Al descalificar los linchamientos ocurridos en el estado, porque son un "abuso y una chingadera de la gente", el poeta Javier Sicilia se pronunció a favor de la conformación de las autodefensas, pero con la participación del gobierno; que estén bien organizadas para no llegar a actos criminales, donde la gente tenga que hacerse justicia por propia mano.
De tal suerte que, además de la violencia que está generando el crimen organizado en parte del estado, las omisiones del gobierno están incrementando otra violencia que no debería de ser, y que es la violencia del resentimiento y del dolor, y la impotencia frente a la falta de autoridad.
Los linchamientos, insistió, son inaceptables, porque terminan asesinando a otros y no haciendo la justicia, y a veces hacia gente inocente.