Departamento de dueña tenía barras de granito, porcelanato, cerámica...
Mesas con barras de granito con un peso superior a los 200 kilogramos, pisos de porcelanato con un peso de alrededor de media tonelada, techos que estaban forrados de cerámica con un peso también de media tonelada… todo forma parte de lo que Mónica García Villegas, dueña y directora del Colegio Rébsamen, colocó en el lugar donde murieron sepultados 19 niños y siete adultos, durante el sismo del pasado 19 de septiembre.
La Razón obtuvo fotografías en las que se aprecia el interior de uno de los cuartos que no se desplomó, pero que tenía dimensiones similares a los de aquellos que sí cayeron y donde murieron las víctimas. Éstos estaban en el cuartos piso.
- El Dato: La directora, Mónica García, no se ha presentado ante las autoridades. La última ocasión en que se le vio fue el domingo 24 de septiembre.
Las imágenes fueron captadas por rescatistas que estuvieron en el lugar trabajando para tratar de ubicar y extraer debajo de los escombros a víctimas.
Ahí se ve la mesa de granito con un grosor superior a los cinco centímetros. Cada metro de esas barras de granito tiene un peso aproximado de 70 kilogramos; es decir, sólo una de esas mesas sobrepasaba los 200 kilos de peso.
Foto: Especial
En las mismas fotografías se aprecian los pisos y los techos forrados con cerámica y porcelanato. En conjunto, el peso de dichos materiales, aunado al pegazulejo que los fija, supera los mil kilos.
Los rescatistas revelaron que atravesar esos techos y pisos fue lo que complicó más el trabajo para extraer a las víctimas.
Ese fue el motivo, explicaron, por el que tardaron cinco días en llegar hasta el lugar en el que quedó sepultada Reina Dávila, la empleada de intendencia que fue la última persona en ser rescatada.
Autoridades capitalinas comenzaron los peritajes en el edificio. La Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México ya revisó el calibre de las varillas y la resistencia del concreto.
Foto: Especial
Durante los primeros análisis encontraron diversas fallas en la construcción, como el hecho de que no existe una continuidad entre los castillos que unían el segundo con el tercer piso.
Esto, según las primeras estimaciones, provocó una estructura débil. Todo el “peso muerto”, como se le conoce a los materiales de construcción, el forro de los pisos, las mesas de granito…, aunado a la mala estructura, fue lo que, presumen, provocó el colapso.