Lozoya y la decisión de Raúl Cervantes
Son las declaraciones de los funcionarios de Odebrecht y las transferencias millonarias de cuentas de Odebrecht a cuentas en paraísos fiscales que presuntamente estaban ligadas al ex director de Pemex Emilio Lozoya. El domingo, en un comunicado, la PGR dijo que han tenido la oferta de saber eso y más.
“Representantes de las empresas brasileñas ofrecieron un acuerdo reparatorio, mismo que no fue aceptado y que bajo ningún supuesto inhibirá el sancionar administrativa y penalmente a los ex funcionarios y/o funcionarios públicos involucrados”.
Desde que destapó el escándalo Odebrecht, la táctica de la empresa en varios países es llegar a acuerdos con las fiscalías: yo te cuento cómo corrompí a tus funcionarios o di dinero a campañas y te lo devuelvo a cambio de penas menores para la empresa y sus directores y en algunas ocasiones hasta inmunidad total.
La PGR se ha negado a tal acuerdo.
La lógica de Cervantes es que eso podría resultar en un incentivo para muchas empresas ahora y en el futuro: soborno a funcionarios, obtengo beneficios, unos años después lo cuento y a mí no me pasa nada.
En febrero, la fiscalía brasileña firmó con la PGR y otros países un acuerdo para cooperar y compartir información. El problema es que la misma fiscalía brasileña ya estaba atada por el convenio que ellos mismos habían firmado con Odebrecht e incluye, por ejemplo, que si un nacional brasileño ya ha sido sancionado en Brasil, no pueda volver a ser sancionado por otro país con base en la misma información.
La complejidad de las operaciones de soborno, la utilización de paraísos fiscales, más los convenios que ha conseguido Odebrecht en sus acuerdos con diferentes países ponen a la PGR en una situación complicadísima si quieren armar ellos solos un caso.
Puede ser que, en principio, Cervantes esté en lo correcto. Pero, como leímos domingo y lunes, Odebrecht y los brasileños tienen la sartén por el mango y hacen que la decisión de la PGR se vuelva, para el gobierno de Enrique Peña Nieto, insostenible.
Como insostenible es que, si quieren arreglar el lío solos y sin acuerdos reparatorios, en la PGR nadie haya llamado a Lozoya para preguntarle algo.
Twitter: @puigcarlos