I. Desconfianza. Ante el reverso de la moneda de la unión mostrada por los ciudadanos, lo que sigue en duda es la confianza en los funcionarios. Antes del temblor comprobamos que las arcas son altamente vulnerables en manos deshonestas. Es la preocupación sobre los futuros recursos que deberán fluir para la reconstrucción de las zonas afectadas. Manuel Herrera Vega, dirigente de la Confederación de Cámaras Industriales, indicó que en el fideicomiso Fuerza México no se permitirá el “protagonismo político” y que será auditado. El colmo es que tengan que ser “despachos internacionales de lo más prestigiados” los administradores de ese dinero. ¿Cuándo nos perdimos en la desconfianza colectiva?
II. Lapsus. El más beneficiado por la cobertura informativa del sismo es Ricardo “N”, el conductor de Cabify acusado de asesinar a Mara Fernanda Castilla Miranda, justo el tema de trascendencia nacional que nos ocupaba antes del movimiento telúrico. Para Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, es necesaria la Alerta de Género en Puebla, donde ocurrió el feminicidio. Este caso, dijo, debe ser el comienzo de nuevas acciones que abatan la impunidad, pues fue un hecho “condenable” que también ocurre en otras 26 entidades. Esta alerta no debe tomarse como algo negativo para las autoridades locales, sino como una herramienta para tomar decisiones correctas ante el repunte de los feminicidios. La deuda de género la tiene el país entero. Ni una más. ¡Basta ya!
III. Estado de emergencia. Conforme pasan los días, colegios e institutos educativos particulares han mostrado su urgencia por recomenzar clases y es la SEP la encargada de dares el aval, que, por cierto, algunos se han saltado, y ello ha llevado a los dueños a quejarse de “discriminación” por parte de funcionarios. Aurelio Nuño, secretario de Educación, negó el trato discriminatorio en los trámites para la obtención de dictámenes estructurales. Existen 12 mil 931 escuelas dañadas en Puebla, Morelos, Oaxaca, Guerrero, Estado de México, Tlaxcala, CDMX y Chiapas. Más de mil van a requerir reparaciones, no totales, pero sí parciales. Diez mil presentan daños menores. De nada sirve meter presión extra. Que el negocio no obnubile la conciencia. La seguridad es primero.
IV. Yo no fui. El sector más vilipendiado en los últimos días es el de la construcción de viviendas. A raíz de los estudios geológicos y arquitectónicos, se ha determinado de manera preliminar que las malas construcciones y la corrupción fueron las que derrumbaron las edificaciones. A quienes se le cayeron los edificios “debe caerles también todo el peso de la ley”, aseguró Carlos Medina Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Promoción y Desarrollo de Vivienda. Señaló que la Canadevi se encuentra en pláticas con el gobierno federal para colaborar en la reconstrucción. Nombres, apellidos, razones sociales y años de cárcel a los responsables. Eso es lo que procede. Lo demás son sólo palabras.
V. Desorientados. Políticamente inoportunos se vieron algunos diputados, quienes ayer, aprovechando la glosa del Quinto Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, salieron en defensa de Venezuela y de Corea del Norte. Valiente cruzada. Uno atenta contra los derechos de sus pueblos y el otro contra la paz mundial. Sólo les faltó abogar por Donald Trump. No se cieguen. Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, junto con su equipo, ha tejido esa red diplomática para lograr que más de 20 países se solidaricen con México y envíen cuerpos de rescate y ayuda humanitaria. Uno de esos legisladores fue Agustín Basave, quien utilizó su intervención para dar una cátedra de lo que no se debe hacer, cuando la prioridad es reconstruir a México. Mejor no hubieran asistido.