Representante de una nueva generación de políticos americanos, el primer ministro canadiense fue recibido, en sesión solemne, por senadores mexicanos. Conminó a ganar el apoyo popular a partir de una agenda progresista
El Justin Trudeau abiertamente progresista apareció ayer en el Senado de la República. Ante los legisladores mexicanos, en sesión solemne, el primer ministro canadiense pidió que los frutos del libre comercio se propaguen con más equidad en las poblaciones norteamericanas (un punto en el que México tiene una fuerte deuda).
“Tenemos que asegurarnos que los trabajadores sean protegidos por normas laborales progresistas, tienen que saber que los gobiernos y sus empleadores los cuidan”, agregó el canadiense.
Las normas laborales progresistas, adujo, son las que asegurarán a la región que el TLCAN se modernice “y que recuperemos así un mundo libre y justo”.
Trudeau alentó a los legisladores mexicanos a buscar el apoyo popular para respaldar estos postulados: “Necesitamos el apoyo popular; los canadienses, los mexicanos y los estadounidenses se han beneficiado sobremanera del comercio durante las últimas décadas. Sin embargo, el crecimiento de esta agenda comercial también depende de los frutos de un comercio justo”.
El ganar-ganar mencionado desde su llegada a México y durante su encuentro con el presidente Enrique Peña Nieto, aseguró el canadiense, está sujeto a que las mejores normas, salarios y condiciones laborales.
“Tenemos que asegurarnos de que nuestras prioridades políticas y económicas cotidianas, sean las de nuestros ciudadanos, que ofrezcamos mayor dinero para las personas de la clase media, para que ellos puedan tener dinero para sus hijos. Esto significa que los acuerdos comerciales, como el Acuerdo Comercial que ha firmado Canadá con la Unión Europea, es un gran ejemplo de ello”, sentenció.
En “tiempos inciertos e impredecibles” tendremos que enfrentarnos a muchos retos, aludió, “pero si los enfrentamos juntos, sé que podremos tener éxito: el vínculo entre Canadá y México crece día a día”.
IGUALDAD Y ECOLOGÍA. El Trudeau progresista enfiló hacia el tema de equidad de género, con el que motivó varias aclamaciones de pie, encabezadas por las legisladoras mexicanas.
La igualdad de género es una idea que todas las naciones del mundo han de apoyar, indicó.
El puntillazo que México recibió ayer (cada vez más frecuente) fue en torno a este tema. Trudeau refirió que un día antes, durante su reunión con líderes de la sociedad civil mexicana, había tenido ocasión de escuchar historias “sobre el tratamiento de mujeres y niñas que no son afectables”.
Pidió que cualquier violencia contra las mujeres y las niñas, en todas las facetas de la vida cotidiana, sea afrontada con decisión.
Después abordó las claras coincidencias entre México y Canadá al apoyar los acuerdos ambientales que el tercer socio, Estados Unidos en la era Trump, trata de revertir.
“Nuestros países comparten una visión de un futuro más limpio y próspero para todos, y sabemos que temas como el cambio climático no se pueden dejar para que los atiendan nuestros hijos y nuestros nietos”, dijo, “durante demasiado tiempo los políticos han estado dispuestos a dejarlo para más tarde, para que la siguiente persona en línea se ocupe de ello, pero Canadá y México saben perfectamente que esta forma de ver las cosas y de hacer las cosas no va a funcionar”.
El Senado de la República recibió así, la mañana de este viernes, al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en su versión más progresista, a partir de las 9:40 horas.
Los himnos nacionales de ambas naciones sonaron y Trudeau firmó el libro de visitantes distinguidos para después ser llevado al pleno donde se realizó una sesión solemne en honor a su visita. Poco más de una hora después, el mandatario norteamericano se retiró.