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PEPE GRILLO

Los dos pies
Margarita Zavala tiene este fin de semana los dos pies fuera del PAN.
Lo que hasta hace pocos meses parecía imposible, ocurrió: la ex primera dama deja el partido en el que militó más de tres décadas.
Es una fractura severa. Un reacomodo que altera el tablero político.
Zavala competirá por la Presidencia de la República pero como candidata independiente. Denunció que el dirigente nacional de su expartido, o sea Ricardo Anaya, le cerró todos los espacios de participación.
¿Qué sigue?
Ella emprenderá el proceso de recolección de firmas necesarias para aparecer en la boleta, lo que le permitirá una visibilidad constante, y al interior del Frente Ciudadano se emprende un operativo de control de daños.
Hay voces sensatas, realistas, como la de Guadalupe Acosta Naranjo, que asumen que un desprendimiento como el de Zavala en estos momentos es una mala noticia para el Frente, y otros, envalentonados, que lo minimizan.
Lo cierto es que priistas y morenistas tendrán un plácido descanso dominical.

El turno de los rebeldes
Ricardo Anaya no tendrá paz.
Un grupo de senadores afines al matrimonio Calderón-Zavala se quedó en el partido pero está en pie de guerra.
Se autonombran “rebeldes”. Su tarea será hacerle la vida imposible a Anaya.  Ya echaron mano a sus fierros como queriendo pelear.
En una carta pública los senadores Cordero, Gil Zuarth, Lozano, Lavalle y Salvador Vega Casillas dieron su versión de los hechos: el problema en el PAN es que Anaya es juez y parte, dirigente y candidato. Se apropia de todo.
La convivencia al interior de la fracción del PAN en el Senado, que ya era complicada, a partir de ahora será insoportable.
Incluso se habla de acelerar la expulsión de los rebeldes. De modo que la tensión al interior del partido, en particular en la fracción en el Senado, en lugar de disminuir se elevó.
El PAN está en riesgo. Navega en un mar de olas bravas, muy  cerca de  los riscos.

Resonancias políticas
Aumenta la lista de exgobernadores que han pisado la cárcel. Ayer tocó el turno de  Eugenio Hernández, exgobernador de Tamaulipas.
Se le acusa en principio de peculado y lavado de dinero, por la compra ilegal de unos terrenos, pero la lista de delitos podría crecer en cualquier momento.
No hay que perder de vista que autoridades de Estados Unidos tienen en su radar al ex mandatario tamaulipeco.
La nueva captura tiene ya resonancias políticas.
Dicen los que saben que es mejor que las capturas de  ex  gobernadores con  cuentas  pendientes se registren ahora, cuanto antes, y no después, a mediados del año que entra, cerca de la jornada electoral, cuando sus efectos políticos podrían ser mucho mayores.

 

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Ámbito: 
Nacional