Por la grave inseguridad, asesinatos y desapariciones, tal parece que Morelos es una mutación de un estado totalitario y represivo que ya no tiene una ideología, sino que se mueve por principios puramente monetarios, ilegales y legales, señaló Javier Sicilia Zardain, vocero del movimiento de Justicia con Paz y Dignidad. Expresó que a pesar de que Morelos es el segundo estado más pequeño del país, que proporcionalmente tiene índices de criminalidad tan graves como los que se padecen en Guerrero y Veracruz, indicó.
Señaló que los niveles de corrupción son altos, donde el gobierno ha trabajado en cuestiones suntuarias cuando en los casos de las fosas de Tetelcingo y Jojutla aún no se pueden terminar, esto al recordar que había un compromiso del gobierno del estado de hacer gavetas porque los SEMEFOS están saturados y si lo están no es por cuerpos de la gente que muere por causas naturales, sino porque siguen habiendo asesinatos y crímenes.
Y es que dijo que a los cuerpos que se les están haciendo las pruebas de ADN, después se les debería de pasar a las gavetas, como se había acordado, para darle una inhumación memorable, decente, conforme a lo humano, pero el gobierno ha fallado y no las han hecho, y se tienen cuerpos en la fosa de Jojutla es porque todavía no pueden sacarse porque no se pueden pasar a las gavetas, subrayó.
Lamentó que el gobierno del estado gaste mucho dinero en obras suntuarias, “en traer a Maluma”, en cosas que calificó de mascaradas para ocultar la realidad que se denuncia y no se deja de denunciar, siendo pues de ese tamaño la crisis que se vive en Morelos.
Continuando sobre el tema de las fosas, dijo que no se le ha puesto la suficiente atención, ya que estas no son del crimen organizado, sino de la Fiscalía de Morelos, de administraciones pasadas que también están encontrando conforme van avanzando las excavaciones de la fosa de Jojutla, por la razones citada. Asimismo, Sicilia Zardain dijo que muchas veces se han preguntado quién le enseñó a quién a desaparecer cuerpos, porque los que están enterrados en Jojutla y particularmente en Tetelcingo, no se distinguen de las fosas que hacen Los Zetas, “y recuerden que estos son desertores del ejército, de los grupos de elite”.
Por lo que se preguntó si realmente el Estado, en su reflejo particular que es Morelos, es una mutación de un estado totalitario y represivo, carene de ideología que se mueve por principios monetarios, ilegales y legales, tema pues, abundó, gravísimo de lo que sucede en el país y en Morelos.