Indicaron que la empresa constructora y la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), no les han dado la cara para aclararles sus dudas sobre cuándo pueden regresar a sus casas, o sobre los proyectos de reparación de la carretera, de los cuales se han enterado a través de los medios de comunicación.
“No nos dicen nada, no sabemos cuánto tiempo más seguirá la estancia en el hotel, no sabemos si nuestras casas siguen estando en zona de riesgo o ya no, y si sabemos que van a construir un viaducto es por los medios, ellos no nos han venido a informar o a decir algo, no sabemos nada”, lamentó Víctor Dagda, vecino desalojado, que usa el hotel para dormir, a su familia prefirió mandarla a la Ciudad de México.
Comentaron que al inicio, la empresa les pidió permiso para derribar unos metros de su barda limítrofe, únicamente para ingresar una máquina, sin embargo, hasta este momento el compromiso no ha sido cumplido por Aldesa, ya que a toda hora los obreros ingresan al fraccionamiento, además de que ni a los mismos residentes les permiten acercarse a la zona.
“Les dimos permiso para que tiraran una barda y puedan meter una máquina, sólo iban a hacer eso, y les dimos cinco días, después se cumplió el plazo y la barda sigue demolida y a toda hora todo mundo entra y sale de nuestro fraccionamiento, por eso no podemos dejar las casas solas, no sabes si se puede meter algún delincuente”, expresó el vecino desalojado.
Afirmó que en un inicio fueron llevados al hotel One, ubicado en la autopista México-Acapulco, pero tras un día de incomoda estancia, fueron transferidos al hotel Fiesta Inn, localizado a unos metros del primer hostal.
Hasta ahora están sobre la demanda penal contra la empresa, para proceder legalmente por los daños generados en sus viviendas a consecuencia de la mala ejecución de la obra del Paso Exprés. Se espera que el lunes inicien los trabajos de demolición de los muros de concreto que hacen funciones de contención, para ser sustituidos por los pilares que sostendrán el nuevo el nuevo viaducto.