Incognitapro

EL SOL DE CUERNAVACA: Politizan la reconstrucción

La politización de la etapa de reconstrucción de Morelos se volvió evidente ayer con la intromisión del dirigente transportista, Dagoberto Rivera Jaimes, en el diferendo que mantienen los comerciantes de la avenida Morelos, en el Centro de Cuernavaca, con el Ayuntamiento de la ciudad, lo que difirió la respuesta que se esperaba ayer mismo; además el saqueo de un albergue de la colonia Lázaro Cárdenas de Zacatepec, cometido por vecinos de la zona que se negaban a regresar a sus viviendas.

En Cuernavaca, a unos pasos de la Torre Latinoamericana continúa el cierre de la avenida Morelos en espera de la resolución del Ayuntamiento a la apertura de la vía. Desde muy temprano, el dirigente de los transportistas y miembro del Frente Amplio Morelense se presentó a la zona para reclamar la lentitud del municipio en la determinación para reabrir la circulación, cerrada desde el sismo del 19 de septiembre.

Acompañado por Benjamín Trujillo, propietario de un estacionamiento en la parte Norte de la avenida, el transportista acusó al director de Protección Civil de Cuernavaca, Fernando Manrique, de no acudir a la cita que el lunes, a gritos, le habían sacado los mismos. Trujillo se quejó de que en represalia por los alaridos, Protección Civil había multado su establecimiento.

Horas antes, durante la madrugada, el albergue ubicado en la cancha de futbol de la colonia Lázaro Cárdenas, de Zacatepec, fue saqueado, según testigos, por vecinos de ese lugar que se negaban regresar a sus viviendas. Al respecto, el ayudante municipal de la citada colonia, Eligio Urieta Castillo, dio a conocer que se tendrá que abrir una carpeta de investigación contra éstos.

Los responsables del saqueo cargaron con todo lo que había en el albergue, desde parrillas, tanques de gas, tinacos, casas de campaña, tarimas, polines, un refrigerador, una lavadora, un rollo de alambre e incluso el material de una brigada: palas, picos y carretillas.

Los saqueadores del albergue en Zacatepec rompieron candados para llevarse todo. Foto: Angelina Albarrán

Los saqueadores del albergue en Zacatepec rompieron candados para llevarse todo. Foto: Angelina Albarrán

Además, para acceder a la bodega donde se tenían almacenadas las despensas para el comedor del albergue rompieron un candado. También, se sabe que hurtaron parte del material deportivo que se guardaba en dicho almacén.

El ayudante municipal de la referida colonia, previamente, se deslindó de este grupo de saqueadores, confirmó que en el lugar no había damnificados de acuerdo al censo del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), por lo que ninguna vivienda tiene folio que indique que está dañada.

En cuanto al despojo en contra del albergue, comentó que tendrá que abrir una averiguación previa contra las cinco familias que participaron en el hecho.

“La gente los vio y tiene identificados a los que lo hicieron. Si se toma en cuenta que se llevaron lo que fue donado, prestado o está en comodato para los damnificados del sismo, quienes sin duda tendrán que padecer varios días más la pérdida de sus viviendas”, comentó Urieta Castillo.

Lejos de ahí, en Cuernavaca, el secretario municipal, Samuel Sotelo Salgado, recibió a los comerciantes de avenida Morelos, quienes le reiteraron su preocupación por el cierre de la vía y se deslindaron de lo ocurrido en la mañana, con Dagoberto Rivera y Benjamín Trujillo, quienes han contaminado de política su petición que es muy simple: lograr la reapertura de la vía, con la seguridad necesaria para los comerciantes, los transeúntes, y toda la población.

Rubén Peña Peña lamentó la situación y reiteró la voluntad de los comerciantes de llegar a acuerdos con el Gobierno municipal por la vía del diálogo respetuoso. “Si otros quieren gritar, están en su derecho, pero nosotros también tenemos derecho a buscar una solución pacífica”, aseguró y al preguntársele si corría peligro su demanda de politizarse con la intervención de actores externos, el comerciante aseguró que eso ya había ocurrido.

El comerciante expuso que están dispuestos a esperar el tiempo que sea justo para que sea reabierta la vía “no un año, ni unos meses”, pero sí lo que se requiera para que todos estén seguros. Y advirtió que no serán ellos quienes abran la vía a la fuerza, como amenazó recientemente el dirigente transportista. “Si es una zona de riesgo, no será posible abrirla y será responsabilidad de quien lo haga si ocurre una desgracia, y no seremos nosotros”, subrayó.

Ámbito: 
Local
Tema/Categoría: