I. Oportuno. Emilio Gamboa, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, llamó a los grupos parlamentarios a renunciar a dinámicas de guerra, privilegiar la política y avanzar en la conclusión del andamiaje legal para combatir la corrupción en todo el país, en todos los niveles de gobierno y en todas las instituciones. Basta de confrontación; apremia el diálogo para construir las reformas y las leyes que necesita el país. Sobre la declaración de guerra por parte de Acción Nacional, se sacudió el tema con la elegancia política que le caracteriza: el Partido Revolucionario Institucional, dijo, ha privilegiado la política. ¿Y sí acabarán con la corrupción? En este último año es más que necesario.
II. El límite. La caída en popularidad de Ricardo Anaya en las horas recientes es estrepitosa. La ruptura llegó a la exigencia de Margarita Zavala de que su líder nacional renuncie. La aspirante presidencial panista demandó la salida de Anaya por considerar que es un factor de división al interior de Acción Nacional y de indefinición para designar candidato del partido a la Presidencia de la República, cargo con el que sueña la exprimera dama. Otro personaje que se debilita solo. La esposa del expresidente Felipe Calderón decidió marcar distancia del senador Ernesto Cordero. Así, se va a quedar sin aliados en su meta por competir por Los Pinos.
III. La opción. El descrédito que los partidos han ido acumulando los ha llevado a alianzas antes inconcebibles. En su afán de competir por las presidenciales con oportunidad, aceptan que solos no podrán. En el Consejo del Partido de la Revolución Democrática aprobaron, con 207 votos a favor y 33 en contra, la unión al Frente Amplio para la elección presidencial de 2018. Gobernadores del PRD y Alejandra Barrales, presidenta nacional del partido, dieron la espalda a quienes han desertado para aliarse con Movimiento Regeneración Nacional. Lo que no han calculado es que en los próximos días la desintegración será mayor. Eso se llama sobrevivencia o selección natural.
IV. Hay niveles. Un joven que labra carrera con éxito y reconocimiento es Pedro Kumamoto, a sus 27 años es diputado independiente en Jalisco e impulsó, entre otras propuestas, la ley Sin Voto No Hay Dinero, aprobada en el estado y que busca replicarse en otros 26. Va por una curul en el Senado de la República, en el próximo proceso electoral de 2018, anunció. “Hoy estamos convencidos de que esta nueva forma de hacer política, justa, solidaria, respetuosa, generosa y alegre tiene que llegar a cada rincón de este país”. Jaime Rodríguez El Bronco, gobernador de NL, también “independiente”, es justo el lado opuesto de la moneda. Digan que no.
V. Yerros. Hay políticos que, involuntariamente, se demeritan. “Cada día salimos a las calles a refrendar la confianza que hace un año depositaron en nosotros”, escribió José Ramón Enríquez, alcalde de Durango. Este personaje asegura ser un gobernante con resultados. Además, fue políticamente incorrecto presentar un informe de gobierno superior en formato al del gobernador José Rosas Aispuro, dejando en ridículo al mandatario. Mucha promoción de altura, pero si en verdad saliera a las calles, sería siquiera capaz de tapar los baches que asolan a la ciudad. De eso ni se acuerda el edil.