¿Quiénes quieren reelección?
Para las elecciones del 2018, se pondrá en marcha ya la reforma que permite la reelección, tanto en lo que corresponde a legisladores locales, como en lo referente a los presidentes municipales y hasta donde se puede ver, ya hay sobre todo alcaldes que se sienten en posibilidades de repetir en el mismo cargo.
Uno de los que trabaja desde hace rato en ese sentido, es el presidente municipal de Emiliano Zapata, Fernando Aguilar Palma, y a decir de algunos lugareños, entre ellos, figuras más bien identificadas con el Partido Acción Nacional (PAN) -Fernando llegó por la vía del Partido Verde- pareciera ir casi sin competencia.
Quien medio se mueve y busca regresar a las andadas es Catalina Ríos, esposa de un ex edil y quien contendiera precisamente contra Aguilar Palma en la justa anterior, sólo que ella está identificada con el ex edil de Iguala, Guerrero, considerado presunto corresponsable de lo que pasó con los 43 estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa y como que todo ese pasado le pesaría, de tal forma que igual y “Fer” logra mantenerse al frente del municipio.
Otra figura que va por el mismo camino es la alcaldesa sustituta de Temixco, Juana Ocampo Domínguez; ella relevó en esa responsabilidad a quien fuera a su vez suplente de Gisela Mota Ocampo, asesinada al día siguiente que tomó protesta como presidenta municipal constitucional en enero del 2016, Irma Camacho García, fallecida recientemente.
Por cierto, Ocampo Domínguez es la madre de Gisela, pero igual que Aguilar Palma, estima que cuenta con el respaldo social necesario como para ir ya como candidata formal a la alcaldía y en ese sentido se trabaja de un tiempo a la fecha. Ella iría, igual que su hija, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Hasta hace poco, el edil de Jiutepec Manuel Agüero Tovar insinuaba que a lo mejor buscaba contender por la gubernatura del estado, vía el sol azteca, sin embargo de unas semanas a la fecha como que cambió la estrategia y quienes están cerca de él, aseguran que iría a la reelección.
Aquí la cosa no la tendría tan fácil, porque el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) impulsa a quien fue el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el 2015, Rafael Reyes Reyes.
Donde no se observan movimientos en ese sentido reeleccionista, es en la capital del estado; el presidente municipal Cuauhtémoc Blanco Bravo sigue considerando que puede ser el candidato a gobernador por parte del Partido Encuentro Social (PES), que iría en un mismo frente con el tricolor.
Y a nivel de legisladores locales, aún no se aprecia a ninguno de los 30 representantes populares buscando quedarse en ese mismo espacio los siguientes tres años, como que la absoluta mayoría no echaría mano de las reformas que les permite perpetuarse ahí no sólo tres años más, sino hasta 12; pero sus razones tendrán.
TLCAN EN RECTA FINAL
Y un tema, que por todo lo que venimos pasando ha quedado con poca atención o con trato secundario, es el relacionado al intento de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre México, Estados Unidos y Canadá, que en estos momentos toca etapas finales.
Como que los responsables del gobierno federal al respecto han mostrado inteligencia y estatura; o sea, por lo menos no se aprecia el sometimiento que ha caracterizado a la Federación cuando enfrenta asuntos de relevancia frente a la Unión Americana y están ofreciendo cierta dignidad ante el pueblo mexicano.
Todavía no se sabe cuál será el resultado de los acuerdos trilaterales, aunque funcionarios y representantes de los sectores económicos más fuertes de nuestro país aseguran que incluso, si no se llegara a concretar conforme a nuestras necesidades, no habría mayores efectos en lo referente al intercambio comercial con la poderosa nación.
Pero independientemente de lo que en este terreno ocurra, hay algo que también nos debe regocijar; que las instancias gubernamentales nuestras le perdieron el miedo al inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, y ese solo hecho debe ser motivo de regocijo.
El inusual comportamiento del mandatario estadounidense lo ha llevado a perder seriedad y confiabilidad; hoy puede declarar algo y al rato lo contrario, de tal manera que el gobierno mexicano parece incluso irse imponiendo en algunos aspectos en relación a las negociaciones del TLC, atrayendo el respaldo hasta de poderosos empresarios de aquel lado del Río Bravo.
Lo que se asemejaba a un terremoto e incluso tsunami en contra nuestra, tras el triunfo del magnate en las elecciones del año anterior contra Hilary Clinton, se fue transformando en algo así como un chubasco que ha nadie espanta y todo eso le viene dando hasta oxígeno en materia política a la figura del presidente Enrique Peña Nieto y a su equipo de trabajo.
Por cierto, en lo que a lo electoral de refiere, esos pequeños detalles muestran signos de crecimiento positivo para el partido en el poder y hoy desde diversas trincheras se habla de modificaciones en los escenarios rumbo a la contienda presidencial del 2018. Como que de pronto la estrella que traían de espalda se les viene acomodando.
Incluso, expertos en economía sugieren que las grandes reformas electorales aterrizadas por EPN fueron “sugerencia” de poderosos consorcios económicos que mueven al mundo y que al tener respuesta, están obligados a pagar la factura y que eso igualmente operará en favor del sistema político que encabeza el Partido Revolucionario Institucional.
En la cúpula gubernamental están conscientes de todo lo anterior, por eso es que han también echado a caminar estrategias complementarias; mucho se insiste en que la renuncia de Margarita Zavala al Partido Acción Nacional (PAN) forma parte de tales acciones de inteligencia electoral para el futuro que se acerca. Pero volviendo al caso Trump, aparentaba ser un tigre y resultó un gatito indefenso.