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PUNTO Y APARTE

* EL SEMEFO DE ADAME

Durante el sexenio del gobernador panista Marco Adame Castillo (2006-2012) y siendo procurador general de Justicia, Pedro Luis Benítez Vélez, hubo tal concentración de cadáveres en el Servicio Médico Forense (Semefo) de la Zona Metropolitana (o sector central), que los gusanos provocados por la descomposición natural de esos cuerpos infestaban el área adjunta de expedición de cartas de antecedentes no penales. Aquello significó una emergencia sanitaria en las instalaciones de la extinta Procuraduría General de Justicia, hoy Fiscalía General de Morelos. Cuando el asunto trascendió a través de los medios informativos, las autoridades dispusieron de los cuerpos hasta liberar el Semefo. Sin embargo, no hubo mayores controversias porque prácticamente nadie se percató del lamentable hecho… o hay quienes sí tuvieron conocimiento y ahora se hacen los amnésicos. ¿En qué fosa común fueron a parar los cadáveres? Sepa Dios.

La crisis estalló el 14 de mayo de 2010, cuando había decenas de cadáveres acumulados en el Semefo. Y la situación era igual en las subprocuradurías regionales. Tocante al problema, el corresponsal de El Universal, Justino Miranda, informó el 7 de julio del mismo año que la cámara frigorífica del Semefo operaba con apoyo de una máquina de cubos de hielo (Ideal) debido a un desperfecto en el termostato del depósito de cadáveres por una descarga eléctrica. Agregó el periodista en su nota: “La situación sanitaria alcanzó en mayo niveles de preocupación por el cúmulo de cadáveres almacenados en el anfiteatro, debido a la creciente ola de violencia en la entidad (…) Entonces, el coordinador de Servicios Periciales de la Zona Metropolitana, Cuitláhuac Cardoso, aseguró que la falla en el frigorífico fue aprovechada para realizar experimentos de entomología, con las larvas o gusanos, para determinar el tiempo y el proceso de cuánto llevaban muertos (los cadáveres levantados)”. “De por sí los cadáveres tienen larvas, estas se multiplicaron con el aumento de la temperatura y al momento de movilizar los cuerpos en sus bolsas, tres de estas se rompieron y las larvas cayeron al piso”, añadió Cardoso Méndez.

Es importante subrayar que en el reciente caso de las fosas de Tetelcingo (Cuautla) se detectaron restos óseos de quienes fueron ultimados (¿o desaparecidos?) en tiempos del gobernador Marco Adame Castillo. José Martínez Cruz, presidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos en Morelos, acaba de declarar que en el periodo adamista se reportaron mil 300 casos de desapariciones (Milenio). Lo importante ahora es que en torno a la inhumación irregular de cuerpos en Tetelcingo se aplique la ley, caiga quien caiga y tope lo que tope, pero también deben ser exhibidos quienes pretendan medrar y sacar raja política con el dolor de muchos familiares de desaparecidos. Desde luego, la sociedad morelense espera la identificación de todos aquellos (as) que fueron sepultados (as) en ese lugar. A ver.

http://www.moreloshabla.com/punto-y-aparte-11-may-2016/

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