“Sismo ocasiona el escape de especies invasoras en Morelos” fue el título que usó la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en su comunicado de prensa del 11 de octubre. De inmediato, el comunicado fue replicado por medios y portales nacionales, lo que ha traído repercusiones negativas a los productores de peces de ornato del estado.
Basándose en un reporte preliminar del Comité Estatal de Sanidad Acuícola de Morelos (Cesaem) tras el sismo del 19 de septiembre, la Conabio advirtió que “los escapes de especies exóticas al ambiente y su potencial establecimiento pueden llegar a ocasionar severos impactos, tanto a la vida silvestre como a las actividades humanas productivas relacionadas con el medio acuático”. Sin embargo, la dirigencia de la Cesaem aseguró que la información fue malinterpretada.
“Hubo una mala interpretación de algunas instancias al sacar la nota dándole un tono un poco alarmista o amarillista, pero creemos que no fue con ninguna mala intención, simplemente hacer conciencia y la realidad es esa, lo que pasó”, explicó el biólogo Óscar Jiménez Bahena, gerente de la Cesaem.
El verdadero problema
Las cifras, según la Cesaem y los productores acuícolas de Morelos, son correctas, pero la interpretación que la Conabio les dio generó una preocupación no del todo fundada, ya que los riesgos de que las especies tengan un impacto negativo en el medio ambiente serían mínimos.
En primer lugar, muchos de los peces cuyos estanques, peceras y acuarios se rompieron durante el terremoto murieron al quedar atrapados en las grietas, y la posibilidad de que lleguen a sobrevivir en otros medios acuáticos son mínimas, detalló el biólogo.
Víctor hugo Sámano señaló que los peces murieron al quedar atrapados.
“Es mínimo el riesgo de que se puedan establecer como una población viable; la mayoría de ellos van a ser depredados inmediatamente porque son muy atractivos para otros depredadores, como reptiles, anfibios y aves”, explicó.
En granjas como la de Víctor Hugo Sámano, en Zacatepec, los peces quedaron atrapados y murieron en las grietas que abrió el sismo, según se puede apreciar en las fotografías tomadas por los productores.
“Y además, yo cultivo peces que no vivirían en el río, (esto) por los peces nativos del mismo río, además de que no causarían ningún daño; pero todo se consumió ahí, en las bajadas que ocasionó el sismo”, aseguró Víctor Hugo, productor de peces de ornato desde hace 40 años.
Sector acuícola, el más perjudicado por el 19-S
Con la atención de las dependencias gubernamentales centrada en el peligro que las especies exóticas podrían desatar en la vida silvestre, pocos se han preocupado por los daños que el sismo del 19 de septiembre dejó en la acuacultura de Morelos, un sector conformado por cerca de 450 granjas de pez tilapia y más de 300 de peces de ornato, ubicadas en la zona de Ayala y Tlaltizapán, principalmente.
De acuerdo con el Cesaem, cerca de 90 granjas resultaron siniestradas. En casos como el de Víctor Hugo, los productores han tenido que prescindir de sus trabajadores mientras buscan la forma de reparar los daños en sus estanques, hasta ahora sin ayuda de nadie.
“Tengo que hacer reparación total. No he visto ningún apoyo de nadie y ya me entrevistaron varias personas”, dijo el productor acuícola.
Con base en los análisis realizados del 22 al 28 de septiembre, el Cesaem reportó la pérdida de 835 mil organismos exóticos durante el sismo entre cebras, langostinos, mollys y japoneses.
“La parte acuícola es la más afectada, más que la agrícola y la pecuaria, porque estamos hablando de casi 90 granjas que fueron siniestradas, pero ahí viven más de 80 familias donde la acuacultura es su principal fuente de ingresos, así que sí se requiere el apoyo de las autoridades a este sector”, sostuvo el gerente del Cesaem.
Las ventas, cada vez más bajas
A nivel nacional, Morelos es uno de los principales productores de peces de ornato. Para Patricia Cárdenas Perdomo, representante no gubernamental del Sistema Producto Peces de Ornato de Morelos, la realidad es clara: al año, Morelos vende cerca de 70 millones de peces a estados de toda la República.
Sin embargo, la cifra ha empezado a disminuir desde el 19 de septiembre y a disminuir más a raíz del comunicado de la Conabio. Ya desde los días posteriores al sismo, los productores morelenses registraron una baja que llegó a ser de casi el 48 por ciento, según sus propias estimaciones.
“Y ahorita (sic) muchos de nuestros clientes nos están hablando para ver si van a regular ahora el traslado del producto por esta información. Ya hay consecuencias. Ya empezó la baja en el consumo”, advirtió la representante de los productores.
Mientras los menos afectados tratan de mantener la producción en sus granjas, los productores han planteado solicitar que la dependencia gubernamental emita una nota aclaratoria. Por su parte, el Cesaem, quien inicialmente proporcionó el reporte, ha dado el primer paso con un texto difundido a través de las redes sociales.
“La mayoría de ellos (de los organismos) murieron probablemente dentro de las grietas que se abrieron; otros quedaron muertos en las inmediaciones de las granjas; otros fueron depredados antes de llegar a un cauce de agua, y sólo algunos de ellos probablemente alcanzaron a llegar a alguna corriente, barranca, río, canal o presa”, aclaró el Comité.
