I. Derroche. A estas alturas del año nadie se acuerda de que 2017 debía ser, en teoría, el año de los cinturones ajustados, los presupuestos bajos y el del no dispendio. La Cámara de Diputados destinó, en los últimos 12 meses, dos millones 835 mil 700 pesos para el desarrollo de aplicaciones móviles, plataformas web y gestión de cuentas de redes sociales y, pese a la erogación que implicó, varios de los proyectos aún no se encuentran habilitados. Son de todos conocidos los excesos en el gasto legislativo y siguen sin entender. ¿Cuándo y quién le cerrará la llave a los millones que se llevan tan fácilmente los diputados y los senadores?
II. Precavido. Ricardo Anaya, líder nacional del Partido Acción Nacional, se pronunció enérgicamente y demandó una investigación exhaustiva por el caso Odebrecht, el cual, dijo, será una prueba de fuego para el Sistema Nacional Anticorrupción, que debe dar resultados y demostrar que está ajeno a los intereses de los partidos. “Los ciudadanos están hartos de tanta impunidad”, manifestó. Él, por el momento y para curarse en salud, regresó a México a su familia, que vivía en el extranjero, además, porque se asoman las semanas electorales y en ello todo, hasta la foto familiar, cuenta. Si con esa pasión criticaran sus propias corruptelas.
III. En la ruta. Rafael Moreno Valle afirmó que no sólo se trata de ganar la elección, sino de “coincidir con el rumbo que le vamos a dar a México; hoy los ciudadanos ya no quieren descalificaciones sino soluciones”. No se trata de ver quién promete más, sino quién cumple lo que promete, mencionó el político. Precisó que, para sacar adelante la economía del país, se debe revisar la reforma hacendaria, incentivar la inversión para generar empleos, lograr que más personas paguen impuestos y realizar una reingeniería administrativa. Ideas las hay, lo que falta son los votos. Ni la izquierda nos hará Venezuela ni la derecha, Suecia.
IV. Transparencia. El territorio nacional es propicio para invertir, producir y generar fuentes de trabajo que consoliden las políticas de progreso del país en su conjunto. Sin duda, ése es el panorama que presenta México. El éxito está, como lo contemplan los senadores priistas que encabeza Emilio Gamboa, en manifestar que las inversiones que llegan a la nación son producto de factores determinantes que fortalecen la confianza, como las reformas estructurales, una economía estable y, hay que decirlo fuerte, el responsable manejo de las finanzas públicas, la certidumbre jurídica, así como la estabilidad política de un gobierno abierto y transparente. En ese sentido, el camino es el correcto y hay que preservar en continuar por la misma ruta.
V. Emplearse a fondo. Terminó en Washington la primera ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, entre Canadá, Estados Unidos y México, no fue nada fácil ni sencillo intentar la posibilidad de alcanzar consensos en los diferentes capítulos que comprende el acuerdo comercial, pero el esfuerzo por reafirmar el TLCAN continúa y su segunda etapa tendrá como escenario nuestro país en septiembre próximo. El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Pablo Escudero, señaló que es común ver posiciones encontradas y duras en el arranque de una negociación en la que está claro que hay que echar toda la carne al asador para lograr objetivos que las tres naciones esperan y el acuerdo siga salpicando beneficios, en un mundo globalizado en el que los tratados comerciales cobran más importancia.