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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

Eolo Pacheco |
2017-10-09

El gobernador de Morelos anunció la creación de un fideicomiso local de reconstrucción para los damnificados por el sismo; apoyará a quienes no beneficie el Fonden. La idea no es mala, el error es designar como administrador a un sujeto corrupto.

 

La designación de Sergio Beltrán Toto como coordinador de la reconstrucción en Morelos es un terrible error de cálculo del gobernador Graco Ramírez. Si el objetivo del fideicomiso es ayudar a la gente de manera transparente, la llegada de un corrupto provoca desconfianza; si la idea es manipular el dinero y orientar políticamente los apoyos, pudieron hacerlo de una manera menos burda. En cualquier escenario el subsecretario es la peor decisión que pudo haber tomado el jefe del ejecutivo. Su nombramiento es una ofensa a la gente.

Graco Ramírez y su partido enfrentan una severísima crisis social y política, nunca antes a lo largo del sexenio, ni con las marchas, ni con la inseguridad, ni con las acusaciones de corrupción, el perredista estuvo ante un ambiente tan peligroso como el de ahora. A Graco se le acumularon todos los errores del sexenio y explotaron con la contingencia del sismo.

El #DespensasGate dejará marcado de por vida al tabasqueño y a su esposa, puso a su gobierno en la mira nacional y lo convirtió en el político más repudiado del momento. La crisis social se combinó con el desgaste nacional provocando una mezcla peligrosísima que puede llevar a Graco Ramírez y a su familia a los escenarios que siempre han temido.

Cuando el gobernador supo que Morelos entraría al programa nacional de ayuda pidió a la federación que le dejaran manejar los recursos y encabezar el programa de reconstrucción, pero se lo negaron; en un intento de madruguete el perredista presentó un fideicomiso local conformado por distintos actores sociales que, dijo, garantizarían la transparencia y el eficiente manejo de los recursos; el órgano ciudadano dado a conocer hace un par de domingos tenía, presumió Graco, el aval y acompañamiento de Transparencia Mexicana. Tampoco le hicieron caso.

El desgaste social y político que causó el sismo al gobierno de Nueva Visión hizo colapsar el andamiaje político nacional del mandatario morelense, el gobierno federal negó al perredista el manejo de los recursos para la reconstrucción, lo excluyó del programa de apoyo y lo dejó solo frente a la crítica por el tema de las despensas. Graco Ramírez insistió en ser la cabeza del programa de ayuda en Morelos, pidió manejar los recursos o al menos estar dentro del equipo operativo, pero ambas solicitudes le fueron negadas. El dinero para los afectados por el sismo, así lo determinó el gobierno de la república, se entregaría de manera directa a los afectados a través de monederos electrónicos.

Son muchas las señales políticas que ha recibido Graco Ramírez en las últimas semanas, todas le muestran el mal momento político por el que atraviesa y son signos de alerta ante lo que puede venir en el futuro cercano. Los núcleos de poder que en otro tiempo lo protegían se han desmarcado de él, sus aliados partidistas lo están dejando solo y ahora hasta el Secretario de Hacienda (un claro precandidato presidencial) le muestra desconfianza y desprecio personal.

Personalmente no entiendo la estrategia política del gobernador, ni tampoco los caminos que sigue. Graco Ramírez enfrenta al final de su sexenio dos graves crisis: una social y otra política. La primera se manifiesta en rechazo de la gente, está presente en todo el territorio estatal y ha escalado hacia el resto de la república; el perredista ha perdido todos sus puntos de apoyo ciudadano, carece de aliados civiles y su simpatía popular está en el peor momento.

Políticamente el panorama es de terror: está enfrentado con el presidente de la república y los secretarios más poderosos del gabinete, su grupo político (Los Chuchos) le juegan en contra y los dirigentes que conforman el Frente Ciudadano han marcado una clara distancia con su persona desde que estalló la crisis de las despensas; Graco Ramírez ya no forma parte del bloque partidista que busca la Presidencia de la República, está distanciado del gobierno federal, no tiene cobijo en el PRD y se convirtió en la figura política que utilizarán en la campaña presidencial para atacar al FCM.

Ahora el gobernador quiere ayudar a los damnificados por el sismo en un esfuerzo paralelo al de la federación. La idea, supongo, es apostar por un reconocimiento social local que le ayude a recuperar confianza mostrándose sensible ante la tragedia y solidario con las víctimas. Lo que plantea el tabasqueño es una inversión adicional a la federal, con recursos propios que atenderán a quienes no sean contemplados en el Fonden. La idea no es mala, el sismo del 19 de septiembre devastó a una parte muy grande del estado y lastimó a miles de paisanos; la ayuda de la federación es importante, pero insuficiente ante el tamaño de la tragedia; cualquier apoyo extra es bienvenido.

Precisamente por lo que significa la tragedia es llamativo el nombramiento de dos personajes fuertemente cuestionados por su probidad. Sergio Beltrán Toto es un sujeto al que se le atribuyen actos irregulares, se le considera el operador de los negocios turbios del gobierno, es conocido por su falta de probidad y es público su enriquecimiento personal y familiar en cuatro años. Lo absurdo: como nuevos ricos, en su familia ahora hasta tienen un león como mascota. Del otro personaje nombrado, Francisco Velázquez, se recuerda que fue despedido del IDEFOMM por corrupto.

Graco Ramírez se encuentra en un momento político muy peligroso, se ha convertido en una pieza sacrificable del ajedrez político nacional y enfrenta un repudio colectivo muy fuerte. El fideicomiso de reconstrucción que ha presentado es bueno, pero políticamente es un reto del gobernador al gobierno de la república por haberlo dejado fuera del programa federal. Colocar a dos pillos al frente del fideicomiso estatal será el punto donde iniciará la persecución política de fin de sexenio contra el perredista y desde donde se van a fincar las denuncias que a la postre lo conviertan en un perseguido de la ley.

Por mucho menos de lo que hemos visto en Morelos la semana pasada fue detenido el ex gobernador de Tamaulipas. Sergio Beltrán Toto, Andrik Ruiz de Chávez y otros personajes más de ese clan están en la mira de las autoridades federales, serán sujetos a investigación por peculado, desviación de recursos y enriquecimiento y son piezas clave de la investigación federal que sustentará las denuncias contra Graco Ramírez.

Si la idea es ayudar a la gente afectada por el sismo, Beltrán Toto es una pésima decisión. Si el objetivo es hacer negocio con el dinero de la reconstrucción, pudieron hacerlo con alguien menos desgastado.

  • posdata

En la reunión con alcaldes Graco Ramírez presentó el organismo local de reconstrucción y detalló cómo se integraría su patrimonio. Los presidentes municipales no conocían el plan de rescate ni los detalles del fideicomiso estatal; en esa reunión el perredista les informó (no les pidió opinión) que utilizaría los recursos federales que llegan a los municipios y que los encargados del manejo del dinero serían dos funcionarios de su confianza, uno de ellos despedido por los presidentes municipales por pillo.

El mandatario dio a conocer a los ediles que los afectados por el sismo que no fueran beneficiados por el Fonden serán atendidos por el organismo Unidos por Morelos; el patrimonio de este fideicomiso será conformado por las aportaciones del  FAIS 2018, 300 millones que entregará el estado, así como el 2 por ciento del fideicomiso para el pago de laudos de los 33 municipios. El organismo será manejado por el gobierno del estado a través del ex director del Idefomm, Francisco Velázquez Adán y el subsecretario de Obras Públicas, Sergio Arturo Beltrán Toto.

Como los recursos del FAIS son federales, el gobernador instruyó a los Presidentes Municipales para que solicitaran a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión la autorización necesaria para redireccionar el dinero del FAIS, a efecto de dar prioridad a la reconstrucción de viviendas. El mandatario asume que los alcaldes aceptarán que les quiten esos recursos y también que el congreso federal permitirá su reorientación. ¿Y si no?

Un alcalde, el de Cuernavaca, ya dijo que no está de acuerdo con el fideicomiso que propuso el gobernador porque no confía en la probidad de Graco Ramírez; seguramente el de Jojutla tampoco lo aceptará y hay que esperar para ver si los ediles panistas y priístas acceden a ceder sus recursos al gobernador. Simple: los municipios aportan la mayor parte del dinero para la reconstrucción, ¿Por qué el perredista lo manejará y se lucirá con él en un año electoral?

¿Qué pasaría si los presidentes municipales deciden NO participar del fideicomiso que propone Graco?

  • nota

Muchas marchas y manifestaciones se organizaron entre los años 1992 y 1994 en Morelos en contra del gobernador Jorge Carrillo Olea. La ola de violencia, los vínculos de funcionarios con la delincuencia y el profundo desprecio ciudadano contra el jefe del ejecutivo alimentaban el enojo de la gente.

Nada pasó, hasta que el presidente de la república quiso.

2017: con Eugenio Hernández van 4 ex gobernadores detenidos en lo que va del año. Nunca antes en un solo sexenio tantos gobernadores fueron investigados, detenidos y procesados como ahora con Enrique Peña Nieto.

Priístas y panistas ya aportaron su cuota de detenidos. Falta el PRD.

  • post it

La semana pasada el periódico El Financiero hizo una breve recapitulación de los primeros cinco años de gobierno de Graco Ramírez en Morelos. El recuento es simple, pero deja claro que al final del régimen, el tabasqueño afronta un escenario sumamente complejo. Esto es lo que publicó Héctor Gutiérrez en ese rotativo.

Graco Ramírez, gobernador de Morelos, llega su último año de administración, y más allá de que las encuestas nacionales lo colocan como uno de los cinco peores gobernadores en el último lustro, las cifras oficiales sitúan a Morelos como una de las entidades más peligrosas del país.

Una de las promesas de campaña del perredista fue que si no lograba controlar a la delincuencia en dos años, se iba, pero se encargó de desaparecer de la Ley de Participación Ciudadana la figura de la revocación de mandato, con lo que se aseguró seis años de gobierno.

Delitos de alto impacto, como homicidios, secuestros y extorsiones ocupan los primeros lugares en Morelos por la cantidad y la frecuencia con que se cometen.

Mientras que en 2016 se cometieron 686 homicidios dolosos –57 por mes, en promedio–, de enero a agosto de este año ya van 411, es decir, 58 por mes, en promedio.

Sin embargo el delito que ha lastimado más a la población de aquella entidad es el secuestro, del cual en lo que va de 2017 se ha denunciado en 28 ocasiones, cuatro por mes.

A los malos números de Graco Ramírez se suman escándalos como el de haber pagado millones de pesos a la constructora de su compadre, quien remodeló el estadio Agustín Coruco Díaz.

Ha emprendido también una batalla judicial contra el rector de la UAEM por haber desenterrado el caso de las decenas de cuerpos que, sin acatar ningún protocolo, el gobernador mandó inhumar en las fosas de Tetelcingo y Jojutla; o el del obispo de Cuernavaca, a quien también persigue por atreverse a denunciar que le robó el dinero para la reconstrucción del seminario.

Un acto más que se le reprocha por tener elementos de corrupción fue el haber nombrado como titular del Fideicomiso Tequesquitengo a un amigo de su hijastro, a quien llenó de contratos de obra por 120 millones de pesos.

Destaca el caso evidenciado por este diario sobre la compra de una residencia de lujo que su esposa, sin contar con ningún ingreso, compró en ocho millones de pesos, cuando el valor real de esa propiedad ronda los 17 millones.

Y hay otro inmueble que también generó controversia, ya que el mandatario morelense lo vendió a uno de sus cercanos colaboradores con una rebaja de cinco millones de pesos.

Sin embargo, el hecho más reciente fueron las denuncias contra su esposa, Elena Cepeda, que como directora del DIF decidió que la ayuda humanitaria destinada a los damnificados del sismo del pasado 19 de septiembre, se desviara a las bodegas de ese organismo gubernamental para ser reetiquetadas.”

  • redes sociales

Dicen que el #DespensasGate modificó los acuerdos que había para la conformación del Frente Amplio en Morelos. el desgaste del PRD y el golpeteo tan intenso al gobernador ha hecho pensar a las dirigencias nacionales sobre la pertinencia de ir juntos al Sol Azteca en Morelos.

El PRD lleva mano en la designación de candidato en Morelos, dicen, pero la condición es de que sea un ciudadano. Si no es así, la alianza será solo entre MC y PAN. ¿Será?

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