Graco y Peña
Eolo Pacheco |
2017-08-25
… De repente el gobernador abrió la Caja de Pandora y dijo: el Presidente de la República estaba enterado de las graves fallas estructurales del Paso Exprés y aún así insistió en inaugurarlo. ¿Es Enrique Peña culpable de la muerte de dos personas?
La trama del Paso Exprés dio un giro inesperado cuando el gobernador de Morelos dijo que el Presidente de la República estaba enterado de los problemas que tenía la obra. Antes de su comparecencia en el Senado de la República todos suponían que Graco Ramírez iba a mantener sus acusaciones contra del secretario Ruiz Esparza, pero nadie anticipó que el perredista haría referencia a una charla privada que sostuvo con Enrique Peña Nieto. ¿Por qué lo hizo? ¿Para qué?
Como si la presión de enfrentar a un secretario de estado tan poderoso como Gerardo Ruiz Esparza no fuera suficiente, ahora el gobernador de Morelos provoca el enfado del gobierno federal por la referencia directa que hizo del Presidente de la República. En el escenario del gobernador de Morelos ahora hay tres personajes que tienen su mira puesta él: Miguel Ángel Osorio, de Gobernación, Gerardo Ruíz, de Comunicaciones y Enrique Peña Nieto, el mismísimo presidente de la república.
Graco pudo mantener su línea dura contra el titular de la SCT e insistir que se trataba de una obra federal, que su administración nada tuvo que ver con el proyecto ni con la ejecución de la carretera y que en su momento advirtieron de las fallas estructurales que presentaba. Incluso, si su relación con Ruiz Esparza ya es irreconciliable, pudo reiterar que el secretario actuó de manera dolosa, irresponsable y omisa, como lo ha venido señalando desde hace varias semanas. ¿Pero para qué involucrar al presidente Enrique Peña Nieto?.
Cuando Graco reveló su reunión privada con el ejecutivo federal e hizo pública la conversación, metió al presidente en una trama de corrupción que trajo como consecuencia la muerte de dos personas. Los dichos del gobernador no son cualquier cosa, los hizo “bajo protesta de decir verdad” y con ellos involucró a Peña Nieto, a quien dijo haber advertido de los riesgos de inaugurar una obra con “serios problemas estructurales”. Bajo esa lógica, Peña Nieto es responsable por omisión de la muerte de dos ciudadanos.
Así lo relató el gobernador: “Se me llama de Estado Mayor Presidencial y me dicen que el presidente me espera; yo argumente que tenía una reunión de la Confederación de Gobernadores y me respondieron que el presidente me esperaba en Los Pinos para ir… y llegamos una hora y media tarde porque me esperaron. En la conversación se lo dije al presidente y lo conversamos, pero él aseguró que en 48 horas estaría resuelto el problema. ¡Nunca aceptamos la irresponsabilidad de que el Secretario de Comunicaciones dijera que eran cuestiones de “señalética” y de mover materiales y terminar la obra a sabiendas de que había ahí ya una falla estructural, como advertimos un año antes!. ¡Si fueron advertidos! (el secretario y el presidente), no fue una petición de nombre, fueron advertidos un año antes que ese tubo de drenaje no servía”.
Tras esa declaración, el escenario político del gobernador de Morelos se ha enrarecido aún más; a la presión de estar acusado a nivel nacional de ser culpable de la muerte de dos personas se añade la tensión política que provoca haber involucrado en el caso a Enrique Peña Nieto. Con sus declaraciones el perredista enlazó la suerte de Ruíz Esparza a la de Peña Nieto, porque Graco dijo que ambos estaban enterados de las fallas estructurales del Paso Exprés y aún así insistieron en abrir la obra a la circulación, lo que a la postre causó la muerte de dos personas.
La presión política que ha recibido Graco Ramírez tras su comparecencia en el senado es tanta que un día después de ella ha dado un paso atrás: ahora informa que ya no hablará más del socavón porque él “no litiga en los medios”. En el rostro del mandatario se nota la presión que recibe y el mal momento por el que atraviesa, sabe que abrió un frente muy peligroso y que ello podría traer consecuencias muy duras en contra de él y de su gobierno.
Personalmente no entiendo porqué el gobernador de Morelos involucró al presidente de la república en esta historia, ni mucho menos la razón por la que hizo pública una conversación privada. Quizá supuso que metiendo más presión al tema, involucrando al ejecutivo federal, lograría doblar al gobierno y hacer retroceder a quienes le atacan políticamente desde la federación; pero el riesgo de que esa jugada resulte contraproducente es muy alto porque le pegó directamente al presidente y ahora el priísmo federal puede pedir su cabeza, como ha sucedido con otros mandatarios.
Recordemos algo: Enrique Peña Nieto es el presidente que más gobernadores ha procesado y encarcelado ¿Es tan fuerte y está tan limpio Graco Ramírez como para enfrentar y vencer a un presidente? ¿No teme que le puedan cuadrar las cosas y lo coloquen en la misma situación que Padrés, Duarte, Borge, Yarringtón o Sandoval?
Yo estaría muy preocupado.
- posdata
Las pifias legales del congreso de Morelos están a la orden del día. Se ha vuelto costumbre que los tribunales federales le corrijan la plana a los diputados y exhiban una y otra vez sus errores de procedimiento y desconocimiento de la ley.
Así paso todas las veces que actuaron en contra del alcalde de Cuernavaca y así ha ocurrido sistemáticamente en las reformas que aprueban.
Hay un factor en común en todos estos chascos: el hijo del diputado Enrique Laffitte. Él es quien lleva la batuta jurídica, por encima de los abogados del congreso, y a él se debe que los asuntos jurídicos se caigan. Su capacidad y conocimiento de la ley está de manifiesto en los resolutivos de la corte.
- nota
Muchas cosas se pueden recuperar de la comparecencia del gobernador de Morelos con legisladores federales, pero lo que más llamó la atención fue la referencia que hizo del presidente Enrique Peña Nieto. Así lo narra Reporte Índigo en su portal:
“El presidente Enrique Peña Nieto fue enviado a un socavón por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez.
De manera sorpresiva el mandatario estatal involucró al inquilino de Los Pinos en la presunta negligencia del Paso Exprés de Cuernavaca.
Y en su comparecencia ante la comisión de senadores, Graco Ramírez bajo juramento colocó al presidente en el diferendo que sólo sostenía con Gerardo Ruiz Esparza.
El gobernador dijo que no sólo el secretario de Comunicaciones fue alertado sobre los peligros de esa obra mal ejecutada, sobre todo en su sistema hidráulico.
Graco reveló que esas advertencias las hizo a Peña Nieto, que en su momento las minimizó, no les prestó importancia.
Dijo textual el gobernador: “Yo me resistía todavía (a ir a la inauguración). Me llama del Estado Mayor y me dicen que el presidente me espera, porque yo argumenté tener una reunión de la Conferencia de Gobernadores y que el presidente me esperaba en Los Pinos . Llegamos una hora y media tarde…
“Y en la conversación se lo dije. Se lo dije al presidente y lo conversamos, pero él aseguró que esto en 48 horas estaría resuelto”.
Graco confirmó que se enviaron oficios, desde octubre del 2016, alertando de la mala ingeniería hidráulica, pero esas advertencias nunca fueron atendidas.
El gobernador dijo que le hizo ver al secretario que no estaban dadas las condiciones para que la obra fuera inaugurada, pero Ruiz Esparza insistió en abrirla para desahogar el flujo de Semana Santa.
Graco reveló que era falso que el día de los aguaceros se trataran de lluvias excepcionales. Y que los reportes de Conagua podrían dar testimonio de que eran las normales para esa temporada.
Y el peritaje de los ingenieros acabó por exhibir la mala ejecución de la obra, con un tubo inadecuado en diámetro, que acabó taponeado por el concreto que le inyectaron. La obra colapsó y apareció el socavón y devoró el automóvil con sus dos ocupantes.
Con estas declaraciones el gobernador le da un giro al caso del Paso Exprés, porque el acuse de presunta negligencia ya no recae en Ruiz Esparza, sino también en el presidente Peña Nieto.
Tanto, que el senador Miguel Barbosa fue contundente al exigir que por las implicaciones que hacía Graco del secretario y del presidente, se debía de dar parte inmediata a la Procuraduría General de la República.
Porque si no lo hacían, los senadores estarían incurriendo en encubrimiento ante el trágico fin de dos vidas por esa obra.
Y después de tan reveladoras implicaciones, la pregunta que flota en el aire es: ¿engañó el secretario de Comunicaciones a su jefe, el presidente, con información falsa del Paso Exprés para justificar la inauguración?
La respuesta vendrá de Los Pinos y de las investigaciones que por oficio tendrá que emprender la PGR.
Así que como si Odebrecht y OHL no fueran suficientes dolores de cabeza, al presidente lo meten en un socavón judicial.
¿Será la renuncia de Ruiz Esparza la salida inevitable?
- post it
Los enemigos políticos del gobernador de Morelos se están uniendo en su contra en el momento más complicado y peligroso de su sexenio. Los temas en la agenda del estado son muchos y diversos actores sociales los comienzan a utilizar para generar presión. Después de la comparecencia de ayer en el senado, Miguel Barbosa arremetió contra Graco Ramírez e hizo “personal” el “pleito” del mandatario con la universidad Autónoma de Morelos.
Así lo dijo el otrora perredista:
“Hoy Graco cantó y canto en contra de Peña Nieto y de Gerardo Ruiz Esparza; lo dicho por el gobernador Graco Ramírez lo obliga a presentarse en la PGR, obliga a que se envíe un acta circunstanciada de cada una de sus declaraciones y menciones para que con ella se aborde esa investigación y se determinen las responsabilidades.
Ese es el tamaño de lo que hoy ocurrió, recomendaría a la fuente de acá del senado y de la cámara de diputados, que hoy se reúne por llevarse a cabo aquí la sesión permanente, que en la plenaria del Partido Verde, le pregunten a Osorio Chong que opina de lo dicho por Graco Ramírez.
… Yo quiero decirles que es un honor estar aquí acompañando a ciudadanos de Morelos, a la senadora y a los senadores, y por lo dicho por Fidel Demédicis, ¡yo si hago mío el pleito personal de Graco en contra del rector Vera y del obispo Castro, yo si lo hago mío!
Senadores de muchos partidos políticos vamos a dirigirnos a la secretaría de hacienda para que ordene la liberación de los recursos a la universidad, que no solo se quede en las declaraciones de esta conferencia de prensa, sino que firmemos un documento exigiendo a la secretaría de hacienda que se liberen los recursos para la Universidad Autónoma de Morelos
El día de ayer el secretario de hacienda en el estado admitió y confesó que efectivamente tienen retenidos los recursos; el día de hoy estaremos firmando este documento de manera conjunta para que puedan ser liberados”.
- redes sociales
La UAEM no pagó la nómina correspondiente a la primera catorcena de agosto a más de 6 mil trabajadores académicos, administrativos y de confianza, pero las actividades continuaron con normalidad. Los sindicatos analizan emplazar a huelga en las próximas horas.
La universidad carece de recursos porque el gobierno de Graco Ramírez mantiene retenidos, dice la rectoría, más de 100 millones de pesos de subsidios estatales y federales “Debido a que existe una denuncia que hemos presentado y se presume que la UAEM no utiliza los recursos para sus actividades propias, sino para otros fines”, dijo el titular de hacienda estatal Jorge Michel Luna.
La falta de pago “pone en riesgo la manutención de más de 6 mil familias de los trabajadores y la formación y el derecho de más de 40 mil estudiantes a la educación y a un futuro digno”, afirman autoridades universitarias. En casi 50 unidades académicas, entre escuelas, facultades, centros e institutos de investigación, directores, profesores y estudiantes llevan a cabo asambleas para decidir las medidas que llevarán a cabo en los días siguientes.
El problema financiero de la UAEM es fuerte derivado de varios factores: la crisis acumulada durante varias administraciones, el manejo poco eficiente de los recursos y la pugna política entre el rector y el gobernador.
Hoy el problema está tomando matices muy peligrosos para todos, porque las diferencias política y personales entre Graco y Vera afectan a miles de trabajadores y estudiantes que resienten en sus bolsillos la falta de pago y podrían dejar de recibir cátedra ante una eventual huelga.
El gobernador y el rector han vuelto irreconciliable su relación y ninguno ha tenido la capacidad de buscar un punto de coincidencia por el bien de la comunidad universitaria. En este duelo de poder, de personalidades y de egos, quien lleva la peor parte es la comunidad estudiantil y académica.
¿Hasta donde llegará el problema?
- es viernes
¡Salud!: Hoy toca.
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