Muchos días de la semana, pasan y pasan horas en los Ministerios Públicos capitalinos sin que ocurra absolutamente nada, es decir, sin que ninguna persona se acerque a presentar una denuncia. Son 179 mil 720 los delitos denunciados a lo largo de 2016, según los datos oficiales de la Procuraduría capitalina. Pero, según INEGI, cada año 2.6 millones de personas son víctimas de algún delito. Un millón y medio de delitos se quedan así, sin denunciar y no han podido ser pescados por la autoridad ministerial para procesarlos.
Lo que les llega, además, suelen ser casos no delictivos, en los que el agente del MP hace las veces de notario. Emite un acta circunstanciada para que un seguro u otra oficina inicie un trámite. Los accidentes de auto son el ejemplo más claro. El MP cede su rectoría a los seguros y, en el caso de la Ciudad de México, a diferencia por ejemplo de Nuevo León, en torno a los robos ni siquiera quedan registros criminalísticos que ayuden a entender dónde, cuándo y cómo actúan los delincuentes.
En las estadísticas oficiales de la procuraduría capitalina se constata que la entrada del nuevo sistema de justicia penal ha repercutido poco en el número de denuncias asentadas. Todo se mantiene con pasmosa regularidad, cuando se supone que las renovadas fiscalías del sistema de justicia acusatorio deberían estar enviando a justicia alternativa –reparación del daño y conciliación– los casos no graves (hasta 6 de cada 10 casos, según la teoría).
Abuso de confianza, daño en propiedad ajena, despojo sin violencia, fraude y lesiones culposas se mantienen con números bastante estables entre 2015 y 2017, como si nunca hubiese ocurrido la reforma al sistema de justicia penal.
ADORMILADO Y BANAL. Los Ministerios Públicos tienden a no tener actividad, lo que se acentúa muy especialmente de domingo a jueves. El número de casos se incrementa los viernes y sábados, sobre todo en las madrugadas, donde la mayor parte de los delitos denunciados tienen que ver con el consumo de alcohol, ya sea por accidentes viales o riñas callejeras.
Mucho de lo que realizan los MP CDMX es un trámite burocrático. Para muchos automovilistas accidentados, para quien perdió un celular o un documento, resulta necesaria la presentación de un acta circunstanciada (no es en realidad una denuncia) para tramitar reposiciones. Esta actividad, dar fe de que algo paso sin intervenir, absorbe gran parte del tiempo de los agentes del Ministerio Público.
Y aun en esta emisión de documentos hay funcionarios que descubrieron la posibilidad de ahorrarse ese trabajo: en lugar de levantar el acta circunstanciada, hacen que el ciudadano use en una computadora para ingresar al MP Virtual, una herramienta en internet pensada para dar aviso de una denuncia en forma remota y obtener una cita para asistir posteriormente a una agencia del Ministerio Público.
A algunas aseguradoras y oficinas de reposición de documentos o credenciales, la emisión del comprobante electrónico basta para atender al afectado, así que el MP se ahorra el tiempo de atender directamente al ciudadano.
LOS AUTOMOVILISTAS. En los jueves y viernes, los automovilistas son de los pocos que aparecen por una oficina del MP capitalino. Si las afectaciones son menores, las aseguradoras alcanzan un acuerdo en el lugar del accidente, pero si hay daños mayores o lesiones, generalmente llegan ante la autoridad.
Es muy de noche en un día muy poco activo. Personal somnoliento, aburrido, fumando a las afueras de las instalaciones, es la constante.
En el periodo de visitas que realizó Crónica a diversas agencias del MP, a lo largo de varias semanas, ese tipo de denuncia fue la más socorrida. Pero en realidad no dejan registro como carpetas de investigación.
En los MP instalados en las sedes delegaciones de Benito Juárez, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, ése fue de hecho el tipo de denuncia predominante.
El nuevo sistema de justicia penal indicaría que un mediador especializado (no el agente del MP) debería garantizar una reparación correcta de daños. Esto no aparece nunca durante las visitas de Crónica.
Por ejemplo, en Gustavo A. Madero, un accidente automovilístico, la madrugada del pasado viernes, donde aparentemente uno de los vehículos sería calificado por su aseguradora como pérdida total, llevó a los conductores hasta el MP. El funcionario a cargo levantó el acta en aproximadamente una hora, ordenó la retención de ambos vehículos hasta el peritaje correspondiente, pero finalmente los liberó cuando las aseguradoras alcanzaron un acuerdo.
Lo mismo ocurrió en Venustiano Carranza, un día después. También sin mayores complicaciones en cuanto a tiempos, y que terminó con la presentación únicamente de un acta circunstanciada donde la autoridad dijo a los involucrados que las aseguradoras se encargarían del asunto.