Al encabezar ayer la ceremonia de entrega de menciones honoríficas y reconocimientos a unidades y personal del Ejército, Armada y Fuerza Aérea en las operaciones para reducir la violencia, realizada en las instalaciones del Campo Militar Número 1, Peña Nieto agregó que como Estado, ‘‘tenemos el deber de avanzar en la conformación de cuerpos civiles de seguridad profesionales, confiables y eficaces, cuyo desempeño haga innecesario desplegar a los cuerpos castrenses para atender tareas de seguridad interior’’.
Sin embargo, ‘‘mientras sea necesaria su intervención, también es deber del Estado proveer a las fuerzas armadas de un marco legal que dé certeza a su actuación’’, dijo ante los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, general Salvador Cienfuegos Zepeda y almirante secretario Vidal Francisco Soberón Sanz, así como miembros de su gabinete.
Momentos después de entregar los reconocimientos a 66 unidades que se destacaron en acciones contra el crimen organizado y para reducir la violencia, el comandante supremo de las fuerzas armadas destacó que ‘‘en el ejercicio de las tareas de seguridad interior, como en todas sus actividades, los integrantes de las fuerzas armadas han hecho del respeto a los derechos humanos eje de su diario actuar’’.
Sus propios comandantes, agregó, lo han dicho con toda claridad: ‘‘Ningún integrante de las fuerzas armadas está obligado a seguir órdenes cuando impliquen un delito, una violación a derechos humanos o una infracción a la disciplina militar’’.
Previamente, el almirante Soberón había hecho un llamado a aprobar ‘‘lo antes posible una ley de seguridad interior’’ que establezca los niveles de competencia de las policías municipales, estatales y federales, así como el procedimiento para solicitar el apoyo de las fuerzas armadas ‘‘en caso de que las autoridades policiacas se vean rebasadas’’.
El secretario de Marina añadió: ‘‘Deseo dejar muy claro este punto a fin de evitar equivocaciones; se debe responsabilizar a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para que pongan todo su empeño y dejen como último recurso el empleo de las fuerzas armadas mexicanas’’.
El almirante secretario, al igual que Peña Nieto y el general Cienfuegos reconocieron a los militares y marinos que ofrendaron su vida en el cumplimiento de su deber, y señalaron que son los héroes de nuestro tiempo y ejemplo a seguir.
Por su parte, el general Cienfuegos sostuvo que las fuerzas armadas colaboran ‘‘de manera subsidiaria’’ en la tarea de enfrentar el fenómeno de la delincuencia. Son ciudadanos con uniforme militar, fieles a las instituciones legalmente establecidas, actuando sin condiciones y sin protagonismos, subordinados al poder civil y al margen de la vida política y partidaria.
‘‘Porque para nosotros, el único partido ha sido, es y seguirá siendo México’’, dijo entre aplausos de los militares que estaban en las gradas, quienes antes del evento ya habían sido aleccionados por un oficial para que al momento de escuchar estas palabras –se las dijo textualmente– aplaudieran a su comandante.
Los marinos hicieron lo propio, aunque la indicación fue para cuando el almirante secretario se refiriera en su discurso al tema de seguridad interior.