En la negociación liderada por Emilio Gamboa, el exsecretario de Hacienda ganó la presidencia de la cámara y el PRI consigue apoyo para Fiscalía General
Foto: Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.
Con el apoyo de las bancadas del PRI, del Partido Verde, del PRD y del PT, siete panistas derrotaron anoche a su dirigente nacional, Ricardo Anaya, para que Ernesto Cordero asumiera la presidencia del Senado y Octavio Pedroza, la vicepresidencia que tenía el anayista Jorge Luis Preciado.
Fueron diez horas continuas de negociación encabezadas por Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores del PRI, quien se convirtió ayer en el presidente de la Junta de Coordinación Política.
Horas que generaron diversos momentos de tensión, como las amenazas y acusaciones lanzadas por Fernando Herrera a Ernesto Cordero sobre que, a cambio de su triunfo, apoyará al PRI para destrabar la designación del fiscal
General de la República.
En el PAN, la victoria de Cordero, respaldada por Jorge Luis Lavalle, Salvador Vega Casillas, Javier Lozano, Roberto Gil, Octavio Pedroza y Sonia Mendoza, también generó una fractura en el otrora grupo compacto de los calderonistas.
La elección de Cordero fue parte de un acuerdo integral: el PRD logró una vicepresidencia extra; el PT, el Instituto Belisario Domínguez, y el PRI, con su aliado el Partido Verde, tiene los votos necesarios para las reformas y los nombramientos pendientes, como el fiscal general.
Sorprende Cordero; presidirá el Senado
El priista Emilio Gamboa logra sacar los consensos; el coordinador del PAN, Fernando Herrera, reclama traición.
Con el voto de 93.9% de los senadores que ayer se dieron cita en el pleno del Senado, siete panistas derrotaron anoche a su presidente nacional, Ricardo Anaya, porque lograron el respaldo del PRI, PT, PRD y Verde para que Ernesto Cordero se convirtiera en el presidente de la Mesa Directiva, y Octavio Pedroza desplazara a Jorge Luis Preciado como vicepresidente, en contra de la disposición anayista.
“Este es un atropello; esta es una vergüenza. Ya vimos quiénes son los traidores que le han dado la espalda al pueblo de México. Negociando a las espaldas, traicionando la confianza de millones de mexicanos. ¡Adelante! Hagan lo que quieran. No lo podrán hacer con México”, lanzó el coordinador de los senadores del PAN, Fernando Herrera, quien una vez consumado el triunfo de Cordero, entró a gritos al salón de plenos para exigir la palabra y generar un momento de caos, porque sus gritos generaron más gritos por parte de los senadores que respaldaron a Cordero.
De acuerdo con panistas, la designación de Cordero destrabará el nombramiento del fiscal general.
“Lamento que pueda más la cartera que la camiseta, que no se han dado cuenta que sigan pensando que son gobierno y que son parte de este gobierno de Peña Nieto, que deben traicionar al PAN y votar con la bancada del PRI. Y te hablo a ti Cordero, Lozano, Lavalle, Roberto Gil. Es lamentable que mientras 30 compañeros tengan la lastimosa necesidad de lastimar su dignidad para darle los votos suficientes para que sean nuevamente el presidente del Senado; vergüenza asuma vicepresidencia”, lanzó, por su parte, el desplazado Jorge Luis Preciado.
Pero el triunfo de Ernesto Cordero, que estuvo respaldado por Jorge Luis Lavalle, Salvador Vega Casillas, Javier Lozano, Roberto Gil, también generó una fractura entre el otrora grupo compacto de los calderonistas, pues la tlaxcalteca Adriana Dávila rompió con el grupo, una vez que no recibió el respaldo para convertirse en la presidenta de la Mesa Directiva. Pero los mismos votos permitieron que Octavio Pedroza y Sonia Mendoza se mantuvieran en la Mesa Directiva; uno como vicepresidente y la otra como secretaria.
EL artífice
Fueron 10 horas continuas de negociación encabezadas por Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores del PRI, quien se convirtió ayer en el presidente de la Junta de Coordinación Política; 10 horas que generaron tensión y que llevaron a diversos cambios en las propuestas para presidir la Mesa Directiva.
La mañana de ayer jueves, el consenso estaba con la priista Graciela Ortiz; sin embargo, la decisión de Emilio Gamboa de privilegiar los consensos y los equilibrios llevó a poner la Mesa Directiva a disposición del PAN, luego de reunirse con el grupo que acompañó en todo momento a Cordero, y aunque trató de conseguir el respaldo de todo el panismo, encabezado por Fernando Herrera, no lo logró.
Herrera, de acuerdo con el relato de los senadores que vivieron la negociación, vetó a Ernesto Cordero y propuso que Jorge Luis Preciado, nombrado por Ricardo Anaya como vicepresidente de la Mesa Directiva, fuera presidente; de inmediato fue rechazado; después, propuso que los primeros seis meses la presidiera Laura Rojas y los otros Adriana Dávila.
Pero por votación unánime, los senadores del PRI rechazaron la fórmula panista y así se lo comunicó Emilio Gamboa a Fernando Herrera y a las propias senadoras, quienes le reprocharon la decisión. Sin embargo, momentos después Herrera salió a dar una conferencia para anunciar que la propuesta del PAN era sólo Laura Rojas y Adriana Dávila, pero que el PRI vetó por ser mujeres.
Durante dos horas fue imposible lograr el acuerdo. El PRI y el grupo de Cordero retomó su acuerdo original y con la más estricta secrecía, llegaron al pleno sin dar línea de quién era el elegido, pero cuando comenzaron a votar, fue evidente que sólo había un nombre en la boleta: Ernesto Cordero, cuyo nombramiento fue en una cédula separada del resto de los integrantes de la Mesa Directiva, con lo cual se rompió la regla de una sola planilla completa.
Ayer fue un día histórico en el Senado, porque, por primera vez en su historia, llegó al límite la elección de su nueva Mesa Directiva, y no fue por consenso con la segunda fuerza política interna, y porque desde la tribuna, se escuchó la amenaza de Preciado contra Cordero, para que no se vuelva a parar en el grupo parlamentario del PAN y adelantarle que él se encargará de que no vuelva al PAN.
Repartición
Pero la elección de Ernesto Cordero fue parte de un acuerdo integral. El PRD logró una vicepresidencia extra; el Partido del Trabajo se quedó con el Instituto Belisario Domínguez y el PRI, con su aliado del Partido Verde, logró los votos que necesita para los nombramientos y reformas pendientes, entre ellos la Ley Orgánica de la nueva Fiscalía General y la posible permanencia de Raúl Cervantes, ahora como fiscal autónomo.
Adriana Dávila y Marcela Torres reprocharon al PRI la “misoginia política” al rechazarla y eso provocó que Carlos Puente, líder del Verde, e Hilda Flores, del PRI, revelaran que el PAN vetó a Mariana Gómez del Campo y a Pilar Ortega como posible presidenta del Senado, a pesar de que el PRI estaba dispuesto a respaldarlas, porque esa fue la orden de Ricardo Anaya.
La versión fue confirmada por Gamboa Patrón, quien rechazó que él haya vetado a las dos mujeres propuestas por Fernando Herrera.
Destacó que Cordero es un hombre cabal acompañado de cuatro hombres y cuatro mujeres, lo que demuestra equilibrio de género; “no será acaso los intereses personales o pleitos internos lo que está afectando en este momento a Acción Nacional. Lamento mucho que en vez de venir a presentar su propuesta lo hayan hecho a través de los medios de comunicación”.
Reveló que fue Cordero quien le informó que iba a inscribirse; que él no se lo pidió y le dio una opinión: “sigue actuando como siempre lo has hecho”.
Luis Miguel Barbosa habló por el PT y dijo que estuvo en contra de que el PRI tuviera los dos órganos de gobierno, como pretendía el PRI; “nosotros votamos por Ernesto Cordero, porque es un legislador de alto nivel y porque aporta mucho; no es un acto vergonzante; es un acto legítimo”.
Fernando Herrera, Pilar Ortega, Rosario Guzmán, Salvador López Brito, Adriana Dávila, Silvia Garza, Laura Rojas, Ernesto Ruffo y Jorge Luis Preciado, quieren repudiaron a sus compañeros, a quienes identificaron como “priistas”, aseguraron que no promoverán que se les aplique una sanción, porque la peor sanción es la vergüenza que vivirán ante la sociedad.
El polémico
Protagonista de dos confrontaciones abiertas contra dos presidentes nacionales del PAN, Ernesto Cordero se convirtió ayer por segunda ocasión en el presidente del Senado, el cual ya encabezó en su primer año de actividades y ahora en el cierre de las actividades de los actuales senadores.
En mayo del 2013 su confrontación con el presidente del PAN, Gustavo Madero, lo llevó a ser destituido como coordinador; ahora se enfrentó a su dirigente Ricardo Anaya.