El socavón que se produjo en el Paso Exprés se debió a que las constructoras Aldesem (grupo Aldesa) y Epccor –contratadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)– colocaron los cimientos en terreno inestable y no sólo fue consecuencia de que no hayan cambiado el drenaje, que tenía más de 40 años operando, concluyó el peritaje realizado por el Colegio de Ingenieros Civiles de Morelos.
En la barranca Santo Cristo, donde el pasado 12 de julio perdieron la vida Juan Mena López y Juan Mena Romero al caer al socavón el auto en que viajaban, se edificaron los muros de contención que sostenían los 10 carriles ‘‘sobre el material de relleno, arriba de la alcantarilla’’, lo que incrementó ‘‘las acciones gravitacionales sometiendo al tubo de concreto a una carga adicional. Es importante recalcar que los muros de contención no se desplantaron sobre el terreno natural resistente’’.
Pedro Pablo Torres, integrante del Colegio de Ingenieros Civiles de Morelos, explicó que ‘‘el tubo (alcantarilla) tuvo un resentimiento desde el proceso constructivo y se sumó que los muros no estaban desplantados en terreno firme’’, además de que los cimientos del Paso Exprés sobre la barranca Santo Cristo ‘‘eran terrenos de fácil erosión por el flujo de agua de dicho canal’’.
Los ingenieros observaron que los deslaves en esta parte de la obra comenzaron en octubre de 2016, y que tanto las constructoras y la SCT, en vez de solucionar este problema, lo empeoraron al inyectar varias toneladas de cemento debajo del Paso Exprés, lo que acabó de romper y taponar la tubería provocando que se generara el agujero mortal.
Alejandro Rosas López, presidente del Colegio de Ingenieros, dijo en conferencia que al taponearse el tubo el agua buscó su cauce debajo de los cimientos, lo que provocó el reblandecimiento del terreno; hasta hoy, hay más de 100 metros cúbicos de cemento debajo, precisó. Toca a las autoridades definir quién o quiénes son los responsables.