por el PRI para trabajar de manera coordinada con Rodrigo Gayosso, presidente del PRD y aspirante al mismo cargo. Un acuerdo previamente hecho.

Erick Castro Ibarra, quien se ha metido a la política interna tanto del estado como del país se ha deslindado en los últimos años de la actividad partidista y hoy en día, ha perdido presencia entre la militancia tricolor puesto que sus cargos han sido desde el anonimato.

César Cruz Ortiz, logró posicionarse en el Movimiento Territorial, una organización que estuvo en estado de coma en cuando menos las últimas dos décadas con sus ex titulares que sólo nadaron de a muertito y jamás hicieron un trabajo real y efectivo. Sólo se dedicaron a cobrar y tratar de beneficiarse de los acuerdos políticos para que no fueran removidos del cargo. Y pese a la coordinación que tiene con el CEN no le alcanza para ser el candidato de unidad que necesita el PRI.

Lilia Ibarra Campos, desde siempre ha trabajado incansablemente en el partido y en sus comunidades sobre todo en el oriente pero tampoco cuenta con el respaldo de militantes, consejeros ni de los aspirantes para ser su líder estatal.

Víctor Hugo Manzo Godinez, secretario de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), está en la misma posición que su homólogo del MT, por más esfuerzos que haga, es insuficiente el apoyo que tienen al interior y exterior del partido.

José Luis Salinas Díaz, Secretario Jurídico y representante ante el IMPEPAC del CDE PRI Morelos, es conocido entre los cercanos del tricolor pero fuera de ahí, le hace falta trabajo en los municipios y distritos.

Mario Chávez Ortega, el diputado que ha realizado un papel más que gris en el Congreso, aprobando –igual que el resto de los 29 diputados- todas las iniciativas que les mandó el gobernador Graco Ramírez Garridos, el presidente del PRD, Rodrigo Gayosso, entre las que destacan: crédito por 2 mil 806 millones de pesos que ocasionó un endeudamiento del estado por 20 años; la negativa para que se le hiciera juicio político al mandatario perredista; la desaparición de la Ley de Participación Ciudadana; las reformas a la Ley del Instituto de Crédito –que luego recularon- y el intento de la aprobar la iniciativa del tabasqueño en la ley del Servicio Civil, entre muchas otras que lo convierten como un priista traidor a los principios de su partido y de la sociedad. Pero además, al nieto del mejor gobernador de Morelos, Lauro Ortega Martínez, le ha quedado grande el cargo de diputado, del cual se ha beneficiado económicamente –al igual que sus compañeros- en perjuicio de cientos de trabajadores quienes fueron despedidos, violentados en sus derechos laborales al no liquidarlos conforme a derecho, negarle su aguinaldo que está estipulado en la Ley, y en el mejor de los casos, recontratar a solo unos cuantos empleados sin prestaciones, vacaciones ni beneficios sociales a que deberían tener derecho como el IMSS. Sin embargo, su trabajo ha sido tan malo, que hoy en día estaría en riesgo de ganar lo que con mucho esfuerzo obtuvo en el 2015.

Irving Morales, es otro de los aspirantes y pese al apoyo de Amado Orihuela, también está entre el grupo con menos posibilidades ya no de ganar sino de competir por la dirigencia tricolor.

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