Pasados los escándalos de Tláhuac y Paso Express, volverá el tema Javier Duarte. La pregunta es, hasta dónde escala el manejo discrecional de los recursos del gobierno de Veracruz y el financiamiento a candidatos y partidos políticos.
Raymundo Riva Palacio realizó una investigación, donde revela el temor del entonces gobernador: “Ya nos abandonó el águila”. Nunca pensó, que Enrique Peña le quitara su apoyo.
Asegura que el presidente frenó al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien le pedía actuar en su contra por el desorden financiero y la corrupción en el estado
“La historia del dinero sucio en las campañas políticas es uno de los capítulos menos explorados, aunque muy hablados, de la gubernatura de Duarte, quien se ufanaba, de haber invertido $2,500 millones en los estados y candidatos que le dijeron desde la CDMX”. Duarte recibió dinero para operarlo mediante la cuenta Modernización Educativa, del presupuesto de educación.
Cuando AMLO asegura que usarán al ex gobernador para golpearlo, intentando desviar el golpe, como ocurrió con Eva Cadena, Delfina Gómez y Tláhuac. La información señala como operadores políticos con Morena a José Murat y Duarte, quien se habría encontrado con el tabasqueño y Ricardo Monreal para combatir la alianza PAN-PRD que llevó al triunfo a Miguel Yunes.
Un antecedente, se dio en 2012, cuando el gobierno de Felipe Calderón detuvo al tesorero del gobierno, Vicente Benítez, en el aeropuerto de Toluca con $25 millones.
Concluye Riva Palacio: “Si se pensaba ejercer acción penal contra Duarte, la PGR tendría que haber pedido al Legislativo su desafuero. Al no hacerlo, dejó sembradas las semillas para que camine hacia la libertad. El expediente, “lo dejaron flojito” para que la defensa encuentre la puerta de salida, y Duarte no se desespere”. Nadie ha negado la información. ¿Caerán todos?