TIENEN ALCALDES, FACULTADES CONSTITUCIONALES PARA SACAR A SUS MUNICIPIOS DEL QUEBRANTO FINANCIERO QUE LES FUE HEREDADO…
En la mayoría de los ayuntamientos de Morelos hacen falta asesores financieros o bien abogados con conocimiento en la materia fiscal, que les permitan sacar adelante los conflictos económicos que los mantienen, prácticamente, en quiebra.
Con base al artículo 115 y 116 de la Constitución Política Mexicana, los municipios tienen la autonomía de regir sus propias economías como el adecuar sus formas de organización hacendaria.
Es decir, en Morelos como en otras entidades, los Cabildos pueden determinar las formas de renegociar las deudas heredadas como las que obtuvieron con base a créditos bancarios, así como sacar adelante los problemas laborales.
Pero hay muchos alcaldes que prefieren echarse en la hamaca y esperar que sea desde la Cámara de Diputados o el Poder Ejecutivo, para sacar adelante su quebrantada economía.
Presidentes municipales, síndicos, regidores, secretarios o directores jurídicos deben estudiar más sobre estrategias de salvamento, para –cuando menos- tener la solvencia de pagar su nómina y los adeudos, heredados o no.
En la entidad, hay un ejemplo de cómo renegociar las deudas bancarias sin tener que pasar por el ámbito Legislativo local y basado en los preceptos que marca la Constitución Política Mexicana, para poder disminuir cuando menos en un 50 por ciento la morosidad y el pago de intereses creados por las omisiones en los pagos.
Hace poco menos de una semana que el presidente municipal de Cuautla, Raúl Tadeo Nava, dio a conocer que había estabilizado las finanzas del ayuntamiento, cuya deuda heredada rebasó los mil millones de pesos fue porque ingresó a una negociación con la banca privada, con el apoyo de las instituciones crediticias del gobierno federal.
No fue lo único, entró a una verdadera investigación sobre pagos a empresas constructoras, proveedoras de bienes materiales e incluso editoriales, cuya deuda heredada por el ex alcalde Jesús González Otero era superior a los 400 millones de pesos.
En una primera revisión, la actual administración cuautlense detectó que cerca de un 60 por ciento de las empresas que reclamaron adeudos eran inexistentes o fantasmas, otras habían duplicado y/o triplicado el valor de los materiales que por el desorden también hubo abusos y corrupción.
Referente al problema de laudos laborales, hubo algunos que provenían de la administración municipal 2000-2003 que eran de 50 mil pesos, pero por la omisión que hubo tuvieron que pagarse cerca de cuatro millones de pesos.
Sin embargo, también la dirección jurídica detectó abusos por parte de los despachos de abogados y prefirió entrar en negociaciones, para evitar que la deuda hacia los ex trabajadores fuera convenida conforme a derecho y sin perjudicar las finanzas públicas.
El ejemplo del ayuntamiento de Cuautla es necesario que sea conocido por los presidentes municipales que hoy gobiernan con la protección de la justicia federal, sobre todo en la forma de disminuir el personal de confianza y evitar los excesos del propio Cabildo.
Todavía los alcaldes tienen tiempo para generar un verdadero plan de rescate financiero sin tener que acudir al endeudamiento ni al adelanto de participaciones federales, sino con base en la renegociación de adeudos con la banca privada y particulares.
Lo mejor, es que si cumplen con el pago a tiempo del Impuesto Sobre la Renta (ISR) al Sistema de Administración Tributaria (SAT), porque muchos omiten esta importante tasa impositiva, puede generar ganancias a finales del año fiscal y el retorno de la carga con estímulos en sus presupuestos.
Luego entonces los ediles deben redefinir su staff de asesores y que no todos sean en cuestiones de cómo ligar su reelección, o bien ir en búsqueda de una diputación local.
En nuestros días los municipios hacen obra con recursos gestionados por algunos diputados federales, de los diversos programas que tiene el gobierno de la República y pocos con recursos propios porque a veces no tienen ni para el pago de la nómina.
Sin faltarle al respeto al Poder Legislativo, los gobiernos municipales pueden avanzar, con la ley en la mano, en sus problemas financieros, pero antes los alcaldes deben dejar de pensar en su futuro político