Axochiapan, Mor.
En este pueblo, ubicado a unos 200 kilómetros de la ciudad de Cuernavaca, colindante con el estado de Puebla, y donde se registró el epicentro del sismo del 19 de septiembre, sólo hubo cuatro difuntos, afortunadamente
, expresan sus habitantes, quienes sí resultaron damnificados al perder sus viviendas.
Leonor Jaimes Ampudia, de 65 años de edad, es una de las cuatro víctimas mortales, de las 74 muertes documentadas en Morelos a causa del temblor de magnitud 7.1, hasta este lunes.
Leonor y su esposo, Salo Hernández, estaban en la iglesia del Padre Jesús, localizada en la cabecera municipal de Axochiapan. “Ese día les tocó como familia rezar ante el Santísimo (recipiente utilizado para guardar las hostias de la comunión), cuenta Luz Adriana Hernández, hija de la pareja.
La vecina Paula Hernández recuerda que minutos antes del sismo pasó por la iglesia y entró a rezar una oración al Santísimo. Ahí vio al matrimonio por última vez. Cuando salía del lugar sintió el movimiento del piso y apresuró el paso hacia los escalones de salida.
GRASCO/ LA JORNADA
En ese momento se percató de la fuerza del sismo y corrió para ponerse a salvo. Atrás sólo había polvo blanco y tierra. La cúpula de la iglesia se había caído; se sentó en una jardinera mientras pasaba el movimiento. Minutos después salió al atrio a pedir ayuda para rescatar a la pareja.
El llamado lo atendió un grupo de jóvenes, quienes con palas y picos encontrados entre los escombros del templo los rescataron. Tres horas después del sismo llegó una ambulancia, Leonor había fallecido y Salo aún respiraba, por lo que se lo llevaron para brindarle atención médica.
“Al señor lo sacaron vivo, golpeado y sangrante. Yo creo que también venía todo mareado. Y gritaba ¡mi esposa, mi esposa!, después se desmayó
, cuenta Paula.
En medio de la confusión y el auxilio, Paula se acordó de su esposo y su casa, la cual está en la colonia Cuauhtémoc de este municipio. Platica que al llegar se alegró porque no le había pasado nada a su compañero; pero a su casa sí. Justo donde tenía su cama el techo se vino abajo.
Dos días después del sismo acudió personal de Protección Civil del estado a revisar los desperfectos en el poblado. De su vivienda le dijeron “que sólo cambiara la cama de lugar y ya.
“¿Cómo es posible? –les dije– ¿Entonces debo tener mi casa encima para que me consideren afectada?”, recuerda Paula.
Otra damnificada, Patricia Sánchez Pineda, acusa que a este municipio aún no llegan los víveres, tampoco el auxilio para remover los escombros, mucho menos apoyos para reconstruir sus viviendas. Aquí, la comunidad remueve los escombros con sus propios recursos.
Datos oficiales refieren que en la entidad se dañaron 19 mil 407 viviendas, de éstas, 10 mil están severamente afectadas, y Axochiapan es uno de los 13 municipios con más perjuicios materiales.