Poco a poco, aspirantes a la candidatura presidencial, gobernadores y senadores del PAN comienzan a tejer una estrategia para contrarrestar la “guerra unilateral” que declaró contra el PRI el dirigente del partido, Ricardo Anaya, en su afán por sacudirse los señalamientos del súbito enriquecimiento personal y de su familia política.Nos dicen que en esta semana habrá reuniones, por separado, entre senadores y gobernadores azules para definir la ruta a seguir, tras la personal defensa que ha asumido el joven dirigente, quien en la estrategia abrió un frente la víspera del arranque del periodo ordinario de sesiones en el Congreso.

Los panistas que no están de acuerdo con el plan de Anaya se preguntan: ¿los grupos parlamentarios no van a negociar posiciones en los órganos de gobierno del Congreso?, ¿no van a participar de la aprobación del nuevo Auditor Superior de la Federación?, ¿se harán a un lado de la sucesión del nuevo gobernador del Banco de México?, ¿no estarán en la discusión y debate del Paquete Económico 2018?

Hay muchísimo en juego, nos comentan, en la agenda legislativa como para acompañar la guerra de Anaya contra los priístas.