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OBSERVADOR POLÍTICO

El colmo, ahora resulta que las personas que han perdido la vida en el famoso Paso Exprés que tuvo un costo de 2 mil 350 millones de pesos, son los propios automovilistas porque van a exceso de velocidad y porque tampoco respetan los señalamientos de tránsito, al menos esto es lo que dice el estúpido de Daniel Espina Pérez, presidente del Colegio de Arquitectos e Ingenieros del Estado de Morelos. Para él no son responsables quienes realizaron la obra sino quienes pasan por esa vía de comunicación que ha sido llamada por la sociedad como: “El Paso de la Muerte”.

 

EL DESASTRE DEL PASO DE LA MUERTE.- Muertes por docenas se han registrado en esa vía de comunicación y nadie se ha hecho responsable. El gobierno de Graco responsabiliza al de Peña Nieto, a la Secretaría de Comunicación y Transportes. Mientras que Cuauhtémoc Blanco, se deslindó en automático al señalar que ellos no son responsables de la obra carretera. En tanto que el delegado de la SCT, de triste historia porque jamás hizo caso a las recomendaciones y exigencias de los afectados por el Paso, ahora trata también de desvincularse del problema y de los muertos, argumentando que es un problema de un drenaje que data de hace casi 50 años. 

Lo cierto es que esa obra multimillonaria en la que varios se robaron el dinero presupuestado e hicieron una chambona deberá de ser investigados, destituidos y castigados con cárcel además de indemnizar a las familias de las personas que perdieron la vida. Es inaudito que ahora nadie se haga responsable y nuevamente impere lo que se han convertido en un blindaje en Morelos para todos los políticos como es la impunidad.

La gente está hasta la madre; exige respuestas, soluciones a la problemática de la autopista que cobran y bien; demandan se investigue y se castigue con cárcel a quienes han lucrado sin importarles que la gente muera por sus estupideces.

 

EMPRESARIO ESTÚPIDO.- Las declaraciones de Daniel Espina Pérez, presidente del Colegio de Arquitectos e Ingenieros del Estado de Morelos, en el sentido de que el socavón que se hizo en el Paso Exprés es una culpa compartida entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y automovilistas que van a exceso de velocidad. Ojalá jamás le toque a él o a un familiar sufrir un accidente como los ocurridos en este lugar porque sentiría la impotencia de transitar por una vía de comunicación que se hizo tal parece con las patas, sin pensar en la seguridad de los conductores como para que ahora traten de repartir culpas. Y es que el susodicho personaje, quizá pensando en obtener algunas concesiones de obras que ofrece la SCT afirmó que esta dependencia federal cumplió con todas las especificaciones y normas de calidad. Sin embargo, acusa a los automovilistas como a las dos personas que perdieron la vida por habérselos tragado literalmente la tierra, por ir a alta velocidad. Más estúpida la declaración no puede ser.

 

LOS POLÍTICOS Y EL PASO EXPRÉS.- Para los considerados peores presidentes de México, Enrique Peña Nieto y gobernador de Morelos, Graco Ramírez, cuando inauguraron el Paso Exprés, ambos anunciaron que la obra mejoría la conectividad y reduciría los tiempos además de que favorece el desarrollo económico y turístico del Estado. Graco dijo: “El Paso Express representa una solución al conflicto vehicular que enfrentaba Cuernavaca y su zona metropolita; y fue una alternativa a la propuesta original de construir un segundo piso, que impactaría en la imagen de la ciudad, su naturaleza y clima, que son un valor patrimonial intangible”. O sea, fue una propuesta suya y por tal responsable de todas las muertes y accidentes que en esta vía de comunicación se han registrado.

Por su parte, Peña Nieto, balconeó al mandatario originario de Tabasco pero radicado en la Ciudad de México y quien gobierna a Morelos, precisó: “El Paso Express Tlahuica, como lo propuso el gobernador Graco Ramírez, es rendirle tributo y sentido de identidad a la gente de Cuernavaca. Yo estoy más que abierto, y estoy resuelto a que lleve este nombre, porque al final es una definición de la gente”. La obra y ampliación del Libramiento de Cuernavaca a 10 carriles representó dijo, el compromiso que él asumió y cumplió con la del gobernador Graco Ramírez. 

 

¡ASESINO, ASESINO! Si tuviera dignidad por los daños provocados y la afectación a cientos de morelenses José Luis Alarcón Ezeta a quien la gente le gritó en reiteradas ocasiones ¡asesino¡ ya hubiera presentado su renuncia a la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero cómo políticos que son del sistema, aguantarán todos los señalamientos, tratarán de esquivarlas y culparán a otros para mantenerse en el cargo. Así de cínicos son estos políticos que jamás hicieron nada en favor de las demandas y quejas de las familias afectadas, quienes tuvieron que cerrar en reiteradas ocasiones la autopista para lograr que se cumpliera con sus peticiones que no fueron atendidas y menos tomadas en cuenta.

Hoy la sociedad exige justicia, y un castigo ejemplar para los responsables y evitar que se sigan haciendo este tipo de obras que no se socializan y que todo tiene el signo de pesos, sin pensar en la seguridad de quienes por necesidad tienen que cruzar por esta vía de comunicación. Castigo y cárcel para los responsables es lo menos que se exige.

 

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