Inseguridad y apatía ciudadana
Reza el dicho popular que el ser humano se acostumbra a todo, menos a no comer. En Morelos algo así nos está ocurriendo: nos acostumbramos a lo malo y se nos hace común que las cosas se pongan peor. Todo pasa y nada pasa.
Las historias se cuenta una y otra vez: casos de personas privadas de su libertad, extorsionadas, asaltadas, agredidas física o sicológicamente, golpeadas o desaparecidas; todo ocurre en Cuernavaca y casi todo el estado de Morelos sin que ello trastoque la tranquilidad de un gobierno que prometió paz y trajo violencia. Lo grave es que esta situación no se detiene y por el contrario, se repite; lo peor es que como sociedad nos hemos acostumbrado a este tipo de hechos y al hacerlo perdemos sensibilidad y solidaridad con el prójimo. Cada víctima en Morelos se convierte en estadística, pero nada más.
Hay muchas maneras de observar la descomposición del ambiente social en Morelos; el problema es muy grave y se puede analizar desde la desintegración familiar y pérdida de valores, hasta los casos de violencia que día a día observamos en todo el territorio estatal. Es terrible que a pesar de las denuncias ciudadanas las autoridades sigan siendo omisas al problema e insensibles al dolor de la gente, pero es alarmante que poco a poco los ciudadanos estamos tomando los hechos de violencia como algo normal y al hacerlo nos deshumanizamos.
En Morelos hemos llegado a un punto ciego en donde todo pasa y nada pasa a la vez. Los hechos de violencia se multiplican y se presentan de todas las formas posibles: vemos delitos de alto impacto, complicidad de autoridades, participación de policías en la comisión de delitos y políticos cómplices en todos y cada uno de los hechos de inseguridad. Todo eso ya se nos hace normal.
Es muy grave lo que nos está sucediendo: el ciudadano ha dejado de sentir el dolor ajeno, comienza a ver con normalidad la violencia y se vuelve apático ante los problemas de los demás. Hay muchos grupos sociales que alzan la voz y reclaman que las autoridades resuelvan lo que por obligación les corresponde, pero también hay muchos ciudadanos que no participan, que callan y que, además, critican a quienes se atreven a reclamar por los demás.
La indolencia en la que estamos cayendo es gravísima y sólo cambia cuando el problema nos pega de manera directa. Ya no nos mueve un crimen ni nos sorprende una ejecución; tuiteamos cosas sobre la violencia, posteamos en los muros de Facebook opiniones sobre la incapacidad de los gobiernos, pero no somos capaces de hacer más. Insisto: sólo cuando la violencia nos alcanza, modificamos nuestra actitud pasiva y emprendemos acciones.
Esa es la gran ventaja que tiene el gobierno, que nos hemos vuelto insensibles y somos conformistas. La velocidad con que corre la información en las redes sociales es tan alta como la rapidez como los temas se mueren en esos mismos espacios. Un tema se vuelve viral en cuestión de minutos y se pierde pasadas unas horas. La violencia se ha convertido en un tópico para la ciudadanía, pero no somos capaces de hacer algo para que las cosas cambien.
En las últimas semanas se han visto en Morelos cosas muy graves: dos niños fueron privados de su libertad, varias personas murieron ejecutadas cuando caminaban por la calle, distintos negocios (incluido un banco) han sido asaltados a plena luz del día y un grupo de jóvenes que bebían tranquilos en un bar de la avenida Rio Mayo fueron asaltados sin que nadie hiciera nada por evitarlo.
Pero eso es sólo una parte de lo que sucede en Morelos, apenas algunas de las cosas que ocurren y de las cuales no siempre nos enteramos. Este lunes, por ejemplo, Rodolfo García Aragón, abogado penalista, ex director de la Prepa 2 y de la Facultad de Derecho de la UAEM, desapareció de la misma manera como ha pasado a otros profesionistas y jóvenes en las últimas semanas. Se trata de hechos que a muchos no les interesa, que sólo hacen reaccionar a quienes conocen directamente a las víctimas y que casi siempre se quedan en el limbo, no importa el desenlace que tengan. Son casos que se vuelven estadísticas, pero nada más.
Recordemos que hace un par de meses otro profesionista fue ejecutado cuando una mañana se dirigía a hacer ejercicio; el hecho ocurrió a plena luz del día y causó el reclamo airado de algunos grupos, pero no paso de ahí. Hace un mes un ciudadano secuestrado fue asesinado porque su familia no pudo pagar el rescate que por él pedían y recientemente otra familia de Cuernavaca tuvo que salir del estado luego de que uno de sus integrantes fuera plagiado y su negocio amenazado para que pagara derecho de piso.
Insisto: son muchas cosas las que están pasando en Morelos, casos de violencia, de inseguridad y delincuencia que se quedan en la impunidad porque a las autoridades no les interesa resolverlos y los ciudadanos nos hemos vuelto tolerantes a estos hechos. Sólo cuando la delincuencia nos afecta de manera directa damos un paso más allá. ¿Tenemos que esperar a que algo suceda para actuar?
El panorama es terrible en Morelos: la delincuencia actúa con absoluta impunidad, el gobierno está rebasado por los criminales y los ciudadanos nos estamos acostumbrando a la violencia.
La pasividad ciudadana es la mejor aliada que puede tener un gobierno omiso y ese es el escenario perfecto para que crezca la delincuencia.
· posdata
El segundo periodo ordinario de sesiones del primer año legislativo en el Congreso de Morelos concluye el 15 de abril y el nuevo periodo inicia el 01 de septiembre.
La ley orgánica de la cámara de diputados dicta que cada año la junta política será presidida por las fuerzas políticas de mayor a menor representación, lo cual implica que el siguiente periodo quien estará al frente de dicho organismo es el PRI.
Sobre la presidencia del congreso no hay nada escrito, aunque los acuerdos legislativos han hecho que ésta sea encabezada por una fuerza política distinta cada periodo y esa posición se alterna con la presidencia de la comisión de hacienda.
Actualmente la presidenta de la Junta Política es la coordinadora del PRD (la primera minoría), Hortencia Figueroa, en tanto que la presidencia del congreso la tiene el priísta Francisco Moreno y hacienda se la quitaron al PAN para entregársela al PRD. Los acuerdos parlamentarios iniciales eran que para el segundo periodo el PAN estaría al frente del congreso y el PRD tendría la comisión de Hacienda, en tanto que el PRI sería el responsable de la junta política, pero las cosas han cambiado, los acuerdos se han roto y el escenario es confuso para todos. Lo único claro (para hacer otra cosa tendrían que modificar la ley) es que el PRI estará al frente de la junta política, de ahí todo lo demás depende de acuerdos políticos entre grupos parlamentarios.
En la cámara hay muchas voces que advierten que Paco Moreno podría repetir en la presidencia del congreso; el propio legislador está operando fuerte para ello y más de uno anticipa que su reelección es posible. Si eso sucediera el PRI estaría a cargo de la Junta Política y también de la Presidencia del Congreso, el PRD se quedaría con la titularidad de la comisión de hacienda y el PAN sería relegado.
El argumento de quienes ven viable este escenario es simple: ya ha sucedido. No hablan de Morelos, en donde nunca en la historia parlamentaria un partido ha estado a cargo de los dos órganos de gobierno más importantes de la cámara de diputados, se refieren a lo ocurrido en el congreso de la unión, en donde el PRD preside ambas instancias.
Faltan algunos meses para que las cosas se puedan ver con más claridad en esta historia. Habrá esperar un poco más para ver las circunstancias en las que se debatirán estos temas y los compromisos que asuman los hombres y mujeres de poder de cara a la conformación de los nuevos órganos parlamentarios.
No se puede perder de vista, además, que si Graco Ramírez piensa dejar el cargo en los próximos meses, serán esos personajes (el presidente del congreso y el presidente de la junta política) quienes tendrán un rol preponderante en la designación del gobernador sustituto.
¿Se arriesgará el PRD a dejar en manos del PRI las dos presidencias del congreso de Morelos?
· nota
Las cosas en Morelos marchan tan bien, según el gobernador, que le da tiempo para salir del estado los fines de semana a hacer campaña en otros estados del país.
Graco Ramírez ha participado en varias elecciones: en Tabasco, en Michoacán, en Guerrero, en Tlaxcala y recientemente en Quintana Roo. El tabasqueño presume sus viajes, tuitea desde allá y se da tiempo para pelear: llamó corrupto a Duarte (y luego se disculpó), ha arremetido contra panistas y ayer lo hizo en contra de Morena.
Por algo en el centro del país dicen que Graco es el gobernador que más visita el estado que gobierna. Por eso Morelos está como está.
· post it
La de Cuernavaca no ha sido una historia sencilla. Los primeros meses del año han transcurrido en medio de sobresaltos, con muchas manifestaciones y pugnas dentro del ayuntamiento.
Muy pronto el gobierno de Cuauhtémoc Blanco ha tenido que hacer ajustes en su equipo. Personajes que llegaron con todo el apoyo del alcalde han tenido que salir porque las riendas del municipio las llevan los hermanos Yáñez, junto con el hijo pródigo del estado Rodrigo Gayosso.
Los acomodos políticos en la capital son singulares: el gobierno inició con serias diferencias con el ejecutivo y luego de varios encuentros entre Julio, Roberto y Rodrigo, se han formalizado pactos políticos con un alcalde de por medio.
Hasta ahora Cuahhtémoc Blanco ha sido la figura decorativa del municipio, viene ocasionalmente al estado y cuando lo hace, se somete a las decisiones del secretario del ayuntamiento y su representante futbolístico. Poco a poco el carisma que impulsó al jugador de fútbol a la silla presidencial se va apagando y la gente comienza a verlo como un ser terrenal que igual que otros políticos, promete y no cumple.
Ojalá y el novel político entienda pronto el tamaño del compromiso que adquirió con la gente y observe que no todos los problemas se resolverán con fotos en Facebook ni cascaritas de fútbol. Esperemos que a la brevedad el edil se de cuenta dónde está parado y asuma el papel que la gente le otorgó con su voto.
A su edad, con su trayectoria y todo lo que ha logrado, Cuauhtémoc Blanco no está para ser patiño de nadie.
Recordemos algo: todavía estamos en la luna de miel política del alcalde de Cuernavaca. Lo difícil aún está por venir
· redes sociales
Son tontos, dice el secretario de administración de la nueva visión a quienes afirman que la plaza donde ahora se instaló la SMyT es del gobernador. Ahí estarán mil veces mejor, afirma Alberto Barona a los reporteros, luego de justificar el cambio porque el edificio anterior era viejo y se encontraba en mal estado. Sólo se pagarán 250 mil pesos mensuales de renta, presume el delicado funcionario estatal, como si se tratara de una ganga.
Así son las cosas en esta administración. Después de este régimen ¿En donde veremos a personajes como Alberto Barona?