Patrono del silencio
Don Cornulio llegó a su domicilio y sorprendió a su esposa en trance de fornicación con un sujeto. "¡Por Belcebú! -clamó el mitrado señor, que no olvidaba sus lecturas de Salgari-. ¡Y en mi propia casa!" Replicó el cuyo: "En descargo de mi conciencia, caballero, le juro que yo invité a la señora a ir la mía, pero ella dijo que mejor aquí"... Tetina, muchacha de busto generoso, le comentó muy preocupada a una de sus compañeras de colegio: "El maestro de Álgebra me advirtió que me reprobará si no me pongo todos los días este suéter apretado, incluso cuando haga calor"... Susiflor dijo a propósito de su nuevo galán: "Unas veces es simpático, agradable, divertido, amable. Y otras veces no trae dinero"... Doña Pasita no daba trazas de ir a la cocina a preparar la comida. Don Calendo, su marido, le pidió con acento suplicante: "Mi amor, quiero comer". De inmediato la ancianita empezó a quitarse la ropa ahí mismo. "¡Ah! -suspiró el señor alzando los ojos al cielo-. ¡Además de irresponsable, sorda!"... Un ingenioso lector, mi amigo cibernético RB, añade un nombre a la profusa lista de santos que hace unos días puse aquí. Es el de Santa Librada, patrona de las mujeres que van a dar a luz. He aquí la oración que le debe rezar la parturienta: "Santa Librada, Santa Librada, / que la salida sea como fue la entrada". Otro de mis cuatro lectores menciona a San Ramón, a quien invocan los que temen hablar de más y caer en indiscreción o yerro. Su oración dice con escueto laconismo: "San Ramón, ponme un tapón". A ese santo patrono del silencio debería encomendarse todas las mañanas Jaime Rodríguez, El Bronco, gobernador de Nuevo León. Y es que ¡uta, con tanta pata se le está enredando la pita! Casi no pasa día sin que diga algún desatino del cual al siguiente se debe desdecir. Recientemente se le ocurrió compararse -hágame usted el refabrón cavor- con Donald Trump. Las furias de las furiosas redes se le echaron encima. A tambor batiente va perdiendo partidarios el cada vez menos bronco Bronco. Entre otras muchas cosas se le reprocha que descuide el desempeño de su cargo por andar en pos de una ilusoria candidatura presidencial, siendo que en las encuestas aparece ligeramente por abajo del cero. Nuevo León es gran estado, y los nuevoleoneses merecen lo mejor. Procure el señor Bronco no abroncarlos; déjese de utopías futuristas; procure cumplir bien el mandato que le fue otorgado, y antes de abrir la boca encomiéndese devotamente a San Ramón. Yo lo hago siempre, aunque el santito rara vez me escucha... En el velorio de su esposa el viudo lloraba desconsoladamente. Gimió: "¡Tan buena que era!" Doña Chalina, la mejor amiga de la difunta, se inclinó sobre su vecina de asiento y le dijo en voz baja: "Eso no es cierto". Sollozó el hombre: "¡Tan hacendosa, tan hogareña, tan mujer de su casa!" Otra vez le musitó doña Chalina a la que estaba al lado: "Tampoco eso es cierto". Clamó el sujeto con desgarrada voz: "¡Era querida de todos!" Doña Chalina le dijo al oído a la mujer: "Eso sí es cierto"...