¡Se derrumba 2018!
Sin embargo, lo que todos en la clase política saben es que tanto los huracanes como los terremotos ya provocaron un cambio radical en el curso de la elección presidencial.
¿Cuánto se derrumba de la elección presidencial de 2018, comparado con el escenario conocido hace 30 días?
1.- Lo primero que cambió rumbo a 2018 fue la tendencia que priorizaba a la inseguridad y la violencia como ejes de las campañas. Hoy hasta los barones del crimen resultaron damnificados.
2.- Por ello, el tema electoral central será la reconstrucción de las zonas siniestradas y la atención a damnificados. Y también por eso los partidos pelean por la paternidad del tema del financiamiento público, porque quieren convertir la caridad en renta electoral.
3.- Lo curioso del tema —que por ello será motivo de escándalo— es que mientras los gobiernos federal y estatales se ocuparán de la reconstrucción y atención a damnificados, los partidos estarán pidiendo el voto a esos mismo damnificados.
4.- También en semanas se derrumbó parte de la mala imagen del gobierno de Enrique Peña —imagen destruida en cuatro años de una feroz campaña de descrédito—, gracias justamente a los aciertos del Presidente en la atención a los damnificados del terremoto o de los huracanes, en las regiones más pobres de México. Algunas encuestas reportan que la aceptación de Peña Nieto hoy es de cuatro de cada 10.
5.- Y por la recuperación en la imagen de Peña Nieto apareció una nueva campaña —en redes y en todos los medios posibles—, para hacer creer que a causa de los terremotos se había producido un choque entre la sociedad y las instituciones. La “legión de idiotas” hizo todo para difundir noticias falsas, desacreditar a militares, marinos, policías, bomberos y rescatistas y para sembrar una nueva campaña de odio contra el gobierno federal. Nada funcionó.
6.- Y es que instituciones y gobierno caminaron de la mano. Y en esa tarea de acercamiento ha jugado un papel determinante el secretario de Gobernación, Miguel Osorio, cuya precandidatura presidencial por el PRI se ha visto arropada gracias al incansable activismo del hidalguense. Y es que el cambio de prioridades para 2018 también cambiará las posiciones de los presidenciables en el PRI.
7.- Otra campaña de descrédito que también se derrumbó es la que por años habían emprendido Morena y AMLO contra Miguel Mancera. Le guste o no a los malquerientes del jefe de Gobierno de CdMx, Mancera reaccionó rápido y bien, al grado de que ayer, a una semana del terremoto del 19 de septiembre, anunció el inicio de la reconstrucción. Mancera tiene dos meses para dejar encaminada esa reconstrucción, si es que quiere mantener su candidatura presidencial.
8.- Los huracanes y terremotos también derrumbaron la hipótesis de que los mexicanos creen en un salvador único; en un mesías predestinado. La movilización de miles de ciudadanos de todas las edades en las tareas de rescate, remoción de escombros, ayuda a damnificados y en general de respuesta ante la tragedia, confirmó que los ciudadanos creen en sus propias capacidades para hacer frente a las adversidades. Pero también creen en las instituciones, como militares, marinos, policías, bomberos y rescatistas.
9.- Ese fenómeno derrumbó “la inevitabilidad” de la candidatura presidencial del “aspirante frecuente”. Y fue tal el revés de los huracanes y los terremotos a la imagen y la credibilidad de Morena y su candidato que el tres veces aspirante presidencial debió recurrir a respuestas extremas; el grosero engaño con el cuento de renunciar a las prerrogativas a Morena.
10.- Pronto se derrumbará el mito de que los jóvenes tomaron la calle luego de las calamidades naturales. ¿Por qué? Porque la afirmación no es exacta. Muchos dicen que solo jóvenes o que una mayoría de millenials han reaccionado ante la emergencia. Hubo mexicanos de todas las edades, todas las condiciones sociales y todos los credos políticos. Y si en 2012 muchos ingenuos imaginaron el despertar juvenil con esa “patrañas del 132”, otros no menos ingenuos creen que “ahora sí es tiempo de los jóvenes”. La política electoral no es un huracán, un terremoto o un derrumbe.
11.- También se derrumbó el mito de que “las masa de todo el país” clamaban el fin del financiamiento público a partidos y candidatos; que exigían “adelgazar el Congreso y acabar con los holgazanes plurinominales”.
Y es que en un lance de audacia, el PRI propuso acabar por completo con el dinero público a partidos y con los plurinominales. Sin embargo, son más los que se oponen que los que aplauden. Se derrumbó otro engaño.
Sí, las de 2018 serán unas elecciones inéditas. ¡No hay nada para nadie!
Al tiempo.