El gobierno federal propuso un Paquete Económico para 2018 alineado con su promesa de regresar al equilibrio fiscal, mediante la contención del gasto, mayor recaudación, reducción de la deuda pública y lograr dos años consecutivos de superávit primario, para enfrentar un año de incertidumbre por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y de tiempos electorales.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) proyecta un marco macroeconómico con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un rango de 2.0 a 3.0 por ciento para 2018. Para 2017 revisó al alza el estimado de crecimiento, a 2.0 a 2.6 por ciento, desde un rango de 1.5 a 2.5 por ciento.
Prevé estabilidad en las finanzas y en otras variables macroeconómicas como una baja en la inflación a tres por ciento y un peso y precio del crudo más fuertes en 2018.
Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señaló que el Presupuesto prioriza la estabilidad frente al escenario electoral de 2018, aunque no da soluciones estructurales.
“Leemos un presupuesto relativo a un año electoral, orientado a poner algo que le guste a las agencias calificadoras; en muchos sentidos es un presupuesto muy financiero, casi todas las variables macro las vemos muy razonables, pero la que sí está muy optimista es la inflación”, dijo.
Hacienda plasmó en el Paquete Económico la trayectoria de consolidación fiscal comprometida desde 2013 y que ha sido ratificada por cuatro años, al planear disminuir la deuda pública total de 50.2 por ciento como porcentaje del PIB aprobado para 2017 a 47.3 por ciento en 2018.
En tanto, el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2018 asciende a 5 billones 236.4 mil millones de pesos, un crecimiento de 113 mil 400 millones de pesos respecto a la cifra aprobada para 2017.
Este nivel de gasto se financiará en 91 por ciento con ingresos presupuestarios previstos en 4 billones 735 mil millones de pesos para 2018, un alza de 165 mil 300 millones de pesos, con relación a 2017.
El nueve por ciento restante se financiará con un déficit de 466.7 mil millones de pesos, que disminuye en 51 mil 900 millones de pesos, respecto al aprobado para 2017.
“Éste es el menor déficit desde 2013 y significa una reducción de los Requerimientos Financieros del Sector Público de 2.9 a 2.5 por ciento del PIB de 2017 a 2018. Esto va a contribuir a reducir el saldo histórico de la deuda a 47.3 por ciento del PIB, donde se estimaría cerraría al final de la administración”, dijo el titular de Hacienda, José Antonio Meade, al entregar el Paquete Económico al Congreso.
La disminución del déficit y de la deuda total del país apuntan además a conseguir por primera vez desde 2008 un superávit primario en 2017 y mantenerlo en 2018.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento, dijo que el presupuesto tiene la lógica de ser un programa de ajuste fiscal. “Tiene incrementos en los ingresos, tanto tributarios como no tributarios y petroleros del sector público, es decir, con un incremento en esos ingresos lo que se está aplicando es una reducción en el gasto”.
Para Alejandro Cervantes, director general de Análisis Económico de Banorte-IXE, el cumplimiento del compromiso de reducir el déficit gradualmente envía un claro mensaje de responsabilidad fiscal que el Congreso deberá respaldar.
*Con información de Valente Villamil